Capítulo 1- "Carcacha"

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16 de Agosto 2018

Madeleine

—¿Por qué no?— escuché parlotear a Lisa, mi mejor amiga desde que tengo memoria —Es el último día de universidad, deberías arriesgarte un poco y salir de tu zona segura—

—No gracias— murmuré agachando la cabeza —Prefiero quedarme aquí sentadita con mi libro—

—Max es un idiota, pero Lis tiene razón en que deberías arriesgarte un poco preciosa— dijo Noah, mi otro mejor amigo.

Lisa estaba insistiéndome para que fuera a hablarle a Max, un chico que estuvo invitándome a salir desde hacía varios meses y que rechace de múltiples maneras.

Básicamente yo huyendo cada que él se acercaba.

Él y su grupo de amigos se encontraban en una esquina del edificio fumando juntos, pero para ser sincera no eran fan de acercarme a los chicos... ni a nadie en general.

Cosa que no era problema para mis amigos, Noah con su piel blanca, cabello color castaño y ojos color miel sobresalía con las chicas y tenía demasiados amigos en todo el campus; además, tenía una facilidad increíble para hablar, lo cual le ayudaba mucho en su carrera de derecho.

Lisa con su piel morena, cabello azabache y ojos verdes era la que tenía más ligues, los chicos le caían por montones, le encantaba llamar la atención, robarse el show, sobresalir y era muy social; tal vez por eso estaba estudiando relaciones internacionales.

Y pues luego estaba yo, con mi piel pálida, cabello rojizo y ojos celestes; factores que contribuían a que llamara un poco la atención, pero nunca me gustó realmente sobresalir por lo que usaba ropa amplia y una trenza en mi cabello.

—Vamos "Madeleine"— dijo Noah, haciendo énfasis en mi nombre —Necesitas superar a ese imbécil de alguna manera y ser feliz— Lisa a su vez asintió frenéticamente.

Ambos también estaban presionándome con dejar en el olvido a Jeremy, mi ex.

Llevábamos separados 6 meses y yo todavía suspiraba en ocasiones por él.

Nuestro rompimiento se había dado debido a que tuvo que mudarse a otro país con su familia, realmente pensaba que era el chico ideal para mí, y traté de dejarle claro que podríamos mantener una relación a distancia, pero él se negó rotundamente, diciendo que lo mejor para ambos era separarnos antes de lastimarnos. Cuando se los conté a Noah y Lisa ambos coincidieron en que tenía que haber sido valiente y luchar por nuestra relación.

—Ya les dije que no quiero, no necesito un hombre para ser feliz y el tema de Jeremy esta casi olvidado ¿Okey?— mentí.

—Sabes que, si me necesitas, yo sí puedo hacerte feliz preciosa— me dijo Noah con una sonrisa malévola y Lisa le dio un golpe en la nuca haciéndome reír.

—Está bien Mad, dejemos el tema. De todos modos ya es hora de que nos vayamos, tenemos sesión de fotos, de esa fiesta de aniversario ¿Recuerdas?— mencionó Lisa enrollándose un mechón de cabello con su dedo.

Lisa y yo trabajamos como fotógrafas de vez en cuando; bueno yo era quien tomaba las fotos y editaba, pero igual ella iba a hacerme compañía y a hablar con las personas por mí ya que no se me daba muy bien eso de dialogar o socializar.

—Muy bien, "adultas independientes", igual yo tengo que pasar por mi cita de hoy— dijo Noah con una sonrisa pícara, él solía tener novias diferentes cada mes.

Acto seguido se levantó y se despidió moviendo la mano de un lado a otro, cuando pasó por un lado del grupo de Max, inflo el pecho y volteo en mi dirección, gritó mi nombre y me mando un beso haciendo que me pusiera colorada.

—¿Por qué tiene que hacer eso cada vez?— pregunté avergonzada agachando más la cabeza, me puse roja al recibir más atención que antes.

—Ya sabes que le encanta molestarte— río Lisa negando con la cabeza —En fin, ¿Podrías llegar tu sola al evento? debo recoger unos nuevos aparatos auditivos para la abuela— dijo con cara de fastidio —Ahora tiene la loca idea de que usando aparatos rojos con brillos va a conquistar a los guardias del asilo—

Me reí mientras negaba con la cabeza, la abuela Mary me agradaba bastante, aunque cada que la iba a visitar con Lisa al asilo me cambiaba el nombre.

—Está bien— le dije encogiendome de hombros —Si llego antes puedo esperar en el auto a que llegues y así no debo hablar directamente con nadie en esa fiesta— agregue mientras guardaba mis cosas en el bolso para irme.

—Solo ten cuidado por favor, tu carcacha no me da buena espina para ir en carretera— dijo Lisa con amargura.

Mi auto no estaba tan mal, lo había heredado de mi abuelo quien lo había comprado al tío de un amigo quien a su vez lo había ganado en una apuesta de carreras de cerdos. En resumen, no era muy nuevo ni bueno, pero a mí me gustaba.

—Cálmate solo son 20 minutos de trayecto y a estas horas solo van camiones por la carretera, todo estará bien— dicho esto ambas nos separamos para irnos.

Me despedí de Lisa con la mano y emprendí mi camino pasando rápido por un lado del grupo de Max, el intentó hablarme, pero apresuré el paso y llegué a mi auto.

Iba en carretera después de haber pasado a poner gasolina y comprado unas gomitas, traté de hacer un poco más de tiempo y no esperar tanto por Lisa.

Iba cantando a todo pulmón mi canción favorita del momento, solo cantaba si estaba a solas o en la ducha, mi pánico ante la gente no me permitía hacerlo frente a las personas.

Entonces noté que la velocidad que llevaba era mucha, me había dejado llevar por la canción y no me di cuenta en qué momento comencé a acelerar, quise frenar para bajar la velocidad, pero el freno no reaccionaba, comencé a entrar en pánico e intente accionar el freno de mano, pero tampoco funcionó y casi como en las caricaturas la pequeña palanca se desprendió.

La velocidad iba aumentando y aumentando, el volante no me respondía... lo último que escuché fue el sonido de un claxon muy fuerte al tiempo que todo se volvía negro.

Otra oportunidad para el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora