Capítulo 23- "Princesa"

4 0 0
                                    

17 de Abril 2020

Madeleine

—Hola Madie— al girar mi cabeza vi a Zadkiel parado frente a mi con un gran ramo de girasoles.

Seguramente me veía desastrosa, toda roja y con el maquillaje corrido por haber llorado, pero Zad me miro como si fuera la cosa más bella que jamás había visto.

Regrese mi cabeza hacia Noah —Yo tengo que ir adentro a arreglar ciertos asuntos con un renacuajo— dijo divertido abrazándome por última vez.

—No seas tan malo con ella, solo tiene 19— dije respondiendo el abrazo.

Noah soltó una leve risa y se alejó acariciándome una vez más el rostro

—Cumple tu promesa — mencionó dirigiendo su mirada hacia Zadkiel.

—Lo haré— contestó este sonriendo también.

¿De que hablaban? y ¿Cuándo estos dos se habían hecho amigos?, estaba muy confundida pero feliz al mismo tiempo.

—Nos vemos adentro— se despidió Noah mientras se alejaba hacia la entrada del salón.

Gire completamente mi cuerpo para estar frente a Zadkiel.

—Feliz cumpleaños Madie— dijo acercándose un poco más a mí.

—Gracias Zad, me alegro que hayas podido venir— le sonreí —Disculpa que me vea así, seguramente soy un mapache de nuevo— dije mientras intentaba limpiar debajo de mis ojos el probable desastre que tenía.

—Un mapache muy lindo— me contestó ayudándome a limpiar gentilmente debajo de mis ojos —Esto es para ti— me ofreció el ramo que rápidamente tome.

—Me encantan, muchas gracias son mis favoritos— dije feliz.

Me sonrío y se acercó más, coloco una mano en mi cintura y con la otra acuno mi cara —Madie yo...— comenzó.

—¡TITO ZAAAAAA!— nos separamos por el agudo grito.

El pequeño —que ahora sabía que era su sobrino — se acercó corriendo hacia nosotros y se agarró de la pierna de Zadkiel.

—¿Qué pasó campeón?— le preguntó rápidamente.

—MAMI MALA— gritó el pequeño niño soltando lágrimas.

Zadkiel se agachó para poder cargar al pequeño —Cuéntale al tío Zad lo que pasó — le dijo acariciando su espalda mientras seguía soltando sollozos.

En ese momento apareció Kate usando un vestido rojo que le quedaba perfectamente, se veía hermosa incluso calzando un solo tacón, el otro lo traía en la mano derecha mientras que en la izquierda llevaba un pequeño saco de vestir.

—Vamos bebé por favor— dijo apresuradamente llegando junto a nosotros.

Parecía que estaba a punto de llorar.

—¿Qué hiciste Kate?— la acusó Zad consolando al niño.

—¡Nada! yo solo quiero qu...— se calló abruptamente cuando me notó —Hola Madeleine, feliz cumpleaños, disculpa todo esto— dijo dejando caer su tacón y metiendo su pie dentro —Es solo que alguien no quiere ponerse su saco—

Escuche como el pequeño niño soltaba un bufido y pataleaba levemente.

—¿Para qué quieres que lo use Kate?— le preguntó Zad con una sonrisa burlona.

Ella rodó los ojos —Pues para que se vea guapo en la fiesta— soltó poniendo sus manos en su cintura.

—Los hombres Jonhson somos guapos por naturaleza, ¿cierto campeón?— preguntó ahora a Adrien, pero el pequeño no quería hablar todavía.

Otra oportunidad para el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora