Capítulo 18.- Confrontaciones, parte 2.

274 61 23
                                    


—Puede usted explicarme a detalle, ¿Que la hizo cambiar su versión de los hechos Señora Marlow? —preguntaba el Juez Johnson con evidente suspicacia —hemos pasado más de 6 meses en todo este proceso y nunca la vi dudar acerca de la culpabilidad e intensión de la señorita Ardley. Así que espero no me considere un tonto. Accedí a esta audiencia privada para dilucidar los hechos y acciones de la Señora Baker, y para serle franco no esperaba que se me presentasen ahora tantas incongruencias con respecto al veredicto realizado ayer.

—Yo creo que me deje llevar por mi dolor y desesperanza señor Juez— sollozaba la mujer ataviada de negro, mientras que un pañuelo blanco se retorcía entre sus manos una y otra vez. — pero luego de ver que esa pobre chica en verdad sería enviada a la cárcel, me di cuenta que cometí un error al llevar las cosas a estos extremos.

Johnson estaba más que molesto, indignado sería la palabra adecuada, cuando le dijo a Helen y su abogado presente:

—Abogado, espero que le haya explicado a su cliente que el homicidio es un delito federal y no puedo simplemente desechar un caso solo porque SU cliente, ¡se haya "compadecido" de la acusada!, Y que además jugar con el sistema judicial de este país está penado.

—Por supuesto Señoría, yo mismo le informé a mi cliente que, aunque cambie el testimonio, eso no detiene el proceso, sobre todo cuando solo resta que usted dicte sentencia. —aclaraba con avidez el representante legal de la viuda Marlow.

—Muy bien, en cuanto al proceso de la Señorita. Candice W. Ardley, me han colocado en una posición bastante inusual y complicada...y no puedo dejar que la señora cambie su versión de los hechos, ¿Sabe lo que ello significa?, esto no solo se trata de "Cosa Juzgada" va mucho mas allá,— el hombre levantó la mano en señal de que lo dejasen terminar, cuando los abogados, Albert y Terry estaban a punto de protestar,— lo que haré es dar prioridad a la audiencia de la señorita Baker optaré por admitir las declaraciones y pruebas que me presentan, quiero ver la contundencia que alegan los abogados defensores y luego veremos la decisión a tomar. Es todo, nos vemos en 30 minutos en la sala como está pautado.

Mientras todo esto ocurría, 2 mujeres habían sido trasladas desde diferentes puntos hacia aquel juzgado, sin embargo, sus expresiones eran muy distintas: la joven denotaba unos ojos hinchados y enmarcados en unas profundas ojeras de color violeta, pero nada de eso le preocupaba, ella parecía no estar allí, ataviada con el vestido negro y un rostro espectral, estaba convencida de que simulaba total tranquilidad, aún en sus peores circunstancias era capaz de dejar de lado su propio sufrimiento para no lastimar más a sus seres queridos, no obstante en los confines de su mente se libraba una batalla, pues aún no aceptaba ese cruel destino.

Ante los ojos de quienes la conocían no parecía ser la chica alegre y vivaz de siempre, esa imagen perturbadora de Candy caminando en custodia no sería fácil de borrar de la mente de los pocos presentes.

Por otro lado, entraba también la afamada actriz Eleonor Baker, el peinado sencillo con una coleta baja no lograba ocultar su innegable belleza, ella si irradiaba algo muy parecido a la aceptación, quizás fue eso lo que molestó aún más a hijo, quien no comprendía como podía reflejar esa paz en su mirada, estando en tan grotesca situación.

Por supuesto que aquello era bizarro para él, se hubo obligado todo este tiempo a no demostrar, a permanecer en un estado de anestesia mental que rayaba en la separación de sus emociones, cosa que para un ser tan pasional y arrebatado significó un total fracaso, sin duda todos a su alrededor podían dar testimonio de ello, mientras él se sentía como el pobre atlas haciendo un esfuerzo supremo para no dejar caer su mundo.

La hora había llegado, y era trabajo de Hartson lograr que todas las piezas del rompecabezas encajasen, mientras que en contrapartida la fiscalía invertiría sus energías en desacreditar todas las pruebas y testimonios, pues no estaban dispuestos a dejarse robar el triunfo recién conquistado con el anunciado veredicto a Candy.

Mientras la tensión hacía cada vez más pesado el ambiente del recinto, se escuchó la voz advirtiendo, de acuerdo al protocolo del acto, la entrada del Juez:

—...Todos de pie, preside el Juez Johnson.

—Tomen asiento por favor, ya he dado las advertencias pertinentes a los abogados, así que estando conscientes todos de lo irregular de esta situación, y a fin de no coartar el ejercicio de la persecución penal o el derecho a la defensa de la señorita Baker, debo también considerar la importancia, de estos alegatos, para la Señorita Ardley, así que he permitido el desahogo de las nuevas pruebas documentales, materiales, periciales y testimoniales que han surgido, por lo cual señor fiscal está usted llamado a comenzar a exponer el sumario.

—Gracias Señoría, en realidad esta fiscalía centrará sus actuaciones en demostrar que la Señora Eleonor Baker, ha escogido su propia incriminación para ayudar a la ya juzgada Candice White Ardley, en un burdo esfuerzo de deshonrar la ley. Demostraremos ante esta audiencia que todo el exabrupto vivido ayer en esta sala, solo obedece a la más notable de las actuaciones de la actriz, que lleva como el único propósito ganar tiempo para que la defensa de manera bastante cuestionable, teja hechos aleatorios que presentará como una retorcida fantasía de conspiración en contra su cliente. Al terminar, el tribunal deberá sopesar la sanción correspondiente y ejemplar para Eleonor Baker, así como también para todos aquellos que se hayan prestado para montar este engaño que irrespeta el dictamen del caso Ardley-Marlow.

"Señoría, damas y caballeros de jurado, al final de esta audiencia todos nos iremos a casa con la conciencia tranquila de haber enviado a la cárcel a la única y verdadera culpable de la muerte de Susana Marlow, esa culpable no será otra que Candice W. Ardley."

—Toma la palabra la defensa.

—Señoría, señores del jurado; luego de un largo juicio donde hemos visto los sentimientos y las pasiones envueltas en este caso, voy a aceptar la metáfora usadas por la fiscalía, y sí, veremos como la actuación de las partes destacadas se hicieron protagonistas de una obra cuyo desenlace estará en manos de ustedes, esta, señores podría terminar siendo, como lo indica la fiscalía, una obra de terror e injusticias o convertirse en la más grande obra de amor y verdad que hayamos podido presenciar en esta sala.

Pero dejando de lado el romanticismo que alega la fiscalía, la defensa se enfocará en los hechos reales, la verdad pura y expuesta quedará demostrada cuando presentemos ante ustedes los testimonios de personas que tramaron un engaño, una traición y una muerte. Sin más preámbulos, la defensa llama al estrado a la Señorita Annie Britter.

Continuará...

ASESINA.-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora