Especial de Navidad.

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Bakugou

No se si es el estres, no se si es el cansancio, no se si es el exceso de trabajo; ¡pero definitivamente algo no está bien conmigo!

-Bakugou-san, ¿está bien? -preguntó Itsuka dándome un vaso de agua- sé que he insistido mucho, pero es la cuarta vez en la semana, si continua con mareos y vomito vea un doctor, no es sano que nuestro repostero número uno y jefe desfallezca de repente. Menos en víspera de navidad.

Suspire. Kendo tiene toda la razón, y es que debía ver un medico ya que no es como si me estuviera sintiendo muy bien últimamente, esto se reflajaba en mi trabajo pues estaba trabajando con menos eficiencia que mis empleados.

Bebí un poco del agua fria para agradecer el gesto y pedirle que me dejara solo, la pelirroja no se negó y se retiro dejándome solo en el callejón. Siendo épocas importante, la repostería siempre se llenaba de pedidos de los cuales al menos un ochenta porciento me encargaba yo mismo, puesto que a mis clientes les gustaban mis pasteles; claro que todo esto implicaba más trabajo, más estres y menos horas de sueño, sumándole a eso mis extrañas nauseas recientes, se podría decir que, en conclusión, ¡todo esta como la mierda!

-tal vez solo estoy cansado.

-o embarazado.

-oh, otra vez no Kyoka, no jodas por favor.

Mi hermana se encogió de hombros para centrarse en el te que su esposa le había traído. Amablemente, Momo se sentó junto a Kyoka y con una sonrisa me extendió un plato de galletas. Como si no comiera las suficientes en mi trabajo, pero siempre agradecido, nunca malagradecido.

-Kyoka-san podría tener razón, Katsuki-san. ¿usted está operado o está tomando pastillas? -preguntó poniendo el plato de galletas en la mesa luego de que yo tomara dos.

Negué con la cabeza algo avergonzado, pero para ser sincero no se que me avergüenza más; hablar de mi vida sexual con mi hermana y cuñada o no usar algún tipo de protección al hacerlo con Dabi.

-después de todo, el embarazo puede ser una posibilidad -comentó Kyoka mirándome a los ojos, su mirada afilada era como cuchillas amenazando con sacarme los ojos si no decía la verdad- ¿ya fuiste al médico? ¿sabe Touya de esto?

Negué con la cabeza, otra vez avergonzado. Momo rio por lo bajo mientras mi hermana soltaba una pequeña maldición al aire.

-¿por qué no le haz hablado de esto? o mejor dicho, ¿por qué no se ha dado cuenta? Si las ojeras que te traes son más obvias que el tono pálido de tu piel, joder -regañó con el mismo tono que usaba mamá cuando eramos niños y yo llegaba de una pelea luego de la escuela- ¿acaso te da miedo tener un bebé, hermanito? ¿Tu y Touya tienen cuanto? ¿seis, siete años juntos?

-siete. -afirmé- En Mayo cumplimos siete estúpidos años de estar viviendo en pecado, si sabes a que me refiero.

-¿entonces que te preocupa? Que yo sepa, ustedes no estan tan mal como para no plantearse tener un hijo -respondió mi peli morada hermana dejando su taza en la mesa, suspiró y recargo su cabeza en el brazo de Momo risueña- ay cariño, ¿aun recuerdas cuando estábamos adoptando a Natsuki-chan? Fue uno de nuestros tiempos más difíciles, sin embargo, Natsuki-chan fue nuestra única esperanza.

Su esposa asintió y empezó a acariciar su cabeza, entonces una escena a la que ya estaba acostumbrado desgraciadamente de hizo frente a mi. Ambas empezaron a contarse entre ellas las pequeñas anécdotas de crianza de mi sobrina. Natsuki solo tenia dos años cuando mi hermana y cuñada la adoptaron hace aproximadamente un año; la enana y yo nos llevamos bastante bien a decir verdad, tanto a Dabi como a mi nos dice "tíos" y generalmente cuando la visitamos le compramos algún regalo. No es como si la sobornaramos con la intención de ganar puntos de amor. No.

𝗧𝗶𝗿𝗲𝗱 𝗼𝗳 𝘆𝗼𝘂 || 𝒅𝒂𝒃𝒊𝒃𝒂𝒌𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora