09. 2

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Narrador

El mayor se estaba aburriendo. Niños llorando, su hermana discutiendo con su hermano y su pobre cuñado intentaba silenciar a sus sobrinos. No podía tener mas suerte.

Empezó a darle pequeños golpes a la mesa con sus dedos, entonces carraspeó y el par que discutía dejaron sus miradas fruncidas en el pelinegro.

-¿entonces ya comemos o que? Ya tenia suficientes discusiones en mi fraternidad como para volver a Japón y obtener un hermano callado y dos discutiendo —se quejó deteniendo sus golpecitos.

-habla el que se fue de la casa a los dieciséis —escupió con falso desprecio el tercer hijo, Natsuo. Touya sonrió y le saco el dedo del medio discretamente.— vamos Fuyumi, ¿tiene que arruinarse nuestra primera cena como familia en tanto tiempo de esta manera?

-Madre decidió perdonar a papá Natsuo, como adultos que somos debemos apoyar esa decisión y empezar a perdonar —refutó la albina empuñando su mano, dejó caer la mirada el menor en la mesa pues sin querer había soltado una risita, esto los sorprendió, sin embargo, había sonreído viendo su teléfono— Shouto, creo que debemos guardar el teléfono cuando estamos en la mesa.

El menor la miró y asintió, se despidió de su novio y guardó el telefono.

Shouto no tenia nada que comentar, estaba del lado de Natsuo a pesar de que había decidido perdonar a su padre. Natsuo seguia reacio a perdonarlo por su parte, mientras que Fuyumi no solo lo había perdonado sino que había intentado que sus hermanos lo hicieran también. ¿y Touya? ¿que opina él de todo esto? Nada. Absolutamente nada. Había decidido dejar de preocuparse por el patriarca, como si fuera solo un individuo más. Si bien no podía olvidar lo que les había hecho, simplemente había decidido dejar atrás el pasado y enfocarse en el presente, un presente donde Enji Todoroki no era su padre, sino una persona mas.

El esposo de la mujer en la mesa se levantó junto a su par de hijos intentando callarlos, los gemelos simplemente no se detenían, para todos era un poco irritante pero pasable, asi que no hicieron algún tipo de drama sobre el asunto, solo les quedaba esperar a sus padres. Los padres de los cuatro jóvenes en la mesa habían estado en el hospital, pues la matriarca había tenido otro ataque de asma y su ex esposo se había ofrecido como buen samaritano de llevarla al hospital.

Fue en ese oscuro silencio que los Todoroki tuvieron un mismo pensamiento. ¿por que no simplemente eran una familia normal? Con padres casados normales, hijos sin traumas ni cicatrices. La única que masomenos demostraba cierta normalidad era la albina, y eso porque tenia una familia de la que encargarse.

Touya suspiró, en el fondo estaba feliz por estar con sus hermanos, pero se sentía culpable por haberlos abandonado. ¿Seria Enji toda la vida su excusa para la falta que les hizo? No es como si no fuera cierto, y a pesar de que sus hermanos no habían tomado represalias, no podía evitar sentir que pudo haber hecho más. Ni siquiera shouto estaba exento, pues claramente ya tenia la madurez suficiente para decidir con quienes empatizar y con quienes no.

«y aparentemente solo empatizas con rubias y pecosos» bufó, entonces una pareja entró al comedor.

-lamentamos el incidente —habló con voz baja la mayor pero no quitaba su sonrisa— muchas gracias por estar aquí muchachos.

-¿como te encuentras madre? ¿te duele algo? —se apresuró a preguntar el tercer hijo de los Todoroki mientras se levantaba lentamente, acto que la albina, su hermana, copió casi al instante.

La mujer negó y se sentó al extremo superior de la mesa, ambos extremos estaban vacíos para los progenitores. Mientras que los dos hijos del medio se dedicaban a observar a su padre como si fuese el peor criminal, él solo se estaba acomodando en su silla y sentía que en el mejor de los momentos lo sentenciarian a cadena perpetua o algo así.

𝗧𝗶𝗿𝗲𝗱 𝗼𝗳 𝘆𝗼𝘂 || 𝒅𝒂𝒃𝒊𝒃𝒂𝒌𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora