↬0.23↫

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⇢Día 23

.·°❁"Se oscuro"❁°·.

Silencio, todo lo que se podía percibir ahí, era casi que ensordecedor pero que regalaba paz, rodeando cada centímetro del poblado, arrullando como un cántico a cada persona y animal, dando vía libre a que cada uno se pasara al mundo de los sueños...

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Silencio, todo lo que se podía percibir ahí, era casi que ensordecedor pero que regalaba paz, rodeando cada centímetro del poblado, arrullando como un cántico a cada persona y animal, dando vía libre a que cada uno se pasara al mundo de los sueños, reconfortando su cuerpo del arduo trabajo que les llevó horas de la mañana.

Todo a oscuras, dejando que solo el brillo de las antorchas y la luna te iluminen un poco para guiar de forma segura tus pasos, aportaba al silencio, pero no duró mucho más, todo silencio, poca iluminación y paz que tenía dominio en el poblado fue quebrantado por un fuerte fulgor que era acompañado por un gran estruendo; los aldeanos, animales conjunto a los héroes se despertaban de sopetón, sintiendo el palpitar de si corazón en sus gargantas ante tal susto, siendo ese sentimiento mucho peor para los que se hayan más cerca del lugar donde el disturbio arruinó la noche.

La cacofonia de dos cosas diferentes llegaba a ser desagradable para el oído, tener por una parte el bullicio de todo humano corriendo, gritando y soltando sonidos de sorpresa o desagradó mezclado al, no tan estruendoso, ruido de estructura de madera quemándose daba dolor de cabeza; humo apoderandose cautelosamente de cada centímetro los mareaba, la luna ya no era quien para poder romper la barrera de tan densa humareda, lo único que podía iluminar un poco el suelo o los alrededores eran las antorchas o faroles, sin quitar de la lista la gran llamarada que consumía con algo de rapidez cualquier elemento que ceda fácilmente ante la ardiente braza.

Algunos rezaban a los dioses para que les dieran aunque sea una llovizna que pueda apaciguar la flama hasta que sea manejable, algo posible de controlar.
Sus súplicas fueron escuchadas, pero no al nivel que rogaban, la escueta llovizna que descendía no era de ayuda en lo absoluto, genrando una angustia más grande de la que puedan manejar, algunos hasta lloraban de la desesperación, terminando en que alguien los cacheteaba para que entras en en órbita.

Valdez, macetas, cuencos, objeto que posea capacidad de contener el suficiente líquido se usaban para intentar apagar la quema, les costaba mucho y cedía poco, los gritos que se habían amainando un tanto ahora volvían a oírse vigorosamente, exigiendo en alaridos desesperados la urgencia de traer más elementos dónde pudiesen acarrear más agua, les era indispensable extinguir aquello antes de quedarse sin nada.

Asimismo casi todos los héroes buscaban la calma de todos, necesitaban mantener el órden en lo que buscaban la soluciónas factible para poder reducir a cenizas las llamas, ya que no solo deben hacer eso, al día siguiente y por varios días más tendrían que mantenerse horas activos para poder reconstruir cada estructura consumida hasta reducirla a nada; teniendo en cuenta también el hecho de que el cuidado de posibles accidentes debido a la llovizna, evitar cualquier caída o golpe.

Un grupo ayudaba a llevar y traer el agua, mientras que el otro grupo se dedicaba a alejar de la humareda tanto a niños como a personas mayores, buscando tranquilizar a cada uno con palabras alentadoras.

Fuera de el alcance de el poblado, dos figuras se alzaban ante la poca luz que cedía la luna, ambos vestidos de negro, alzando sus quijadas orgullosos por tal desastre que crearon, sonreían ampliamente, aún si sus rostros no se veían al tener cubiertos sus rostros por una máscara, el contrario sabía de memoria la expresión de satisfacción.

Por un par de minutos se mantuvieron absolutamente quietos en sus posiciones, hasta que una pequeña risa algo tétrica se empieza a escuchar, la cual iba aumentando gradualmente hasta terminar en una algo estruendosa, ambos se sentían realizados con el desastre provocado.

Poco a poco se iban acercando hasta que uno posó sus manos en la cadera ajena, la otra persona posicionando sus manos en el pecho, acercándose sin retirar las máscaras, pegando sus cuerpos hasta poder transmitir el calor corporal al contrario, sus máscaras rozaron hasta chocarse suavemente, soltando bajas pero juguetonas risitas.

F- se oscuro~

W- se oscuro~

Se saludaron, dos palabras que les gustaba decirse cada vez que terminaban una maldad y se retiraban a sus hogares, aún si seguían pegados disfrutando del abrazo, decidieron decirlo casi al unísono pues ahora tendrían que correr a su hogares, cambiarse y correr nuevamente para disimular la tardanza, escusandose de que no escucharon nada.

ฬเɭɭﻮคภ ๓๏ภՇђ ­↝2021↜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora