¿Qué es?

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Domingo por la mañana, JaeHyun visitaba a Jeno. Fue dificil hacerlo pues uno de ellos tenía planes hechos.
Dos horas antes el mayor recibió una llamada donde le contaba qué había descubierto algo.

Por la manera sospechosa en la que Jeno mencionó su descubrimiento JaeHyun se encontraba preocupado. Tuvo que cancelar cualquier reunión que tuviese, las posibilidades de que ese "algo" fuera importante para él, se consideraban bastante altas.

Durante todo el transcurso estuvo pensando en excusas que podría dar, creó algunas que consideraba creíbles pero después de analizarlas una vez más; las descartaba, al final daba forzosamente con la pura verdad.

Una vez estando ya con él su preocupación creció pues Jeno mantenía una actitud extraña a lo habitual. Ambos en silencio entraron en la habitación del menor.

—¿Qué es lo que descubriste? —cerró la puerta detrás de él.

—No es en realidad importante —tomó asiento en una esquina de la cama. JaeHyun lo miró con especial atención.

—Si no lo es, ¿por qué me has llamado?

—¿Sabes lo qué es "Eigengrau"?

—¿Por qué preguntas eso? —JaeHyun intentó ocultar cualquier signo de sorpresa.

—¿Estás seguro que no lo sabes? —parecía retarlo a que confesara todo lo que supiera.

—En realidad... —pensó su respuesta con precaución. —Tendría que contarte una serie de situaciones qué...

—Estaba seguro que lo sabías. No es de esperar en realidad, después de todo fuiste un buen tutor. —sonriendo interrumpió.

JaeHyun balbuceo medias palabras en busca de poder formular alguna oración pero su sorpresa por aquel comentario lo hizo sentir un alivio inmediato que ni siquiera le permitió articular frase alguna. 

—¿Podrías decirme de que hablas? —pronunció despacio, centró su mirada en alerta de lo que Jeno pudiera hacer o decir.

—Has dicho que lo sabes.

—Sí, pero...

—¿No me dirás?

—No debería. ¿Cómo lo descubriste? —un suspiro frustrado salió de su boca. Tocó su frente con su mano y talló su rostro al rendirse en busca de una respuesta que pudiese evitar hablar de aquello.

—Te estás comportando bastante extraño. —alzó su ceja derecha. —Ya que no estás dispuesto a decirme nada; te contaré.

—No, ahora lo mínimo que puedo hacer es decirte yo mismo... aunque primero quisiera saber algo: ¿fue tu madre quien te ha contado?

—¿De qué hablas? ¿Por qué hoy actúas de ésta manera? Dices cosas tan raras.

—Lo siento. La situación es bastante complicada para mi en este momento... quiero decir; sólo desearía contarte lo que pasó de la manera correcta, no como tu madre lo ha hecho.

—¿Te encuentras bien? Deja de decir cosas como esas. —Jeno comenzó a reír confundido.

—No repitamos una y otra vez lo mismo...

—Por fin lo dices; así que responde mi pregunta.

—Todo comenzó por culpa de tu madre, en aquel entonces...

—Deja de decir cosas sin sentido.

JaeHyun permaneció en silencio frente al rostro enojado del menor. Pensó en todo lo que habían hablado. Estaba confundido, pues suponiendo que Jeno supiera lo que había estado ocultando; le causaba una gran preocupación.
Transcurrieron al rededor de ocho minutos y ambos volvieron a conversar cuando se encontraron más tranquilos.

—Esto es cansando.

—He tenido algunos problemas en el trabajo, en otros asuntos y... simplemente también estoy cansado. Lo siento, no debí decir todo aquello. Lo siento. ¿Podemos continuar? —Jeno asintió en respuesta. JaeHyun nunca se había disculpado con él por nada, siendo esta ocasión la primera; le parecía que algo estaba ocultando.

—Lo que quería decirte es esto... —se levantó de la cama y caminó al estante de libros de donde sacó "Eigengrau". Lo agarró de torpe manera debido a sus nervios. Regresó  y se lo dio.

—¿El libro? —lo tomó y pasó de largo la portada. —¿Querías enseñarme este libro? —recordó ser aquel que JaeMin tenía en la librería, comenzó a sospechar que podría saber algo al respecto, pero no podía creerlo ya que era imposible que se enterara por algún medio que no fuera él mismo o los padres de su ahora ex alumno.

—Hay algo que me parece interesante; "eigengrau"...

—¿Qué es? —interrumpió con una mentira. Sabía que significaba.

—JaeMin me lo dio —JaeHyun intentó ignorar esa parte. —Una de las páginas dice que el color que solemos ver cuando cerramos los ojos no es negro. Son distintos en realidad... parece ser llamado como un gris intrínseco.

—He leído eso antes en internet. —mintió. —Así se nombro aquel color, ¿cierto?

—Sí, así es. Aunque no se si sea un color en realidad o solo el vacío que podemos ver.

—Y... ¿porqué sería relevante en éste momento?

—Oh... tú sabes que hemos estado juntos por un largo tiempo. Quería comentarte esto, me ha hecho recordar una ocasión en la cual me preguntaste sobre qué era lo que veía a pesar...

—A pesar de no ver. —cortó la frase del otro.

—Y también te he llamado porqué quería estar contigo un momento. —casi susurró. Los labios de JaeHyun formaron una sonrisa.

Jeno caminó lentamente dirigiéndose a su escritorio frente a la ventana y fue imitado por el mayor.

—Tal vez te hice venir en vano. Lo siento. —tomó asiento en la silla del escritorio.

—No. No es así. De cualquier manera hubiese intentado venir. Quizá más tarde, pero estaría aquí. —Estando de pie detrás de Jeno, acarició sus cabellos de una manera cariñosa.

—Jae... —llamó levantando su rostro. —¿Qué dijiste sobre mi madre? —lo miró esperando su respuesta con ansias. JaeHyun permaneció en silencio.

—Creo que he hablado demás... pero no soy yo quién debería contarlo. —dio un beso largo en su frente y con su mano derecha acarició su mejilla. —Vendré por ti después de que hables con ella. —sonrió de una manera que Jeno no pudo descifrar. No era una sonrisa común en él, podía sentirla diferente; como si estuviese esperando algo de lo cual burlarse.

EIGENGRAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora