CAPÍTULO XXVI: CREEP

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FLASHBACK DE LA MENTE DE NIEL:

Recuerdo que una semana después de que Alice y yo hiciéramos oficial nuestra relación, ella había optado por hacer una pequeña reunión para festejar en el pub donde se celebraban eventos importantes o cenas para la gente de alto rango; Alice se veía tan feliz y tan radiante, su sonrisa contagiosa y sus ojos soñadores me hacían sentir la persona más afortunada del planeta al tenerla a ella, despejé mi mente cuando llegamos a nuestra mesa donde nos esperaban Robert, Janeth (a la que Robert había invitado con pretexto para conocerse mejor, aunque yo ya sabía el verdadero motivo: ella le gustaba y se iba a declarar), Howie y Anderson quienes nunca estaban el uno sin el otro.

-Ah, chicos-. Nos saludó Robert igual de sonriente a su hermana. -Empezábamos a creer que se habían perdido-. Nos dimos una mirada tímida, nos habíamos demorado un rato en salir porque se me había ocurrido retenerla y besarla para darnos amor como siempre hacíamos, antes de salir para reunirnos con los demás.

-Descuida, estando junto a Niel ... Nada malo podría pasarme-. Volteó a verme contagiándome su felicidad antes de depositarme un beso breve, Robert había soltado un pequeño bufido ante lo que Alice había dicho, aunque solo lo hacía para molestarnos. -No te pongas así, sabes que siempre eres y serás mi héroe-.

-Solo bromeaba hermanita, yo sé que mi mejor amigo te cuidará tan bien como yo-. Los demás llegaron y tomamos nuestras copas de vino y champagne para alzarlas ante el brindis que se iba a hacer.

-Bueno, en primer lugar quería felicitarlos por su relación-. Comenzó hablando Howie tan formal y respetuoso como siempre, bajo la atenta mirada de Anderson, ellos dos parecían apreciarse y quererse mutuamente, si era cierto lo que estaba pensando era cuestión de tiempo para confirmar mis sospechas. -En segundo lugar, hacer un brindis por ustedes-. 

-¡Salud! -. Gritamos todos a la vez antes de darles un sorbo a nuestras cervezas, seguimos hablando de varios temas, pero en general algunos de esos temas guardaban relación con nosotros, bailamos cada quién con su pareja y Anderson bailaba con Howie bastante animado y feliz, dándose miradas de vez en cuando y sonriendo; seguimos conversando hasta las 11:00 de la noche, hora en la que decidimos salir en grupo para que luego cada quien siguiera su rumbo; al llegar a donde dormíamos, Robert me dio un leve puñetazo afectivo antes de acomodarse en su cama.

-Bien hecho Niel-.

-Gracias-.

-¿Sabes? -. Me subí a mi cama y me acomodé bocarriba con los ojos cerrados, mientras el continuaba hablando en la cama de abajo. -Cuando los vi primera vez juntos, me dio ... No sé, tuve muchos sentimientos encontrados, quería molerte a golpes por tocar a mi hermanita y besarla-. Reí recordando el día, él me había dado un puñetazo y eso nos costó semanas de servicio comunitario en la base, así había comenzado nuestra amistad y mi relación con ella.

-¿Así que por eso comenzaste a molestarme?, Porque no sabías como liberar tu inseguridad contenida, y tampoco sabías expresar tus emociones-.

-Sí, así es y lo siento por lo que ocurrió ese día-.

-Por favor, fue hace un mes, ya quedó en el pasado amigo-. Nos quedamos hablando el resto de la noche sobre Alice, ojalá Robert y yo hubiésemos hecho las pases antes, en realidad Robert no era un mal chico, ni mucho menos una mala persona, solo era un incomprendido, marginado, con padre estricto en mala forma e insensible y de cara dura, pero de corazón noble, como yo ...

Mansión Kingston, Londres

Por otro lado en algún lugar de la enorme capital del Reino Unido, una joven se hallaba perdida en sus pensamientos mientras iba colocando en una caja las pertenecías de alguien que tal vez, ni siquiera volvería, que tal vez nunca estaba ahí para darle amor, que tal vez nunca la abrazaría por la noche hasta quedarse dormidos, alguien con quien tal vez escuchara música y le dedicara canciones mientras miraban las estrellas, alguien que tal vez nunca la besara y le hiciera el amor a su manera hasta despertar semidesnudos y con una sonrisa en la cara ... Alguien que tal vez nunca, le hiciera volver a sentirse amada.

Amor, misiones y olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora