¡Aléjense, Playboys! (SIN EDITAR)

Capitulo 31.

Dedicado a: vaalucossero

Digan si quieren dedicación acá.

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Narra Leslie.

Una vez que nos echaron del café hippie por "perturbar" el ambiente del lugar, Indiana se fue con West a pasar un "tiempo de calidad de primos" en el cine.

Raro viniendo de ellos.

Y raro de no invitarme porque yo también soy hermana de Indy y prima de West.

En fin. Gire sobre mis talones hacia Matthew.

Me habían dejado sola con el rubio en la calle.

—¿Que vamos a hacer?—pregunte aburrida, pero a la vez algo feliz de pasar tiempo con Matthew.

—¿Perturbar la paz de otro lugar?—Matthew empezó a reír y lo golpee en el hombro.

—Me gustaban los cafés de ahí—hice un puchero—Ahora no puedo regresar mas.

—Ya, si los cafés son asquerosos—hizo una mueca de horror— Vamos por unos helados.

Me encogí de hombros y acepte, después de todo la idea no me sentaba mal.

Llegamos a la heladería que teníamos más cercana a pie y nos metimos.

Agradezco que no sea hipster como la mayoría de las cosas de hoy.

Nos acercamos a la caja para pedir. Matt sacó dinero para pagar.

Seguramente todos esperan que saque mi dinero y comienza a pelear por quien va a pagar.

Las pantuflas de mi abuela, si el chico tiene dinero, el paga.

—¿De que sabores quieren?—nos preguntó amablemente la chica que nos atendía.

—Yo...hmm de chocolate con menta—pedí mi favorito.

Y de repente un teléfono comenzó a sonar, ni siquiera rebusque en mis bolsillos porque ese ring tone no es mío.

—Disculpen—dijo la chica que traía un cartel con el nombre de "Sky" y corrió a atender el teléfono fijo del lugar—¡Natalie, ven a atenderlos!

Suspire agradecida, nuestros helados si vendrán después de todo.

—¿Natt?—preguntó Matthew al ver a la chica pelirroja entrar por una puerta.

—¡Leslie, Matt!—exclamó nuestra pelirroja y se acercó a abrazarnos. Más que nada a Matthew. Mierda. No puedo creer que aún lo quiera.

Luego de unos segundos, quede excluida del abrazo.

—¿Trabajas aquí?—pregunte tociendo.

Logre que Matt y Natalie se separaran.

—¿No es obvio?—río con humor la chica señalando su uniforme.

Matt le siguió la risa.

Creó que acabó de perder el control.

Apreté los puños y cerré los ojos contando hasta cinco.

—Como decía...¿Nos puedes tomar la orden?—pregunte algo molesta.

—Si, claro—dijo Natalie.

—Deja Les, ve a sentarte yo te llevó tu helado de chocolate con menta preciosa-beso mi mejilla.

Me tranquilice un poco y asentí con la cabeza, para luego escoger una mesa del fondo y sentarme.