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Minho se ofreció para prepararle una merienda o algo para comer, pero Jisung se negó, diciendo que necesitaba dormir un poco, así que Minho lo acompaño hasta su habitación.

Se iba a retirar, pero Han le pidió que se durmiera con él, y Lee no podía negarse.

Jisung tomó el atrevimiento, de recostarse sobre el pecho de Minho, abrazandolo, como si de un peluche se tratará, mientras el contrario le hacía mimos en su cabello.

No quería hablar, sólo quería ser mimado, y que la presencia de Minho poco a poco vaya eliminando esos sentimientos tan feos que tenía.

Para él, toda esta situación era difícil de confrontar y lo hacía sentir muy vulnerable no tener el control.

Desde aquella visita al médico, se encontraba en una lucha constante contra aquella voz que le repetía que estaba gordo, que le exigía hacer ejercicio, que lo quería convenser que con un poco de agua y no comer estaba bien.

Y cada vez que acababa una comida, en su estómago aparecía una sensación incómoda, que le pedía ir al baño, se sentía culpable con cada comida ingerida.

Estaba tan acostumbrado a conformarse con un poco de pan y agua, incluso su cuerpo podía pasar más de un día sin comer, usaba las horas de la comida, para hacer ejercicio y creía tener autoestima cuando las personas lo elogobian por haber bajado de peso, ¿cómo podría deshacerse de todos esos hábitos de un día para el otro? 

Le costaba ser fuerte, y más cuando en el espejo, seguía viendo esos kilos de más.

Sabía que su estado emocional estaba muy frágil, y cualquier golpe, por más débil y pequeño que sea, podría derrumbarlo de nuevo, así como había pasado hoy.

Verse gordo le causaba mucha inseguridad, y comer le daba miedo. No quería volver a pisar el pasado.

Tenerlo a Minho, haciéndole mimos, lo hacía sentir más fuerte y seguro, pero también le recordaba lo solo que había estado todo ese tiempo.

Su padre nunca se preocupó por él, nadie lo hacía, a nadie le importaba antes de que Miho llegará, y eso lo hacía sentir peor.

¿Qué pasaría con él, cuando Minho se vaya?

Sin autorización, las lágrimas comenzaron a salir.

—Jisung, ¿por qué lloras?— Preguntó preocupado, al escuchar el sollozo de el rubio.

—M-me siento horrible.

—Jisung, no eres horrible—. Verbalizó, levantándose lentamente para poder sentarse en la cama, haciendo que Jisung copié sus acciones—. Eres precioso, y nada, ni nadie va a cambiar eso.

—Y-yo, era gordo, y me molestaban por eso, yo no sé como dejar de sentirme así, Minho, me sigo viendo gordo, y feo, yo no quiero volver a pasar por lo mismo, si engordo el acoso será masivo, los medios estarían hablando de eso, n-no podría s-soportarlo.

Minho llevó su mano al mentón de Jisung, y lo alzó, haciendo que su cabeza se levanté y su mirada se fije en él.

—La forma en la que tú estabas intentando mantenerte delgado, no era saludable, sólo te estabas dañando.

—Me hacía bien.

—No te hacía bien, no digas eso.

Jisung se levantó de la cama, y corrió hacía la cocina, siendo seguido por Minho.

—¡Me doy asco!— Gritó, una vez se encontró en frente del espejo—. Me veo espatanso, mira mi cuerpo, es horrible, mi rostro n-ni siquiera es lindo.

—No digas eso, eres hermoso—. Se apresuró a decir, cuando notó el menor empezaba a llorar con más intensidad.

—No lo suficiente.

—Eres mucho más que suficiente.

Jisung se arrodilló frente al espejo, y empezó a apretarse el estómago con brusquedad.

—¿Por qué sigues aquí? ¡Vete! No merezco que nadie se preocupe por mí, no merezco nada.

Rápidamente, Minho se acercó a Jisung y agarró sus manos, para impedir que se dañe.

—¡Déjame! ¡Ellos tienen razón, nadie va a quererme así! ¡Déjame hacerme daño, l-lo merezco!

Minho lo atrajó hacía él, y lo abrazó.

—No lo mereces, Jisung, por favor, no digas eso.

—Sólo te quedas conmigo por lástima, ¿no? Nadie puede quererme así, nadie—... Susurró con una voz débil—. No deja de doler, Minho. El tiempo no está sanando nada, y mi cuerpo duele, me siento cansado, quiero vomitar y no he comido nada... Soy un desastre, y no puedo controlarlo.

El mayor movió con cuidado el cuerpo de Jisung, e hizo que quede en frente del espejo nuevamente.

—Mira—. Pidió, y Han negó—. Ahora no puedes ver lo hermoso que eres, te niegas a mirarte, y apreciar la belleza tan genuina que tienes, pero yo sí la veo, y por eso, de ahora en más, te recordaré todos los días lo hermoso que eres, quizás así, en algún momento logres verlo también, ¿no?

—N-no quiero volver a estar solo—. Dijo, mientras se aferraba al cuerpo del contrario.

—Estoy aquí, precioso, no te dejaré, ¿sí? Sólo se fuerte, te prometo que todo estará bien.

El menor alzó su vista, y lo miró, con esos ojos que reflejaban tanta angustia.

—¿Puedes quedarte a dormir?

—Sí, bonito, me quedaré.

Y esa respuesta fue suficiente para que Jisung se sienta un poco más tranquilo.

Se acurrucó contra el peli-rojo, dejando que sus inseguridades sean opacadas, por esa sensación de protección que le transmitía Minho.

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hola, aparezco

El video que dejé en multimedia, les ayudará a entender un poco mejor la cabeza de los personajes, si bien tienen un tipo de crianza específico, decidí  mezclar un poco y combinarle algunas cosas de cada estilo de amar eje

Capítulo dedicado a LaBanditaperdida21

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