Judith Gil, una chica de 18 años con grandes planes para el futuro, en el que claramente, Tom Holland está. Tiene mucho dinero gracias a su querido tío Pablo, su mayor sueño es viajar a Londres y poder conocerlo. Pero unos pequeños atajos hacen que...
Todos los conocidos de Rebeca nos encontramos en la sala de espera, ansiosos por saber los resultados de la prueba. Paco, el padre de Rebe, abraza a Marie, su mujer, que llora desconsoladamente, se siente culpable por el accidente de su hija.
Rebeca y Abril son las únicas de nuestro grupo que saben conducir, el resto estamos en ello. Según me ha contado el padre de Rebeca, tuvo el accidente cuando hablaba por teléfono con la madre mientras conducía, algo que Marie no sabía, le echaba la bronca por una tontería y se despistó de la carretera y chocó con otro coche. Las heridas no son muy graves, solo se ha roto el brazo izquierdo. Dentro de lo malo, me alegro de que no tuviese relación con lo del trabajo de sus padres, su madre debe odiarse. Esperamos durante una hora a los resultados, miro el reloj, son las nueve de la noche, no sé cuanto tiempo llevo aquí, estamos angustiados, sin saber que hacer. Yo recibo un mensaje de Tom.
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Wow, Sam duerme más de lo que imaginaba. No supe que contestar a sus mensajes, me gustaría llorar y gritar de alegría, pero tengo una amiga en un mal estado, así que quizás sus padres me odiarían.
-Judith, no tienes por qué quedarte aquí, mañana es domingo, deberías aprovechar antes de volver a la rutina, cielo- Paco me sujeta la mano y me mira compasivo. -Lo siento, pero no pienso irme sin saber que Rebe está bien- lo miro seria y él me abraza mientras llora. -Gracias, gracias- me abraza y me moja todo el hombro de lágrimas.
-¿La familia de Rebeca Gálvez?- un señor vestido con una bata larga y blanca, sostiene unas fichas y parece serio. -Sí- dice Marie temblando.
-Rebeca está bien, para un accidente, está bastante bien, solo tiene como ya saben su brazo izquierdo roto, pero nada serio, todo está perfectamente, seguiremos haciendo pruebas por si acaso, mañana podrá irse a casa- al oír eso, todos los presentes soltamos un sonoro suspiro, Paco abraza a Marie mientras sonríen aliviados. -Ah, y...¿quién de ustedes es Judith?- suelto un leve "yo" y lo miro curiosa.
-Rebeca la llama- tras decir esto sale por la puerta de al lado. Me miran esperando a que vaya junto a ella y es lo que hago.
-¡Judi!- al fin veo a mi pequeña sonriendo. -¡Hola! ¿cómo estás?- ríe flojo y asiente. -No te he llamado para hablar de mí Judi, me encantaría saber todo detalle sobre el viaje, pero según sé, todo fué genial, pero no tienes tiempo para decŕimelo- me acaricia el brazo y me mira esperando a que le pregunte. -¿Qué?- parece estar esperando este momento.
-Pues eso, mañana debes irte a Londres con tu primo, tienes que deshacer tu maleta y volver a hacerla, así que debes irte ya- me tira un beso y se despide con la mano. -¿Eres tonta? teniendo una amiga como tú en este estado... no es ni una opción, no puedo irme, ahora no. Además, mi primo está con asuntos familiares, tampoco tenemos hotel-
-Querida Judi, cuando desperté, que fué hace unas horas, hablé con mis padres para que llamaran a tu tío y a tu primo, le dijeron que te fueras mañana a Londres, que yo estaba bien, tu primo sin dudarlo empezó a buscar hotel y todo, solo falta que hagas tu maleta y te vayas mañana. No quiero sentirme la culpable de que no disfrutes de tu viaje- busca mi mirada y cuando la encuentra, me mira con cara de asesina para que acepte. -No puedo ir, aunque estés bien... tenemos clases, Zaniel me espera para vernos...- me pone su dedo en mi boca para callarme y habla. -¿Desde cuándo te importa Zaniel?- ahí la ha clavado. -Desde nunca pero...- vuelve a interrumpirme y ya me empiezo a hartar. -O vas, o vas, si no vas te juro por lo que más quieras que me sentiré fatal, por dios Judi, aprovecha ahora, hazme caso. Tu ídolo te espera...- me guiña un ojo acompañando a lo último, de repente empiezan a entrar médicos en la habitación y me ordenan que van a comenzar las pruebas, que debo irme. Miro a Rebe que me hace un corte de manga mientras me tira un beso. -¡VE, Y TRÁEME A ESE HARRISON O A ALGUNO DE LOS HERMANOS!- río ante tal pensamiento y salgo.
Quizás Rebeca tenga razón, tengo que aprovechar que puedo, además sé, porque la conozco que si no voy, se sentirá fatal el resto de su vida. Me despido de todos y les deseo ánimo y me voy del hospital, parece que el plan de Rebeca ya lo sabían todos pues me miran sonrientes mientras me marcho.
Entro en casa alegremente, Rebeca está bien y me ha "obligado" a ir a mi ciudad favorita. En la cocina veo a mi tío preparando galletas y a mi primo sentado en el comedor con el ordenador, cuando me ven, se acercan a mí corriendo y me abrazan. -¡Judi!- mi primo me mira y veo cómo le brillan los ojos. -Me alegro que hallas aceptado la idea de tu amiga- mi tío también sonríe y luego vuelve con sus galletas, huele de maravilla. -Ya, yo también, tiene razón- me siento junto a mi primo, veo que revisa la hora de salida de nuestro avión, ya ha comprado los billetes.
Estoy muy feliz porque voy a volver a verlo, pero no puedo evitar ponerme MUY nerviosa al pensar que volveré a verlo, y ya no tendré tanta vergüenza, quizás convezca a mi primo para que se vaya con los hermanos y me dejen con Tom sola... LO SIENTO
