↬0.25↫

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⇢Día 25

.·°❁¿A dónde te has ido?❁°·.
⇝Extra⇜

Antes de ver qué pasó desde la noticia de que aquel moreno está hospitalizado y en coma, vamos a remontarnos un tiempo atrás, el mismísimo día de la desaparición, acompañar segundo a segundo en aquella situación inesperada, desesperante.

Pero no solo eso, después se verá de que manera se resolverá, si despertará o si no.

❯⭐💛💚☀️❮

Volvamos tres meses y dos semanas atrás, a la mañana del día en que la desesperación abordó a un albino cuando las horas ya habían transcurrido casi en su totalidad.

Esa mañana, pasadas unas cortas horas del alba, aún si era sábado por la mañana el moreno quería aprovechar en su máximo el día, ya había planeado algunas cosas para hacer, pero en especial, teniéndola como idea principal, andar de vagos, amándose y llenándose de mimos; pero antes de todo lo que tuviera que llevar a cabo, realizaría lo primero de su lista.

Antes de levantarse del mullido colchón, separarse de los cálidos acolchados y de su achuchable novio, se dedicó a admirarlo unos momentos, repartiendo caricias sumamente lentas contorneando su rostro, tocando con su pulgar los pómulos, dejando que la punta de sus dedos recordar cada centímetro de la tersa piel ajena, gozando de ver la expresión apacible que estaba fija en ese momento, centrándose solo en escuchar la rítmica y tranquila respiración ajena, viendo a detalle cada parte de la cara; las escasas pequitas pequeñas que no se notaba a simple vista, el tono rosa pálido que decoran los pómulos, los labios algo carnosos y entreabiertos, las blancas pestañas que rozaban sutilmente la piel debajo de estás, las cejas levemente fruncidas, los despeinados cabellos albinos que caían irregularmente por su frente, su nariz levemente respingada con un leve tono rosado en la punta.

Esa imagen que tenía la fortuna de ver todos los días los hacía sonreír, sentir una enorme calidez en el pecho, generando siempre las ganas de besar sutilmente la punta de la nariz, siempre haciendo aquel gesto.

Sin duda la mejor forma de arrancar su mañana.

De este modo, luego de haber saciado sus ganas de mimarlo y observarlo un rato, el mayor se levantó, con lentitud de la cama, haciendo movimientos cortos pero ligeros, tomando las manos ajenas para separarlas de su cuerpo, tapándolo bien, dejando una última caricia en su cachete antes de levantarse, estirando sus cuerpo hasta hacer sonar sus huesos de forma satisfactoria, soltando bajos gruñidos de gusto.

Al ya estar vestido se encaminó hacia la cocina, dando una rápida vista a lo que había, asintiendo leve por algunas cosas que surcaban su cabeza.

Eso fue un tentempié para dar inicio a su idea, lo cual era de primeras ir a la panadería, que sabía que estaba abierta a esa hora, a comprar lo que tanto le encanta a su pareja, las galletas en forma de serpiente con caritas tiernas, y algunas cupcakes en forma de tortugas, lo esencial si deseaba convencer a su amado ratoncito de quedarse haciendo nada todo el día entero.

Llevaba todo encima, billetera, llaves, todo lo necesario, retomando su camino hacia la puerta para poder retiraste de su hogar, sonriendo tontamente al pensar en su pareja, y la posible reprimenda que le puede caer ante la propuesta además de lo que le iba a comprar, sabía de sobra que le gritaría en todos los idiomas que hable, ya que le vendría nuevamente a decirle que no le joda, que por algo está haciendo dieta, que según él estaba pasado de peso, que no estaba siendo muy activo y otra cantidad de cosas; nunca lo escucha cuando le dice que ese supuesto peso extra no es nada, aprovechando siempre esos momentos para recordarle que sus muslos son un poco más grandes que tiene pase libre para asfixiarlo cuando meta su cara entre ellos.

ฬเɭɭﻮคภ ๓๏ภՇђ ­↝2021↜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora