Capítulo 47

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Grabriel

 Sí, a Peter le habían prometido que lo llamarían, ya sea por alguno bueno o por algo malo. Sinceramente ambos creemos que lo van a contratar, y estoy muy orgulloso de él, pero mi cabeza no deja de reproducir el momento en el que vi a Judith con los Holland, como no. A veces pienso que el mundo me odia. Ver a Judith me ha producido sensaciones las cuales llevo evitando desde que se marchó. Tristeza, melancolía, remordimiento. Todo negativo para mí. Ella fué la que se alejó de mi vida para meterse en la de Tom. Ella ya no es mi problema.

-¡Lo he bordado!- grita Peter mientras lo llevo a tomar helado, le sonrío con ternura. 

-Es cierto, seguro que te cogerán- me devuelve la sonrisa.

-¿Viste a los otros? Por favor, no saben dominar el español como yo lo hago- dice feliz. Y es  cierto, creo que lo habla incluso mejor que yo siendo español.

-Lo has hecho genial, así que estate atento a tu teléfono para cuando te llamen, ¿de acuerdo?- le aviso, él asiente.

-Bua, me siento... feliz- dice mirando a ningún punto en concreto, yo le sonrío con ternura. -Ahora todo cambiará- continúa.

Seguimos en la heladería un tiempo más hasta que a Peter le entran enormes ganas de ir al servicio, entre risas nos dirigimos al apartamento. He decidido que si cogen a Peter, podría quedarme un tiempo más aquí, es  decir, así no tendría por qué pagar casi todo yo, y el apartamento está genial para dos personas. 

Agradecidamente mi jefa me ha comunicado que mañana me necesita en el restaurante y con toda la alegría he aceptado felizmente, trabajar es de mis cosas favoritas, bueno, alomejor es por el simple hecho de que aquella misteriosa chica se encontrará nuevamente en el lugar.

Llegamos al apartamento y mi amigo sale disparado hacia el servicio provocándome leves carcajadas, me dirigo al incómodo sofá y me quedo pensativo. ¿Y si compramos otro? pienso preguntarle a Pete cuando salga. Pronto escucho la cisterna y lo hago.

-¿Qué te parece si compramos otro?- lo miro. -O mejor, ¿qué te parece si decoramos de nuevo todo el apartamento?- pienso mejor. Él me mira con asombro.

-Bueno, no me parece mala idea, es más, pronto ganaré mi propio dinero así que podría devolverte la mitad, ¿no?- dice ilusionado. 

-¡SÍ!- le grito con una sonrisa. Así que sin más que decir nos acercamos hacia la estantería a por las cosas necesarias -como el dinero- y nos ponemos en marcha. ¡A COMPRAR MUEBLES!

Nos llevamos el resto de la tarde comprando y comprando, hasta que decidimos volver a casa y organizar y limpiar un poco antes de que este miércoles nos lleguen las cosas. Llega la noche y agotados como nunca nos sentamos en el horrible sofá para ver cualquier cosa de la televisión, todo está en silencio hasta que Peter lo interrumpe.

-Hoy ha sido un día de locos- confiesa divertido.

-Tienes razón...- pero me refiero a lo de Judith, no me la puedo quitar de la cabeza, ¿estaba haciendo bien intentando evitarla? pasara lo que pasara sigue siendo mi prima, pero no soporto tenerla cerca con sus nuevos amigos. Sacudo la cabeza disolviendo esos pensamientos, agarro una cerveza de la mesa y Peter me imita. -Por tu nuevo trabajo- ambos chocamos las cervezas y le damos un largo trago.

Me despierto por la luz que ilumina todo el salón de estar, nos hemos quedado dormidos en el maldito sofá, miro la hora en mi teléfono y me levanto tan rápido como puedo con mi corazón agitado. ¡DIOS MÍO VOY A LLEGAR TARDE AL TRABAJO! no me molesto en despertar a mi amigo que aún duerme como tronco. Voy a la habitación y me visto con torpeza, busco mis llaves y cuando las encuentro, ruidosamente abro la puerta, observo a Peter temeroso pero sigue roncando, así que me alejo de allí en dirección al trabajo.

The Trip Of My Life /Tom Holland /TERMINADA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora