Maratón 4/5

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Bakugou Halloween

Narrador

La mujer poso una mano sobre su esposo y sonrió. Ciertamente no era una sonrisa amistosa.

—¿que tal ha sido vivir juntos muchachos? —preguntó el súcubo con una sonrisa algo tenebrosa.

—¡a ti que rayos te importa, vieja bruja! —gritó el incubo menor nervioso por la mirada de su madre, esta se acercó a el y le propinó un golpe en la cabeza— ¡oye, no me golpees!

—¡entonces no le grites a tu madre pequeña mierda! —exclamó la mujer rebotando sus pechos con rabia.

Mientras tanto, el esposo y pareja del par de cenizos los veian con una sonrisa apacible.

—esos dos realmente se llevan bien, eh —le comentó Dabi a su suegro el cual asintió.

—si, se nota lo mucho que se aman.

Ambos sonrieron ladinamente a lo que el par que discutía se vieron deslumbrados por el brillo que sus respectivos compañeros emanaban. Decidieron hacer una tregua, tal brillo no les permitia llevar la fiesta sin paz.

Mitsuki volvió a sentarse para acomodar su escote, considero prudente ponerse lentes de sol bajo techo. Miró a su hijo, entonces vio algo en el que tenia tiempo sin ver; sus ojos brillaban, sus mejillas estaban teñidas de un leve color carmín y una leve sonrisa acompañaba el revoltijo de evidentes emociones que habitaban en el cuerpo de unigénito, entonces suspiró orgullosa.

—Respondiendo a su pregunta señora Mitsuki, —dijo con una sonrisa— a pesar de habernos instalado hace unos meses, la verdad las cosas han ido muy bien. Desde ir al mercado hasta salir de fiesta, han sido muy buenas experiencias.

—¡no digas esas cosas vergonzosas idiota! —exclamó el peli cenizo sonrojándose.

—ya veo, con el paso del tiempo se  acostumbraran a su nueva vida.

—no hables como si fuera a morir anciana —recriminó el cenizo con el ceño fruncido, sin embargo su mirada cayó en su novio, entonces sonrió algo burlón suavizando su mirada— aunque si tuviera que comer la comida de Dabi todos los dias olvidate de tener un hijo.

—¡oye!

Fue lo que exclamó su pareja para luego quejarse y argumentar que estaba aprendiendo, no bien Katsuki era un tipo súper dotado o él era muy tonto y torpe en la cocina. Entonces la hora de la tortura para el cenizo llegó. El castaño empezó a contar anécdotas del pequeño Katsuki acompañando al pequeño Izuku a recoger dulces de puerta en puerta, acto seguido su esposa, Mitsuki, corrió a buscar el álbum de fotos de festividades, en este caso Halloween.

—no, mamá por favor —rogó Katsuki tratando de alejar el álbum de su padre.

—¡ahora me dices "mamá" pequeña mierda! —exclamó burlona la mujer observando la triste expresion de su hijo al ver como le entregaba el álbum de fotos a su esposo— ups, ahora lo tiene tu papá, ¿se lo quitaras a él?

Katsuki miró a su padre con cara de perro regañado, y aunque fuese muy lindo, no funcionaria. Sorprendentemente Masaru estaba echo de piedra, cosa que no aparentaba teniendo esa personalidad tan amable y cariñosa, sin embargo, el hombre es inquebrantable, siempre decidido he inspirador de respeto, el menor jamas pudo faltarle el respeto a pesar de que su padre nunca haya alzado su mano o levantando su voz hacia él. En resumen, Katsuki le temía, pero también le admiraba en sobremanera.

𝗧𝗶𝗿𝗲𝗱 𝗼𝗳 𝘆𝗼𝘂 || 𝒅𝒂𝒃𝒊𝒃𝒂𝒌𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora