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No quería volver a su casa, tampoco quería estar solo, así que le mandó un mensaje a Jisung, invitandolo a comer. El menor aceptó, así que Minho pasó por su departamento para buscarlo,  y ahora ambos se estaban dirigiendo a un restaurante.

El camino estaba siendo muy silencioso, causándole un poco de incomodidad a Jisung, debido a que siempre estaban hablando de cualquier tema. Minho estaba muy callado, se veía decaído.

—¿Estás bien?— Preguntó Jisung, destruyendo el silencio.

—Sí.

—¿Estás cansado?

—¿Por qué tantas preguntas?— Minho ni siquiera lo miraba, su vista estaba fija en el camino.

—Perdón, pensé que te pasaba algo, te ves triste.

Minho miró hacía un costado, asegurándose de que haya espacio para poder estacionar, y con maniobras cuidadosas, estaciono el auto a un costado de la calle, con sus manos aún en el volante, bajó la cabeza.

—Minho, ¿en serio estás bien?

El mayor negó.

—¿Quieres hablar?

—Sólo abrazame, por favor—.  Balbuceó con una voz muy baja.

Jisung con un poco de timidez lo abrazó, sintiendo de inmediato los brazos de Minho rodearle su espalda y su cabeza siendo apoyada en su hombro.

Después de unos segundos, se escucharon los sollozos del peli-rojo.

—Ellos me odian, y yo aún intentó que me acepten, pero nunca me tienen en cuenta, no les importó... Me siento solo, estoy cansado, no puedo seguir con esto, cada vez que creo que voy a salir, vuelvo a entrar al maldito círculo de dependencia.

Jisung no sabía que decir, no es bueno dando consejos, y tampoco entendía a que se refería Minho.

—Jisung—. Susurró.

—¿Qué pasa?

—Debes alejarte de mí.

—¿Qué? ¿Por qué?

—No soy bueno para ti. 

El menor dejó de abrazarlo, e intentó conectar su mirada con la de Minho, pero él tenía su cabeza baja, así que tuvo que agarrar su mento y levantarlo, logrando que sus miradas se conecten.

—Deja que yo decida eso.

Minho rompió con el contacto visual que estaban teniendo, agachando la cabeza.

—No soy lo que tu crees, no soy lo que te mostré. La única verdad que te he dicho es que amo a los gatos y que tú me importas, el resto sólo fue una máscara que creé para ti, porque sé que si te muestro mi verdadero yo, te irás, nadie se queda una vez que me conoce.

Minho paso su dedo índice por su mejilla, para limpiar las lágrimas que estaban cayendo.

—Quiero conocerte entonces, quiero conocer al Minho que ama a los gatos y al cual le importó.

El peli-rojo levantó su mirada y le sonrió.

Jisung es un ángel, con aquella sonrisa tan preciosa y su aura que transmitía tanta paz, él no lo merecía, Jisung no merecía tener a alguien como él en su vida.

—Eres tan bonito—. Llevó su mano hasta la mejilla de Jisung acariciarla—. Pero cuando veas lo podrido que estoy y toda la mierda que escondo te irás.

—Dame la oportunidad de conocerte, entonces.

¿Cómo no podía decirle que no? ¿Por qué había dejado que Jisung tenga tanto poder sobre? ¿Por qué había caído tan fácil ante él?

—Tengo miedo.

—¿A qué?

—No quiero apoyarme en ti, y que caigas —. Pasó sus manos por su cabello. Se enderezo en el asiento, posicionando su vista en el frente—. Soy adicto, desde los 18 años... Me mantuve limpió por varios  meses, porque quería mejorar, pero volvi a caer, y no importa lo que haga, vuelvo al mismo punto de salida, no qui...

—Dejame ayudarte Minho, por favor—. Lo interrumpió.

—Tengo tanto miedo de ahogarte en este mar que me encuentro, no quiero hacerte más daño, quiero hacerte bien, pero yo no estoy bien. Te hundire conmigo, o te irás, una de dos, y en cualquiera salgo perjudicado.

Jisung puso su mano sobre la de Minho, y la acarició con calma.

—Aprenderé a nadar.

—¿Qué?

—Aprenderé a nadar por ti. Te quiero, Minho, y me importas, así que si es necesario, aprenderé a nadar para ayudarte.

—Tú tienes todas las de ganar en esta vida, no puedes ahogar todas tus oportunidades por una persona como yo, no voy a salir de esto de un día para el otro, y tarde o temprano te vas a cansa...

—Cállate. Y déjame hablar a mí—. Le interrumpió Jisung—. Minho, si no hubiese sido por ti, quizás hoy no estaría acá físicamente, tuve muchos problemas y tú me estas ayudando a superarlos, a pesar de que fui un poco duro contigo al princpio, tú seguías insistiendo y poco a poco fuiste ayudándome, ¿me ves? Estoy aquí, y quiero que formes parte de mi vida, no me importa que problemas tengas.

Minho limpio las lágrimas que habian salido por las palabras tan bonitas que le dijo Jisung, su corazón se sentía como un algodón, tan blando y dócil.

—Está bien, pero... J-jisung... No me dejes, por favor.

Jisung abrazó al mayor, y Minho correspondió al abrazo, sintiendo a su corazón latir con fuerza.

No esperaba esa respuesta, esperaba que Jisung lo llene de preguntas sobre su adicción, pero Jisung no lo hizo, Jisung lo primero que le ofreció fue ayuda y quizás, sólo quizás, eso hizo que su corazón comience a bailar, mientras que aquel sentimiento de agobio se iba desvaneciendo y el sentimiento de tristeza que tanto odiaba se empezó a hacer pequeño, porque uno mucho más fuerte e intenso que se estaba instalando en su pecho.

Ya era momento de sanar, e intentar dejar atrás el pasado, ¿no?

Ya era momento de sanar, e intentar dejar atrás el pasado, ¿no?

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No sé si se nota, pero la personalidad de Minho es un poco impulsiva. Y a parte, él se sentía como una mierda, porque su familia y las personas que fueron parte de su vida lo hicieron sentir así, insuficiente, un desastre, por eso la reacción de Minho, de querer alejar a Jisung, antes de que el vea su verdadera cara, aunque no le ocultaba mucho jeje, también él cree que arruina la vida de los demás y por eso las personas se alejan de él, creo q eso no lo explique jeje

Espero que les haya gustado 💗💗

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