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Habían pasado dos días desde que le dieron los resultados de sus estudios, y más de una semana desde que tuvieron la ultima sesión. Hoy volverían a retomar las sesiones. Así que debía tratar de apurarse, si no quería llegar tarde.

Minho en la mañana le habia enviado un mensaje, avisandole que no podría ir, debido a que unos de sus gatos se enfermó, y tenía que llevarlo al veterinario, así que llamó un taxi para que lo llevará hasta el lugar.

Se vistió rápido, ya que había decidió lo que iba a ponerse el día anterior, así no perdía tiempo en la mañana para prepararse.

Maquillo ligeramente su rostro, y luego peinó su pelo. Por último, agarró sus pertenecías para salir de su depertamento.

El día estaba lindo, el sol brillaba en lo alto, pero estaba fresco. El otoño poco a poco se estaba haciendo presente.

En la entrada del hotel, le esperaba el taxi que había llamado con anterioridad, se subió y comenzó su viaje.

Hoy tocaba los vestuarios de otoño, así que Yeonjun había decidido que la sesión sería en un parque, para ser más específico, el parque principal de la cuidad.

En el lapso de una hora más o menos, llegaron al lugar.

Tras pagarle al taxista, bajó del auto, siendo recibido por una estilista, la cual lo llevó de inmediato a una de las carpas que había en el lugar para empezar a prepararlo.

Después de maquillarlo y peinarlo, la estilista junto a su acompañante, salieron de la carpa, para que Jisung se cambiará.

El atuendo era una pollera de color maron, con palabras escritas con cuadraditos, pero a la vez esas palabras formaban otros cuadrados, sí, Yeonjun tenía mucha imaginación para la ropa. Unas medias red negras, una blusa negra, con trasparencia y un saco de lana de color blanco.

Se miró al espejo, sonriendo con orgullo al ver que le quedaba bien, le gustaba como se lucía el atuendo en él.

Le dió permiso a las mujeres para que vuelvan a la carpa, y terminen de darle los últimos toques.

La estilista comenzó acomodar la blusa, metiendola dentro de la falda.

—Parece que engordaste un poco—. Dijo con una risa suave.

Sabía que probablemente su comentario no buscaba ofenderlo, pero le había dolido.

—Oye, ¿estás bien?— Preguntó la mujer, al ver que los ojos de el modelo se cristalizaron.

Jisung no respondió, salió corriendo del lugar dejando que sus lágrimas caían.

Estaba feo, estaba gordo, y eso nunca cambiaría.

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Cuando Minho llegó al set, le avisaron que Jisung se había ido, sin explicar nada, y que no respondía las llamadas, Minho ni siquiera pensó mucho, y fue a buscarlo, para asegurarse de que todo estuviera bien, pero hace más de diez minutos que estaba golpeando la puerta, sin obtener respuesta.

La desesperación se estaba apoderando de él.

—Ve a buscar una copia de la llave en la recepción—. Le sugirió uno de los vecinos y Lee salió corriendo.

Bajó lo más rápido que pudo por las escaleras, y una vez llegó a la recepción, le explicó rápidamente lo que pasaba al recepcionista, y este sin dudarlo, le entregó la llave.

Cuando llegó a la habitación de Han, introdujo la llave y la abrió con bruscamente.

Todo estaba vacío, no había rastros de Jisung.

Preocupado fue hacía la habitación, y él no estaba ahí.

Se estaba poniendo muy ansioso.

Escuchó ruidos provenientes del baño, y no dudó en ir hacía allá.

—¿Jisung? ¿Estás ahí?— Dijo, mientras golpeó la puerta.

Sin respuesta. Sólo se escuchó el sonido de arcadas.

Comenzó a golpear la puerta con más fuerza, y mucha más desesperación.

—Jisung, por favor.

—¡No lo entiendes Minho, nadie lo entiende!—su voz se escuchaba débil.

Minho no sabía como actuar o que decir, no sabía como se encontraba Jisung, no sabía que estaba haciendo detrás de aquella puerta.

—No tienes que hacer esto. Jisung, ya sabes que no te ayudará en nada, sólo te daña.

—Engorde, estoy gordo, y nadie me va a querer así, gordo y feo.

—¡Yo sí te quiero, Jisung! Pero no quiero que estés aferrado a un inodoro, causándote un vómito, no quiero que estes arrodillado rendido, va a ser difícil y te va a costar deshacer una idea que te han metido durante tanto tiempo en tu cabeza, pero Jisung, mirate un segundo, mira esos cachetes tan lindos, mira tu piel, tu cintura, tus piernas, todo lo que se refleja en el espejo eres tú, y eres precioso, cada parte de ti es hermosa, y cada vez que te arrodilas frente a ese inodoro se pierde un poco de ti. Está no es una buena menera de bajar de peso, esto no te ayuda en nada. 


La puerta con lentitud se fue abriendo, dejando ver a Jisung, con sus ojos llenos de lágrimas, una remera y un pantalón ancho, y una palidez por todo su cuerpo.

Minho no pudo decir nada, sólo lo abrazó.

—Lo siento, sé que te he decepcionado—.  Balbuceó—. Pero no puedo controlarlo, Minho.

—Tranquilo, no me has decepcionado, bebito, todo está bien, todo estará bien, ¿sí?

Jisung susurró un leve "sí" y aferró sus brazos con más firmeza a la espalda baja de Lee, deseando que él no lo dejé, que se quedé, deseando que el sentimiento de paz que le transmitían Minho con un  simple abrazo, se mantenga por mucho tiempo, porque lo necesitaba.

Minho acarició el cabello de Jisung, y pidió con todas sus fuerzas poder ayudarlo y sacarlo del ciclo sin fin que se encontraba.

Minho acarició el cabello de Jisung, y pidió con todas sus fuerzas poder ayudarlo y sacarlo del ciclo sin fin que se encontraba

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Muchas gracias por su apoyo, los, las,
les quiero mucho 💌 

Capítulo dedicado a jissunggiie

Recuerden que no deben criticar ni opinar del cuerpo ajeno, no importa si su comentario no tiene mala intensión, no saben como se lo puede tomar la  persona o como le puede afectar :)

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