Capítulo 39

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Mis ojos se abren con dificultad ¿qué hora es? quiero mirarlo, pero no tengo a mano mi móvil, me voy a levantar para buscarlo cuando un peso en mi abdomen me lo impide, sonrío al darme cuenta que es el brazo de Tom, lo aparto cuidadosamente, intentando no despertarlo -Uhm- mierda, abre sus ojos lentamente y también parece algo desconcertado, pero cuando gira su cabeza y me ve, solo sonríe -buenos días, Tom- digo devolviéndole la sonrisa -buenos días Judith- sonríe aún más y vagamente nos levantamos del suelo en el que hemos dormido juntos -wow, aunque sea suelo, se duerme bien- me mira irónicamente -demasiado bien- ambos reímos, recogemos todo y lo guardamos, nos montamos en el coche y Tom lo arranca, o eso intenta -fuck, fuck, fuck- Tom cierra los ojos fuertemente echando la cabeza hacia atrás, apoyándola en el asiento, lo miro preocupada -¿qué pasa?- sin dejar su postura, me contesta suspirando -nos hemos quedado sin batería- y yo creo que ya sé porqué -nos quedamos dormidos con la música puesta -pasa sus manos por su cara aún adormilada -tendré que llamar a alguno de los gemelos, o a Harrison, espera, ¿qué hora es?- enciendo mi teléfono para poder verla -son las doce- es bastante tarde -uff, Hazz está en una sesión de fotos hasta las tres, los gemelos tienen exámenes, y mis padres están ocupados viajando por organizaciones de the brother trust- tenemos un problema, entonces lo recuerdo -¡mierda, mi vuelo! sale a la noche, pero aún me faltan cosas por acabar antes de irme- Tom parece entristecerse -ojalá que pierdas ese vuelo y tengas que quedarte aquí- ojalá... 

No conseguimos arrancarlo, y por ahí no pasan apenas coches, y por ahora, no habíamos visto ninguno -¿qué hacemos? a estas horas todos andan ocupados -podríamos llamar a mi primo- en cuanto lo digo sé que es una mala idea, no tiene coche, no sabe dónde es, además de otros aspectos negativos bastante obvios -olvídalo, es una mala idea- coge su teléfono y marca un número -Hola, sí, soy yo, sé que estás por aquí, por Londres, y quería pedirte un pequeño favor, estamos en...- mientras Tom habla con ese desconocido para mí, yo me pierdo entre las nubes, observarlas me relajan, nubes de Londres, quizás parezco una obsesiva con esta, pero me gusta demasiado, es decir, todas las calles, monumentos... me parecen increíbles, y no es la mejor ciudad, es decir, para algunos sí, pero a otros nos gusta más por los recuerdos que ejercen en ella. Siempre, desde que era pequeña me ha gustado esta ciudad, pero ahora más, tengo muchos recuerdos aquí, quizás los mejores, espero volver pronto, perdida en mis pensamientos, a lo lejos escucho una voz, supongo que la de Tom -¡Jud!- me golpea levemente el hombro -¿sí?, perdona, estaba...- vuelve a mirarme fijamente a los ojos, lo que me pone muy nerviosa -en fin, ¿vienen a rescatarnos?- noto como se ríe -desgraciadamente no, una amiga iba a venir, pero le ha surgido un problema, hoy todo el mundo parece estar ocupado. Ya, y nosotros aquí como dos imbéciles a los que se les olvida apagar la música- me mira molesto -fue tu idea- yo me cruzo de brazos intentando no llorar, no quiero peleas, las odio, y menos con él, vamos Jud, no llores, eres una mujer fuerte, y ni siquiera estáis peleando... nota mi estado -perdona, no debí hablarte así- me dedica una tierna sonrisa -no, no pasa nada, es que soy muy sensible a discutir, ríe y marca de nuevo otro número -no tenemos otra opción.

La grúa carga el coche y se va, Tom y yo respiramos relajadamente -ahora podemos volver- ya son las dos de la tarde y debería estar en casa -no quiero, no quiero tener que preparar las cosas e irme sola- acaricia mi mejilla -prometo que nos volveremos a ver, haré lo que sea- sin poder evitarlo, me abrazo a él mientras lloro, me acaricia la cabeza y me promete que pronto volveremos a vernos -pero, pero os voy a echar mucho de menos a todos- nos quedamos en silencio, Tom me da un papel y me seco las lágrimas volviendo a casa. -Gracias por todo lo de ayer y en parte lo de hoy- se encoge de hombros -gracias a ti por dejar la música encendida- le doy un codazo y el ríe con esa risa que nos deja a todas embarazadas, cierro la puerta detrás de mí, siento mariposas en el estómago, me siento como en una película romántica -¿dónde estabas?- interrumpen mi felicidad del momento -con Tom- respondo seria, lo miro, está vestido casual, parece que va a salir -pensaba que llegabas antes- asiento -bueno, pero Tom me llevó a un sitio después- el ambiente es tan frío que siento como me congelo -podrías haberme avisado- está enfadado -podrías haberme llamado- le digo sin más, voy a subir las escaleras cuando lo oigo gruñir, algo que detesto de alguien cuando discuto -no hagas eso- ríe sarcásticamente -¿el qué, esto?- lo hace de nuevo -¡para!- me acerco a él y lo empujo, haciendo que caiga al suelo, él me mira furioso, triste, decepcionado, sin mirar atrás subo las escaleras como tan rápido puedo, cierro mi puerta de un fuerte golpe y me voy a la ducha, no sé que nos está pasando.

The Trip Of My Life /Tom Holland /TERMINADA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora