¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Como cada día, un grupo de amigos se juntaba en el pequeño descanso que les dejaban entre clase y clase, un respiro antes de volver al aula a tener otro par de horas, aún si los dejaba cansados todos amaban las carreras que estaban cursando.
No todos estudiaban en la misma carrera, por lo que muchas veces no coincidían al momento del receso, haciendo excepciones a las veces en si lo hacían.
Aprovechaban siempre para gastarse alguna que otra broma, comer algo rápido y hablar tranquilamente de varios temas, más de una vez haciéndose apuestas entre ellos; ese día no sería distinto a otros, teniendo claramente cuidado con lo que apostarían, lo que menos deseaban era que ocurriese un problema, por lo que normalmente eran estupideces que los divertían, desde hacer alguna pirueta simple, a sabiendas de que no las saben hacer, hasta gritar alguna guarrada.
En este caso la cosa había cambiado un poco, ya que habitualmente no incluía a otros que no fueran parte del grupo, a veces esto siendo más sencillo para hacer las apuestas, rara vez aceptando aquello pero terminando por declinar la propuesta, obliamente pagando lo que cada uno haya puesto; como había dicho,besrq vez sería la excepción, si habría un tercero incluido en la apuesta, que para peor no conocían más allá de verlo o de pura casualidad saludarlo.
Quien impuso la apuesta fue Samuel, quien fijo su mirada en aquella persona incluida para luego ver a su mejor amigo David, sonriendo ladinamente.
V- Ey Fargan, te tengo una apuesta que dudo vayas a negarte~
Con simples palabras capto en su totalidad la atención del castaño, generando que girase su cabeza para verlo, asintiendo leve para que prosiga con su idea, sonriendo de lado también.
V- hagamos un apuesta, si consigues coquetear con aquel chico de allá -hizo un movimiento de cabeza a un chico albino de ojos verde, aunque igualmente aclaró quien- el de cabello blanco, pero coquetear hasta hacerlo sonrojar y que caiga en tus redes, si no lo logras tengas que venir vestido con toda ropa ajustada, hasta que te aprieten los huevos y con tacos incluidos -sonrió aún más, pues había captado más de una vez como algún chico se le intentó acercar de más a aquel albino y termino comiendo el suelo, por lo que su amigo terminaría igual- ¿Que te parece?
F- vale -miró de reojo al muchacho nombrado, sonriendo ante la idea de la facilidad con la que cumpliría el reto- perfecto, me agrada, peeeero, si llego a ganar la apuesta, tu, mí querido amigo, tendrás que venir vestido como me propones que venga yo, pero, con la deferencia que lo tuyo sería de color rosa o morado y con detalles al estilo de un unicornio -la sonrisa burlona de su rostro se expandió- ¿Aceptas? -estiró la mano a la vez que se hacía un poco para adelante al él estar parado y el contrario sentado.
V- ¡claro que acepto! Ya quiero ver cómo todos se te quedan viendo -estrechó la mano ajena, dándose un leve apretón, escuchando de fondo las carcajadas y burlas de sus amigos- como no creo que puedas hacerlo en este escaso tiempoz hazlo después de las cases, se que trabaja en una biblioteca por acá cerca.
Todo pactado y arreglado, ambos amigos decidieron volver a la charla principal, siguiendo con el tonteo general antes de volver a clases.
Al pasar las horas y estar libres, o bueno, la mayoría, decidieron que era momento de efectuar aquella apuesta, lastimosamente Vegetta no estaría presente pues sus clases eran más extensas, sin llegar a ser problema eso, uno de los del grupo, más exactamente Auron, haría un vídeo de cómo Fargan realizaba lo pactado.
No esperaron a ninguno más del grupo, ambos partieron a su destino, molestandose mutuamente en el camino hasta llegar; al hacerlo entraron sin vacilar, buscando discretamente a la persona en cuestión, captandolo minutos después, viendo como colocaba algunos libros en una estantería, por lo que el de menor estatura abrió la cámara de su teléfono empezando a grabar desde ese presciso momento, mientras que el contrario simplemente se hacía el pelo para atrás, colocando una sonrisa seductora antes de encaminarse al menudo chico albino.
Terminó quedando frente a su espalda, por lo que en un pensamiento rápido colocó sus manos en la cintura ajena, sintiendo como los músculos de esa zona se tensaba antes de darse vuelta abruptamente.
Lo próximo que llegó a sentir el moreno fue su cara dándose vuelta al son del sonido de una cachetada, quedándose segundos recalculando lo que pasó, posteriormente volvió su vista al enfuecido rostro ajeno, quedándose sorprendido pero encantado; aquella acción no lo detuvo de su plan, pero ahora con un poco más de interés.
Sus manos tomaron con firmeza la cintura del albino, guiándolo hacia atrás hasta quedar completamente pegado al mueble, acercando su rostro al contrario, obviando las acciones contrarias, solo llegando al punto de casi rozar sus labios.
F- que agresivo eres lindura, ese ceño fruncido no va con tu lindo rostro, si quieres hago que se relaje, estando en una habitación a oscuras, mientras estás encima mío, saltando~ -su tono se volvía un poco más grave, apegando sus cuerpos, siendo tan sensual en su discurso como le fuera posible- ¿Aceptas lindura?~
Había logrado una muy buena reacción a su parecer, un sonrojo algo marcado, una mueca de confusión, vergüenza y astio, a la vez que el agarre que se mantenía en sus hombros empezaba a hacer mayor presión.
Auron por su parte está aguantando la risa, toda la situación le generaba demadiada gracia, intentando lo mejor posible en aguantarla, hasta que una segunda cachetada fue depositada en la cara de su amigo, cortando la grabación y estallando en risa, sin llegar a escuchar lo que el de ojos verdes dijo.
W- mira imbecil, si vas a decir una estupidez así, guardatela, si lo que querías es llegar a algo más, no es la forma indicada, ahora, no me importa un comino tu intención actual, solo te voy a decir que quiero tener una cita contigo, ahora vete -le dio la espalda luego de soltarse del agarre sobre su cintura, aunque se dio la vuelta antes de seguir con su trabajo- y algún día veremos quién hace saltar a quien, ahora largo que estoy trabajando
⇝Extra⇜
Todos en la universidad estaban entre divertidos y asombrados viendo a un muchacho vestido tan descaradamente, haciendo como si nada, obviando el hecho de que casi que estaba desnudo en plena facultad.
Vegetta evitaba la mirada de todos, caminando con la frente en alto, con un cambio de ropa de repuesto en su mochila, ni loco pasaría todo un día así, estaba seguro de que posiblemente no lo dejen entrar a sus clases.
Mientras de fondo su grupo de amigos lo veía divertido, siendo el ganador de aquella apuesta el que reía a carcajadas, sosteniendo de la cintura a un chico albino, el cual estaba de brazos cruzados y con el seño fruncido, pues desde el día que se dió la apuesta hasta ese momento, habían pasado varios días en lo que conseguía el traje para su amigo, toamdno también ese tiempo para hablar un poco más con quién tendría una cita.
La misma persona que lo golpeó en el estómago antes de marchar a paso calmado a sus clases, aclarando una cosita antes.
W- te dije que quería una cita contigo, eso no cambia, pero no te dan el derecho a tocarme así, manten tus manos alejadas -lo miró unos segundos, rodando los ojos ante la sonrisa coqueta u el guiño de ojo que recibió como respuesta- después te mandó mensaje para acordar el lugar y hora de la cita.
Sin más se fue, dejando a un castaño entre confundido y feliz no tenía ni idea de cómo terminó así la situación pero sinceramente está satisfecho, por lo que se dedicó en ese momento a apreciar la cara de fastidio de su mejor amigo.