CAPÍTULO XXV: TODO ACABÓ

32 16 47
                                        

Espacio exterior, Marte

 POV NEIL:

Después de habernos quedado varias horas limpiando la nave entre anécdotas, debates, momentos de silencio, comidas y bebidas, la noche había caído sobre el planeta rojo, Ziggy había ido a buscar más repuestos para arreglar la nave (yo aún seguía sin saber de dónde los sacaba) y lograr que yo volviera, en ese entonces estaba recostado contra la nave mirando al cielo, había una estrella que brillaba más que las otras, sin pensarlo mi vente divagó hasta detenerse en Alice, me pregunto qué estará haciendo ella allá, a miles de kilómetros junto a los demás; ojalá esté pensando en mí tanto como yo estoy pensando en ella, suspiré.

-¿En qué piensas? -. Preguntó mientras arrastraba un par de cosas algo pesadas para luego dejarlas ahí y recostarse también.

-En mi amada, en mis amigos ... En pocas palabras, en todos-. Eso pareció capturar el interés de Ziggy. -A veces suelo recordar todo lo que hacía con ellos antes de terminar aquí-.

-Neil, sé que volverás, te lo prometo-. Esas últimas tres palabras me recordaron a Al, también me había dicho "Te lo prometo" antes de que comenzáramos a trabajar como tal en esta misión, también me había casi jurado que no dejaría que nada malo me pasara, en propias palabras había dicho que si algo malo pasaba, le partiría la cara al responsable; pero ahora estaba aquí, atrapado con un extraterrestre bastante amigable mientras los demás seguían con su vida.

-Muy bien, este viajero debe volver a su hogar, no quiero terminar vagando en el espacio como Major Tom-. Dije con determinación mientras seguíamos en la colonia de Ziggy. Marte tenía pequeñas colonias aunque la de él estaba algo apartada de las demás, creo que aún no se siente digno de compartir con los demás Mardukes tras su fracaso en la Tierra para advertirnos. Solo esperaba que esta misión no tuviese consecuencias negativas para los humanos, me daba nostalgia ver ese suelo rojo que alguna vez tuvo vida, pero que ahora era un desierto inmenso lleno de colonias, habitadas por aliens dispuestos a defender su hogar.

Torre de Control del UK Space Agency

Finalmente, el sol comenzó a imponerse sobre el firmamento anunciando así, la llegada de un nuevo día en la cuidad de Londres, tanto el ruido como los habitantes de la cuidad capital comenzaban a dar señales de un día productivo; los buses y taxis recorrían la cuidad de esquina a esquina; por otro lado dos personas se hallaban sobre una mesa dormidos, mientras que a lo lejos se oían los pasos de las personas que acababan de llegar, como de las personas que a parte de ellos han optado por ir a casa en lugar de quedarse toda la noche allí a la espera de alguna señal de la Red Hope I.

-Robert-. Alan sacudió suavemente a su compañero de bromas y aventuras, pero este parecía no sentir nada, aún seguía atado a Morfeo. -¡Robert! -. 

-¿Qué?, ¿Qué pasó? -. Preguntó mientras se iba despertando y estirando, Joseph parecía ajeno a la situación durmiendo plácidamente, aunque se le notaba la mirada triste y arrepentida en el ex-marine.

-Pues que se quedaron dormidos mientras la mayoría decidimos irnos y prepararnos para el funeral de Benji-.

-¿En cuántas horas es? -.

-Aún hay tiempo-. Robert abrió muchísimo los ojos, por otro lado Joseph hasta ahora iba despertando silenciosamente. -Por eso te estaba despertando, para que vayas, te cambies, te relajes, desayunemos y salgamos todos hacia la iglesia-. 

-Bien, gracias-. Comenzó a caminar hasta donde estaban Janeth y Alice que lo acompañarían a buscar algo de ropa mientras que los gemelos y Alan cuidaban de los mellizos, al cabo un par de horas volvieron los tres para unirse en una marcha silenciosa hasta la iglesia de Santiago el Mayor, donde se decidió que sería la ceremonia; apenas llegaron se saludaron brevemente, se sentaron en sus lugares mientras la ceremonia daba comienzo, era un día triste sin dudas, y aún más cuando ninguno de los presentes que pertenecía al círculo de personas cercanas a Neil, sabía nada de él y poco a poco se van aferrando a la idea de que él jamás volverá, en especial Alice que tenía el corazón destrozado de tan solo pensar que había perdido al hombre de su vida, a su esposo, a su fénix, a su chico espacial ...

Amor, misiones y olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora