16 | Sobrevivientes del Apocalipsis.

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Narra West Adams.

Me despierto con un fuerte dolor de cabeza. ¿Donde estoy? Hace frío. ¡Mama apaga el aire acondicionado! Alto. No, no es eso esta vez. Abro  mis ojos con dificultad e inmediatamente me doy cuenta de que estoy acostado en arena. Sí, así como lo pinto. En media playa. Me reincorporo y percato que estoy desnudo. Mierda.

El sol apenas sale por el horizonte, un viento fresco que me hiela hasta los huesos se hace presente. ¿Qué pasó ala?

Miro a mi lado al oír una fina respiración. Si es lo que yo creo que es, estoy loco del mate. Observo la cabellera rubia de la chica desnuda. La giro cuidadosamente para ver quien era.

Demonios, soy un imbecil a mano alzada. Es Sophie.

Narra Leslie Stuart.

Me siento mareada y perdida por un instante al abrir mis ojos. Le doy un rápido vistazo a mi alrededor. Reconozco a Natalie tirada a unos metros de mi. Me levanto del suelo preguntándome donde habrán quedado mis tacones. Me tambaleo un poco al darme cuenta en donde demonios estoy.

Que bien. Me encuentro en el techo.

Así como lo pongo, en el techo de la casa. Resoplo al darme cuenta de la gran vista a la playa que tiene. Hay que venir aquí mas seguido. Entrecierro a mis ojos al reconocer una pareja desnuda en la arena. Es que la gente de hoy no tiene dignidad.

Niego con la cabeza y me pongo a levantar a Natalie. Necesito respuestas de como acabe en el techo.

Narra Matt Oliver.

Me despierto como un bebé. Debería sentirme mal, pero vomité todo el alcohol en mi organismo la noche anterior. Solamente siento un terrible dolor en la espalda. Logro reincorporarme entre quejidos.

Estoy la mitad de las escaleras. ¿Qué se supone que hago aca?  Pero lo peor...es que tengo un traje de enfermera puesto. ¿Cómo demonios termine así?

Narra Jace Collins.

Me levanto gracias a los rayos de sol que entraban por mi ventana, dejé las cortinas descorridas y esta pagando factura.

Lo bueno es que ya me siento mejor por los golpes  de ayer. Me estiro al levantarme y pronto me doy cuenta de que mi estomago ruge de hambre. Abro la puerta para irme abajo cuando casi salto del susto al encontrar a un desconocido durmiendo en el suelo del pasillo. ¿Que mierda paso en esa fiesta?

Pero esto da miedo. Arrastro al chico hacia el baño y lo encierro ahí. Quizás no fue la mejor reacción.

Narra Indiana Adams.

El dolor de cabeza que porto es impresionante. Con el ceño entrecerrado dado a la luz, escaneo mi alrededor. No estoy en mi habitacion, estoy en el patio, en el borde de la piscina para ser exactos.

¿Como acabé en este lugar de la casa? Levanto mi vista y mi corazón casi salta del susto al reconocer una vaca atada a un árbol a unos metros de mi.
¿¡Qué mierda hace una vaca en el jardin de mis tios?!

Al parecer al mundo no le pareció suficiente porque volteo a mirar a mi lado. Nadie mas, nadie menos que Aaron.  ¿Por qué siempre termino con él? Parece un imán.

Duerme tan plácidamente que me da envidia. Claro, esto de dormirse en fiestas debe serle normal. ¿Y si lo lanzo a la piscina?

Sonrió maliciosamente.

Narra West Adams.

Entro a la casa sigilosamente con el bóxer que encontré enterrado en la arena.

¡Aléjense, Playboys! (SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora