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¿Cómo sorprender a la persona que está en tu casa durmiendo en tu cama, al no tener otro lugar para ofrecerle? Y más aún si esa persona la conoces como la palma de tu mano, sabes cada uno de sus gustos y disgustos, agregando que tienes ese sentimiento de amor guardado por esa persona, no expresados antes por no encontrar el momento indicado para hacerlo, no por temor, el rechazo era algo que realmente no le preocupaba en lo más mínimo, creía fielmente que en el caso de que fuera rechazado podría hacer lo suficiente para que su amistad con el menor no cambie en nada, claramente tomándose su debido tiempo para poder dejar sus sentimientos atrás.
Ahora, respondiendo la pregunta principal, no hay mejor forma que preparar una tortilla tan grande y alta como fuera posible, total, a esa altura, siendo cerca del mediodía, por cuestiones de pasar toda la noche despierto planeando algunas cositas y jugando videojuegos, se despertaron tarde.
Fargan se estiró aún en su habitación, girando su rostro para poder apreciar al albino todavía dormido en su cama, sonrió de lado entes de ir hasta su cocina, revisando y colocando todo los elementos que iba a necesitar sobre la mesada, agradecía internamente que el día anterior Willy lo arrastrara a hacer las compras para poder reponer todo alimento y otras cosas que faltaban en su departamento.
Se quedó parado unos segundos viendo los ingredientes y rememorando la recete que alguna vez le había enseñado, aunque no lo haría tal como la hacia el albino, la haría a su manera, su toque particular; con esto en mente puso mano a la obra, acomodando toda la mesada, haciendo paso a paso cada uno de los procedimientos, siendo muy cuidadoso para no cortarse o hacer algo mal.
Por su cabeza andaba rezando para que su invitado no se levantara antes de tiempo, tampoco quería apurarse; si bien no es que cocine todo el tiempo, cuando lo hace le gusta tomarse su tiempo para que salga lo más exquisita posible.
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En todo ese tiempo el albino se mantuvo dormido, cosa que favorecía al mayor, pero eso no duró tanto ya que no mucho después de que el mayor esté cerca de acabar con todo, se encontraba despertándose lentamente, fruñiendo cómo es costumbre para él cada mañana.
Dió varias vueltas en la cama, aprovechando que había notado que se encontraba solo ahí, tapándose e intentando dormir nuevamente, pero el delicioso olor que llegó a su nariz le interrumpió su berrinche por querer dormir otro rato más, se quedó quieto segundos antes de sentarse en la cama con la colcha cubriéndolo desde la cabeza, quedando a la vista su cara y parte de su torso conjunto con sus brazos, ya que sus manos estaba entre sus piernas.
Siguió oliendo aquella delicia que asegura era una tortilla, cerró unos escasos segundos sus ojos disfrutando antes de levantarse, quedándose solo en su shorts verde pastel conjunto a su remera ancha y negra con un diseño de abejas de Minecraft. Cómo conoce de arriba a abajo todo el departamento del de piel morena se dirigió sin problema hasta la cocina, donde pudo apreciar al mayor colocando una tortilla grande en un plato, sonriendo divertido ante la cara de concentración que ponía sumado a que estaba sacando la punta de la lengua.
Cuando ya pudo apreciar que estaba haciendo pose de victoria con la vista en la comida, decidió hacerse notar, soltando una risa, aún seguía medio somnoliento pero no le importaba; Fargan giró su rostro al dueño de aquel sonido, sorprendiéndose de primeras pero terminando por sonreír.
F- pero bueno ratón! Buen día ¿no? -sonrio de lado de forma burlona.
W- que delicado eres -rodó los ojos divertido- buenos días para ti también rata
F- ahora me gusta más -rió de forma corta antes de hacerle señas para que se acerque- ven ven, que te iba a buscar para que comieramos en la cama pero esto me viene mejor
Mientras el albino se acercaba el mayor rápidamente colocó la mesa, poniendo discretamente un papel doblado bajo el vaso ajeno. Cuando terminó lo invitó a sentarse mientras cortaba la tortilla y la servía en los platos correspondientes, a la vez que el albino se tomaba el atrevimiento de servir agua en los vasos, notando algo naranjita bajo si vaso, llevando su vista al vaso contrario, notando que en ese no había nada, por lo que dejó todo de lado solo para tomar aquello.
Esas acciones no pasaron desapercibidas por el mayor, quien sonreía de lado, los nervios estaban presentes pero no tan intensos como pensó que iban a ser, por lo que solo se sentó tomando agua en lo que el contrario terminaba de leer el contenido.
W- entre tantas ratas en este mundo, tu me vienes a gustar, ¿Quien lo diría? Art: un búho setsi -susurró algo bajo, riéndose después de eso, llevando su mirada al contrario- si es que serás bobo tío -recibió una mueca divertida como respuesta, haciéndolo reír- lamentablemente te tengo que decir que no puedo corresponder tus sentimientos rata
F- está bien -sonrió de lado tranquilamente- mientras podamos seguir como estamos puedo aguantar sin problema tener que ver a una rata tan bonita y mofletuda como tú -sonrió antes de mandar un bocado de lo cocinado a su boca.
W- eres una rata hijo -rió antes de inmitar las acciones ajenas, quedando fascinado por lo deliciosa que estaba la comida- mira que si cocinas así más seguido puedo hacer un sacrificio para enamorarme de una rata tan horrenda como tú -la carcajada que soltó Fargan solo lo hizo hacer lo mismo.
F- ya quisieras tú tener esta belleza y sensualidad -hizo unas poses raras antes de reír y seguir comiendo.
El albino reía con él, le agradaba saber que no le había hecho mal con rechazar aquellos sentimientos, aunque estaba agradecido de eso, por lo que con una sonrisa siguió comiendo, hablando entre medias cosas sin sentido.
Además... Quien sabe, capaz en un futuro puedan ser correspondidos o no esos sentimientos.
