Capítulo 24

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Traté de no alterarme

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Traté de no alterarme. En cuanto a los hermanos Miller, Nathan era mil veces mejor que Logan. Aun así, el tono frío de su voz y la mirada muerta me dieron escalofríos, jamás lo había visto de esa manera. Daba bastante miedo, pues en medio de las luces parpadeantes, su presencia simulaba la silueta de un demonio.

La habitación oscura a instantes me cortaba la respiración, porque por segundos mis ojos no veían más que un inoportuno color negro. Me asustaba, me asustaba tanto la oscuridad. Hasta en los más recónditos recuerdos podía asegurar mi padecimiento de trastorno nocturno y la nictofobia.

Sus ojos azules volaron hasta los míos, mordí el interior de las mejillas como siempre que me sentía nerviosa. Tomé la mano de Deniel y entrelacé mis dedos en los suyos. Por un momento, un fugaz sentimiento de desilusión requebró la postura segura del castaño. En cambio, el pelinegro apretó con fuerza mi mano al asirse.

Entonces, ya no tuve temor alguno.

Nathan puso un dedo en sus labios, pidiéndonos silencio. Su mirada se suavizó y se acercó unos pasos. Deniel, con su mano libre, formó una esfera de luz y energía grisácea. Estaba maravillada, pero no era el momento de mostrar mi asombro. Quizá tardaría en acoplarme a esta nueva pero encantadora etapa de Morton.

—No quiero hacerles daño, les ayudaré a salir antes de que mi hermano termine de... Vamos, rápido —habló Nathan con el semblante serio, la mandíbula y los dientes apretados, con un tono avasallante.

— ¿Termine de qué? ¿Experimentar con seres humanos? —bufé molesta.

Él no respondió, simplemente frunció el ceño, posteriormente me sonrió de lado en una manera que no pude descifrar. La esfera de energía mágica de Deniel se acrecentó luego de que hablara.

—No, no experimenta con ellos. Solo los analiza. Además, ¿quién te dijo que son humanos? —respondió al final en un intento de sonrisa.

Su última pregunta, me dejó pensando. Deniel era un humano, ¿no es cierto? Yo misma lo era. En realidad, al menos tenemos la apariencia de uno. Pero al pertenecer a una raza mágica, nos deja fuera de ser parte de la raza humana.

— ¿Y cuánto tiempo seguirás esperando para secuestrarme y traerme ante tu hermano, para que me encierre en una linda habitación de este extraordinario lugar y me "analice"? —pregunté con ironía puntualizando la última palabra en especial.

— ¿Qué? Yo no quiero entregarte, Katya. Jamás haría algo así, aunque no es como que algo malo fuera a pasarte aquí. No solo mi hermano supervisa este sitio, mi apellido también es Miller, el mismo que otorga ciertos privilegios en Shiwel. Yo quiero salvarte. Y por eso mismo de que pertenezco a los Miller puedo hacerlo.

No entendía nada de este nuevo mundo, apenas tenía una parte diminuta del mapa, contaba con una palabra que carecía de significado. Parecía un rompecabezas de mil piezas de las cuales tenía únicamente como máximo diez. Escuchaba palabras, no conceptos. Escuchaba parloteos que no aclaraban mis dudas.

El Secreto Es El Pasado / Terminada / *Sin editar*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora