Capítulo III-Parte II

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Joel

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Joel


Abrí la puerta de mi casa y entré precipitadamente, aún estaba procesando la imagen que había llegado a mi teléfono. No tenía la mínima intención de salir de casa después de eso.

«No es por desearte el mal persona que nos tomó la foto, pero ojalá y cuando compres galletitas Oreo te vengan sin cremita». Susurré muy bajo, mientras volvía a ver la fatídica foto que Claudia me había mandado.

Con desgana deje mi maleta en el sofá de la sala y subí a mi habitación. Realmente estaba pensando en todas las posibles teorías que mañana escucharía en todo el colegio sobre mi "relación" con Thomas. Imaginé al club de admiradoras del mismo que me ataban y quemaban en la hoguera frente a toda la institución, o que harían mi vida imposible para que yo terminase con él. Un paisaje muy desalentador, muy muy desalentador.

Subí a mi cuarto y me tumbé en mi cama toda sucia y desordenada, así como mi habitación. Parecía que no le han pasado una escoba en años, diría mi abuela si llegase a verla, seguido de un pequeño infarto. No tenía ganas de ordenarla, y menos con lo que acababa de pasar.

Prendí mi celular y di un vistazo rápido a mis redes sociales, sin importarme si había algo bueno para ver o no, simplemente quería mantener ocupada a mi mente. Al revisar los mensajes de Instagram noté que habían llegado algunos en la bandeja General, y los abrí por que me llamaba la curiosidad saber quien me había escrito. Para mi sorpresa el nombre del usuario que me escribía era "Thomas Endel". Más problemas todavía.

Estaba dudoso entre sí ver los mensajes que ese tarado me había enviado o simplemente ignorarlo. Lo pensé por algunos instantes antes de abrir su perfil y leer los mensajes que me había dejado.

Thomas Endel

Hola, Joel. Disculpa que te escriba por este medio, pero no tengo tu número y necesito hablar contigo.

Supongo que ya sabes del por qué.

¿Nos podemos ver en el parque a las tres de la tarde?

Espero tu respuesta.

Thomas estuvo conectado hace treinta minutos.

Después de leer sus mensajes vi la hora en la pantalla de mi celular. Marcaba las dos y cuarto de la tarde. Suspiré aliviado al saber que tenia tiempo todavía, y a pesar de que odie a Thomas, no puedo dejar pasar por alto el hecho de la foto nuestra tomados de la mano. Teníamos que ver como solucionar ese "pequeño" gran problema. Luego de cinco minutos contesté sus mensajes de mala gana.

Joel Rodriguez

Hi Thomas!

No te preocupes, tuviste suerte de que estuviera revisando Instagram

El reto que nos unióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora