Katya despierta casi todas las noches agitada en su cuarto, con el extraño sentimiento de haber soñado algo real e importante, pero por algún motivo lo único que recuerda es un rayo violeta. Antes de mudarse, tiene una visión en un sueño, en donde p...
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Pasé un día sin muchas clases, en realidad solo eran dos de tres horas, con un intervalo de descanso de diez minutos cada hora, transcurrió sin contratiempos.
Estaba demasiado nerviosa, dentro de poco tiempo me encontraría con Deniel, un reencuentro mágico o quizá no tan especial como quisiera, eso no importaba, anhelaba que me envolviera en sus brazos que sin importar la circunstancia o el ambiente, me sentiría como en el cielo, sus ojos grises serían la pequeña tela de nube que avisa la presencia de lluvia y nos protege de los corrosivos rayos solares.
Hacía unos cuantos días, había tenido una charla con Camille, quien "accidentalmente" reveló un secreto. Esa mujer era tan misteriosa como transparente, suena a que estaba un poco chiflada, mas me era muy notoria su manera de develar ciertos factores con la intención de que reciba la información. Había ocasiones en las que decía algo como: "Esta noche estoy a cargo de vigilarte, iré por un café y luego regresaré a beberlo en la sala sin ir a tu dormitorio para comprobar que sigues ahí."
Llegué a pensar que era una treta de Logan, quien había manipulado a Camille para tenderme una trampa. Así que lo comprobé, una noche salí en cuanto ella abandonó mi cabaña. No fui lejos, volví dentro de media hora. Ahí estaba ella, con un café en mano y en la otra una revista antigua.
Carraspeó, ni siquiera me miró y murmuró:
—Bien, creo que me quedé dormida, aún estoy adormilada y me pareció ver a Katya entrando por la puerta. Me giraré un poco para despejar mi mente del sueño y volveré a mirar.
Capté su indirecta, era obvio que no había pegado ojo en lo que iba de la noche, así que cuando hizo lo que dijo, subí las escaleras y me escondí. Ya no era visible para ella, pero ella sí para mí.
Camille rio y dijo:
—Tal como creí fue una jugada de mi mente. Seguro que sigue en su habitación.
Y continúo la lectura. Al otro día no hubo represalias, ella no contó sobre el tiempo que estuve fuera, mi regreso y demás. Simuló estar desentendida de la circunstancia y nadie supo la verdad.
También estaba segura de que, en el fondo, ella conocía mis planes de buscar a Den y huir cuando el sol caía, regresar antes de que se pusiera y actuar como si nada hubiera pasado; lo que hacía que una pregunta retumbara en mi cabeza:
¿Cómo lo sabe?
Pasé todo el día preparándome mentalmente y fracasé, pues al dar las nueve de la noche mi corazón estaba a punto de salírseme del pecho, me asfixiaba aún incluso con el viento azotándome el rostro. Caminé envuelta en las sobras, lo que resultó bastante difícil con tal alumbrado en las calles de la universidad.
Camille nuevamente me ayudó a desvanecerme antes de cerrar la puerta ella me deseó suerte, me dijo que me quería. Le respondí con un gracias y un "también te quiero", el más sincero. Nathan se había esfumado, pero seguía acompañada, protegida. Aún tenía a una luz en el mundo Shiwelary, así es como veía a Camille, fue entonces que comprendí que era más que una guía académica.
