esto debe ser obra de san ricky fort
Narra Aaron.
—Sí —una sonrisa se escapa de mis labios sin poder evitarlo.
Jace cierra sus ojos con fuerzas y coloca su mano en su frente.
—¿Acaso eres estúpido? Pudiste haberle advertido a West. Arruinaste una relación.
Resoplo. No somos capaces de saber que pudiese haber pasado.
—Christopher es un imbécil —bufo.
Mi amigo eleva sus cejas—. ¿Eso es lo que dirás en tu defensa? No conozco a este Chris, pero creo que nadie se merece que le quiten a su novia.
—De todas formas, West o no West, su noviecita le hubiese puesto los cuernos igual —murmuro alzándome de hombros. No quita el hecho de que Sophie se haya puesto celosa y West, bueno, mi amigo simplemente pasaba por el lugar. Pudo haber sido cualquiera, pude haber sido yo.
—¿No te das cuenta de que ahora este chico tiene más camino libre con Indy?
Tensiono mi mandíbula. Lo pensé demasiado tarde.
Narra Indy.
Cuando bajo a desayunar, me doy cuenta de que es temprano y me sorprende bastante.
Escucho la voz de Jace desde las escaleras, Dios mío, ese chico es muy madrugador. Claramente el chico no es ningun esquizofrénico así que solo no habla. Identifico la voz de Aaron. Muerdo mi labio, hace días que no le dirijo la palabra.
En la cocina, mis sospechas se confirmaron. Jace sostiene una taza de café entre sus manos y Aaron este vacio. Se susurran unas cosas entre ellos, Aaron asiente de vez en cuando como si estuviera escuchando instrucciones. ¿Y estos qué?
El de ojos azules salta del susto al verme.
—¡Indy!—sonríe Aaron de la misma nada. Elevo mis cejas, ¿desde cuando me trata con un humor tan impecable?
—Mh...Hola—murmuro lo mas cortante que pude. Es tan raro que lo primero que se me pasa por la cabeza es que pueda ser alguna broma-
—¿Quieres ir a caminar por ahí?—pregunta a mis espaldas.
¿Caminar por ahí? ¿Qué dijo?
—No, gracias. Tengo que desayunar—aclaro mi garganta para opacar mi confusión.
—Invito yo —avisa.
Y a mi qué.
Sin esperar respuesta por mi parte, me toma de la mano y a pesar de mis protestas, me arrastra hasta la puerta. Al salir, los rayos del sol golpean mi rostro con demasiadas fuerzas. Son las ocho de la mañana, joder.
—¡Que no quiero, Johnson!—grito moviendo mi brazo como gusano para librarme de su agarre.
—Sí quieres.
Muerdo mi labio. Que pesado.
—Bueno, ya suéltame —suspiro rendida.
—¿No escaparas?—interroga alzando una ceja.
Me mira por unos momentos, intentando descifrar mis intenciones.
—No—contesto al fin.
Con desconfianza, suelta mi brazo. Lo sacudo un poco y continuo caminando a su lado, como dos personas correctas.
Ahora que me quedo quieta, hace bastante frio. Es que este estúpido no me dejo sacar ni un abrigo. Tengo puestos unos estúpidos pantalones de pijamas que son cortos y una remera de tirantes finos, en los pies tengo unas ojotas.
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¡Aléjense, Playboys! (SIN EDITAR)
Teen Fiction[SIN EDITAR] Nada mejor que un verano en la playa para despejar la mente y respirar tranquilidad. O al menos eso es lo que pensaba Indiana Adams al comenzar el verano. ¿Qué iba a saber ella de los planes de su familia? Un verano con los playboys de...