—Te has comportado extraño estos días.
—¿Por qué?
—Parece que evitas cualquier tema...
—Lo siento, he estado pensando en algunas cosas que tengo que hacer.
—Una vez más una chaqueta roja... —sonrió.
—Tu color favorito. —JaeMin sonrió impresionado que recordara aquel dato. —Por cierto, ¿Cómo te fue en tus exámenes?
—Ah... todo bien. —respondió con falso entusiasmo, pues dejó de preocuparse por ello hace tiempo.
—Me preocupa que continúes de esta manera... pareces enfermo.
JaeMin acarició su cabello expresando cariño. Jeno permanecía recostado sobre la mesa de lectura, parecía que pronto dormiría.
—Puedes descansar si quieres, te despertaré cuando nos vayamos.
—No es lo que quiero. —abrió sus ojos.
—¿Qué es lo que quieres? ¿Te preparo un capuchino? —Jeno negó con una diminuta sonrisa.
—Te quiero a ti.
JaeMin rodó sus ojos fastidiado con aquella frase. Aunque le parecía graciosa viniendo de Jeno sólo lo hacía sentir nervioso.
Jeno se reincorporó en su silla, ladeo su rostro mirando sus labios y se acercó sin pensarlo mucho. Esa vez ambos parecían extrañar el toque de la boca contraria, pues efusivamente correspondieron aquel repentino beso.
El celular de Jeno comenzó a sonar pero ambos ignoraron aquel fuerte e insistente sonido.
Al pasar unos minutos la puerta de la librería se abrió de improviso haciendo agitar la campana.
JaeMin separó de un empujón a Jeno. Avergonzado se levantó, ya que no le agradaba la idea de que lo encontraran de esa manera. Ambos se pusieron de pie al notar que quien había entrado era JaeHyun.
—¿Qué haces aquí? —Jeno habló sorprendido. Mentiría si dijera que no tenía miedo de que pudiera decir o hacer algo en caso de haberlos visto.
—¿Por qué no respondes mis llamadas? —comenzó con tono sereno, al escucharlo de aquella manera se sintieron aliviados de pensar que no había logrado verlos.
Pero la realidad era que sí lo hizo. Pero enojarse en ese momento no estaba en sus planes.
—¿Qué ocurre?
—Tú madre tuvo un pequeño accidente: cayó de las escaleras al salir de paseo. —reportó fingiendo preocupación que él no pudo notar pero JaeMin sí.
—¿Repentinamente? —JaeMin cuestionó con actitud suspicaz.
—Así es... tuvo un pequeño problema al bajar las escaleras; su prótesis no estaba en buenas condiciones.
Jeno salió de la librería sin decir nada a ninguno.
—¡Sube al auto, voy detrás de ti! —alzó la voz antes de que cerrara la puerta.
—Has sido tú, ¿no es así?
—Probablemente sí... —murmuró y sonrió burlón.
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EIGENGRAU
FanfictionAl descubrir las estrellas decidió mantenerlas cerca tanto como pudiera, pues siendo lo más placentero que había visto quería tener aquellas dos sólo para él. "El disfrutar ha sido una experiencia que me ha vuelto egoísta."