•『 ✶ Remediar ✶ 』•

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Las sesiones se hacían cada cierto lapso de tiempo, no eran muy seguidas, pero había excepciones.

En el transcurso de dos meses, lograron terminar con la primera sesión y empezar apenas con la segunda, que sería la de otoño.

En algunas ocasiones se suspendía por el clima y se debía elegir otra fecha, otras veces, las sesiones se repetían o duraban mucho más de lo que esperaban. Igual, con el tiempo iban bien, haciendo cálculos rápidos, en tres o cuatros meses terminarían con la colección, pero bueno, el trabajo no terminaba ahí, ya que después está el desfile de la colección, y las presentaciones.

Dejando por un momento de lado el trabajo, Minho en este corto tiempo había notado varias actitudes extrañas en Jisung, la que más le alarmaba y preocupaba era que el modelo no comía.

No sabía si comía en su casa o antes de venir, pero siempre que el equipo iba a comer o se anunciaba un receso para comer, Jisung se alejaba del grupo, se quedaba en el estudio y decía que había traído comida, pero Minho se había quedado observandolo en varias ocasiones y en ninguna sacaba o comía algo, se quedaba sentado con el celular.

Minho no era tonto, tampoco era médico como para diagnosticarle una enfermedad, así que comenzó a llevarle comida, día tras día. Y aunque el menor siempre lo rechabaza y lo dejaba comiendo solo, él no tenía pensando rendirse tan rápido, así que nuevamente se levanto más temprano de lo normal, para prepararle algo de comer a Han.

Hoy tenían una nueva sección, esta iba a estar dedicada a los atuendos secundarios, ya que los principales iban a tener un ambiente diferente, según les había informado Yeonjun.

Aunque la cocina no es su fuerte, el pelirojo se defiende bien y entra en la clasificación de bueno, con las comidas que prepara.

Sonrió con orgullo mientras sacaba las empanadas del horno.

En la noche anterior, estuvo pensnado en que podría cocinarle a Jisung, buscó en YouTube y encontró una receta de empanadas de lentejas, le pareció fácil y saludable así que decidió hacerlo.

Guardó las empanadas en un taper, después metió el taper en su mochila, cogió algunas servilletas y su equipo, para salir de su departamento, directo al estudio.

El reloj marcó las doce y media del mediodía, entonces Yeonjn dió el esperado anuncio de descanso.

El personal se fue retirando poco a poco, mientras que Minho se acercó a su mochila para buscar la comida que había preparado a Han.

——Hola~ ——saludó tiernamente——. Te traje empanadas, son de lentejas, las preparé yo.

Jisung levantó su vista del celular y miró a Minho.

Desde que lo conoció, en su cabeza solo había una pregunta; ¿por qué? ¿Por qué le cocinaba y le llevaba comida? ¿Por qué estaba atrás de él? ¿Por qué le gustaba la atención que Minho le daba?

No lo entendía, creía que nunca lograría entenderlo, y quizás por eso le asustaba, no quería aferrarse a ese sentimiento tan cálido que tenía con la presencia de Minho, tampoco quería acostumbrarse a la atención que recibía de él, no lo conocía, no sabía cual eran sus verdaderas intenciones.

——No tienes la obligación de prepararme comida ——respondió seco.

Minho se sentó a su lado, y abrió el taper, sacando una empanada para comer.

——Pero aún así lo hago.

——¿Por qué lo haces? ——preguntó con fastidio, se veía enojado, pero en realidad le gustaba que le ese tipo de atención.

——Te lo diré si comes una empanada, solo una.

La verdad es que no había comido nada durante todo el día, y las empanadas se veían bastante bien, ¿no perdía nada probando, no?

——¿Prometes decirme? ——Minho asintió——. Esta bien, dame una.

Minho emocionado agarró con una servilla una de empanada y se la entregó a Jisung. Tomándose el tiempo de admirandolo, viendo lo lindo que se veía cuando sus cachetes se inflaban por la comida que estaba ingiriendo.

——No me mires, me da vergüenza ——pidió el modelo, mientras cubría su boca con su mano.

——¿Vergüenza? Te ves muy lindo cuando comes, ¿cómo no mirarte? Pareces una ardilla bebé.

——Tus piropos son raros, nunca nadie me dijo que parezco una ardilla bebé.

——Me gusta ser único y diferente.

Minho le sonrió, haciendo que Jisung se pierda un poco en su sonrisa y en esos ojos que lo miraban como si fuera una obra de arte.

¿Por qué lo miraba como si fuera lo más bello del planeta? ¿Por qué le sonreía de esa manera tan linda? ¿Por qué sus ojos tenían ese brillo extraño?

No lo entendía.

¿Por qué Minho gastaría tanto tiempo en él?

Le cuasaba un poco de miedo aquella sensación tan linda que sentía cada vez que Minho estaba cerca de él, no quería ni podía acostumbrarse a ello.

Han comió lo último que quedaba de la empanada que le dio Minho, y lo miró, pidiéndole permiso para poder agarrar otta.

Lee asintió.

——No tienes que pedir permiso, las hice para ti ——dijo Minho——. Quiero cuidarte ——agregó, dejando confundido a Jisung.