En el super

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Un calor abrasador me despertó por la mañana, cuando abrí los ojos quedé cegada temporalmente por la luz que entraba a la habitación

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Un calor abrasador me despertó por la mañana, cuando abrí los ojos quedé cegada temporalmente por la luz que entraba a la habitación. Vale había levantado las persianas era para matarla. Miré mi reloj y eran las nueve de la mañana. ¿Qué hacía Vale despierta a esa hora? Además hoy es feriado, ¿qué está haciendo? Me hubiese encantado quedarme durmiendo. Pero justo cuando estaba reconciliado el sueño Vale entró en la habitación y tiró algo al piso, cosa que me sobresalto. Cuando la ubique en la habitación y logré acostumbrar mi ojos a la luz que entraba por la ventana, la vi ahí parada con cara penosa. Como diciendome "Perdón". Esa cara la podría reconocer desde acá hasta la luna. Es habitual que la use por tantas macanas que hace, que ya estoy acostumbrada.

Vale_ Perdón, se me resbalo de las manos. ¡Buenos días! (dijo alegremente).

Poché_ De buenos nada. (Dije aún molesta por la hora y el ruido, era muy temprano). ¿Que se cayó?

Vale_ Nada importante. (Dijo agachandose para recojer un libro, aparentaba ser antiguo. Pero parecía en buen estado.)

Poché_ ¿Es para la universidad?

Vale_ Si ( respondio cortante).

Cosa que me pareció raro, ella siempre me contaba de sus clases, exámenes y así. Yo casi siempre me aburría y trataba de cambiar de tema. Pero esta vez no aprovecho la oportunidad de contarme. Cosa rara porque a ella le encanta hablar.

Poché_ ¿Qué estás haciendo despierta a esta hora y en un feriado?

Vale_ Hay que aprovechar que es feriado. Hay que hacer varias cosas.

Poché_ ¿Cómo qué? ¿No puede esperar? Estoy cansada por haberte esperado ayer.

Vale_ Lo siento pero no. Arriba (me ordeno con tono autoritario)

Al mismo tiempo que tiraba de mis sábanas para destaparme. Al igual que hacia nuestra madre cundo estabamos bravas y no nos levantabamos para ir al cole.

Me queje, no me quería mover. La cama se sentía tan cómoda como para dejarla. Pero conociendo a mi hermana al igual que mi mamá no iba a dejar de insistir hasta que me levantara. Por eso decidí rendirme y levantarme, no tenía caso resistirme a lo inevitable.

Me puse unos jeans, remera y mis adidas. Lo típico que uso para salir. Hice mi rutina habitual en el baño y bajé a desayunar.

Vale me había preparado el desayuno, a veces era genial tener una hermana mayor como ella, otras no tanto cuando por ejemplo me retaba. Hoy teníamos una larga lista de cosas por hacer como me había dicho Vale. Como nos habíamos mudado hace poco aún tenía que inscribirme en el colegio. Teníamos que hacer las compras y ordenar un poco las cajas de la mudanza antes de que nuestros padres volvieran de la casa de la abuela.

Puse música a todo volumen después de desayunar y me puse a ordenar. Me gustaba como estaba quedando la habitación.

Vale_ Bueno, ¿ya estás? Tenemos que hacer las compras. La inscripción va a quedar para mañana. Igualmente el colegio esta cerrado es feriado Poché.

Poché_ Bueno ya estoy. ¿Agarraste las bolsas?

Vale_ Listas, vamos.

Emprendieron camino y llegaron bastante rápido. Por suerte el supermercado no quedaba lejos de su nueva casa.

Llegaron y entraron al supermercado, Poché agarró uno de los carros para poner las cosas que iban a comprar.

Justo en ese momento una chica que aparentemente trabajaba en el supermercado estaba reponiendo estanterías. Para Poché no pasó desapercibida, era realmente hermosa y le llamaba la curiosidad.

Vale_ Poché por favor disimula un poco.

Poché_ ¿Qué cosa?

Le pregunto mirando aún a la otra chica.

Vale_ Que te gusta esa chica.

Poché_ ...

Vale_ ¿Poché?

Poché_ ¿Qué?

Vale_ Se está prendiendo fuego el supermercado.

Poché_ Que bueno.

Vale_ Esa langosta me está hablando.

Poché_ ¿Qué te cuenta?

Vale ya un poco enojada con su hermana le pegó en el brazo.

Vale_ Poché prestame atención.

Poche_ Auch eso me dolió.

Vale_ Te pasa por sorda.

Poché_ ¿Qué pasa?

Pregunto mirandola esta vez.

Vale_ Que pasa, que por poco no te la comes aquí y ahora.

Poché_ Tampoco para tanto.

Vale_ Sigues mirandola fijamente, la vas a asustar.

A Poché le importo poco y nada lo que le dijo Vale. Esa chica la había cautivado y quería una cita con ella. Por ese mismo motivo estaba ahora caminando hacia ella que se encontraba en la caja registradora con la que parecía ser otra empleada del local.

Poché_ Hola.

Dijo sonriendo a la chica de grandes ojos café.

Calle_ Buenos días, con que puedo ayudarte.

Poché_ Permitiendome salir en una cita contigo.

Calle se ruborizo.

Calle_ Apenas te conozco.

Poché_ Lo sé, pero no va a pasar muccho hasta que te des cuenta que soy el amor de tu vida. Nos vemos.

Se fue alejando dejando a una chica bastante perdida y mirando un papel que había dejado Poché en el mostrador.

Este decía:

Soy Poché, este es mi número para que me hables cuando te des cuenta de que lo que dije antes es verdad.

Poché luego se fue sin siquiera hacer las compras, le dejó esa tarea a su hermana y se fue a casa.

Mientras en el local luego de la partida de Poché, volvió a aparecer tras en mostrador la amiga de Calle, Kim.

Kim_ ¿Quién era?

Calle_ El amor de mi vida.

Dijo con una sonrisa en el rostro. Claramente le iba a hablar a la peliazul llamada Poché, le resulto muy graciosa y además era hermosa. No iba a desaprovechar esa oportunidad.

One shots CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora