EIGENGRAU

3

Después de Jeno y JaeHyun haberse ido JaeMin fue enseguida detrás de ellos, pues le preocupaba que pudiera pasar después de darle aquella noticia.

Una vez estando dentro del hospital, JaeMin esperó en la sala de espera. A pocos minutos de tomar asiento llegó el mayor de los tres, sentándose rápidamente a su lado.

—No deberías estar aquí.

—Tú tampoco.

—Digamos que sí... no podía dejar lo que es mío solo.

—¿Qué intentas decir? —se quejó abrumado por su presencia.

—¿No lo sabes? Jeno debió olvidar contarte, ahora, bueno... desde hace ya varios días vive conmigo. No sé cómo podría llamarlo pero siendo el caso que nuestra relación es algo formal, no deberías entrometerte de esta manera.

—Deja de amenazarme y simplemente has lo que tengas y quieras hacer... Y si tú relación fuera realmente como dices, ¿por qué dañas a su madre?

—No sabes muchas cosas. —JaeHyun se inclinó hacia un lado y le dijo cerca de su oreja: —Ni siquiera pensé que Jeno vendría a verla. —rio regresando a su postura anterior.

—¿Estás seguro que Jeno quiere estar contigo?

—Tan seguro como que quiere tenerte. —respondió con una mueca decepcionada. —¿Has escuchado que... si no puedes tener uno, deberias tener ambos?

—¿Qué? —rio.—Nadie lo dice. A parte de perder tu tiempo ¿también te gusta ser imbecil? —se burló.

—¿Esa es la actitud que atrae a Jeno? —incrédulo se cruzó de brazos.

—Lo mismo diría de ti.

—¿Lo aceptas?

—No podría negarlo. Aunque no me agrade del todo creo que hay un cierto problema en esto.

—Deberías preguntar.

—Lo haré. Si es que tengo oportunidad antes que me hagas algo. —burlándose una vez más lo miró desafiante.

JaeMin se puso de pie y salió de aquel hospital caminando confiadamente. En cambio JaeHyun permaneció esperando hasta que Jeno y su madre salieron.

El padre de Jeno había llegado segundos antes, encontrándose con ellos al momento justo de salir de su habitación.
MinSuk odiaba estar en aquel lugar. Si bien era diferente, pues los hospitales y clínicas que Eigengrau utilizaba eran aquellas dónde podían encontrar gente necesitada de ayuda, personas que no pudiesen defenderse. Y al contrario, en el tipo de hospital en el que su madre se encontraba se reconocía por ser atento especialmente al cuidado de personas importantes, incluso los mismos integrantes de la organización.

A pesar de tener toda comodidad y más, su madre sentía culpa del sólo permanecer ahí. No podía pensar en cuantas familias eran mal atendidas y sufrían a causa de la ambición de personas como ella.

MinSuk lloraba con fuerza, todos pensaban que era de dolor. Aunque para su fortuna no le había ocurrido más que raspones, golpes y moretones; le afligía la situación en la que otros pudieron encontrarse. TaeShin la encaminó sobre la silla de ruedas en la que ella se encontraba. Ambos miraron de reojo a JaeHyun quien sonrió fingiendo amabilidad.

Jeno se acercó a él. Le dedicó una mirada preocupada y dijo;

—¿Cómo te enteraste?

—¿Por qué preguntas?

—Ni siquiera mi padre lo sabía...

—Conozco personas del edificio. Saben que... tenemos algún tipo de relación. —excusó con rostro serio.