Especial 1/3
Los días habían transcurrido relativamente rápido; los jóvenes Metallica daban pasos agigantados hacía la fama. El treinta y uno de diciembre de 1983 tenían programado un concierto en Los Ángeles, eso los emocionaba de sobremanera; conforme pasaban los días iban teniendo más oportunidades musicalmente hablando y eso los acercaba cada vez más a la grabación de su primer álbum de estudio.
En el hogar que los chicos de Metallica compartían las cosas estaban hechas un desastre, la agrupación empacaba sus pertenencias para pasar unas semanas en Los Ángeles debido a la presentación que darían; Lars examinaba con atención las cosas que llevaba empacadas hasta ese momento, a simple vista parecían demasiadas por el bulto que hacían todas las prendas, pero en realidad no llevaba tantas cosas.
Se acercó a la maleta que reposaba en la cama y comenzó a sacar las prendas que en esta yacían, una por una las diferentes piezas de ropa caían al suelo sin cuidado alguno, a Lars no le importaba mucho donde acabara la ropa que estaba lanzando.
En la habitación contigua se encontraba James quien escuchaba música a todo volumen mientras empacaba sus cosas; sacaba las prendas que consideraba necesarias de los cajones y los aventaba a la maleta, luego tendría tiempo de arreglarla.
Su vista viajó por todo el espacio que quedaba por revisar en el closet, estaba buscando su cinturón y no lo encontraba por ningún lado así que no le quedaba más que sacar toda la ropa hasta encontrarlo. Detuvo su recorrido cuando divisó una caja roja, esta no parecía ser muy grande y las dimensiones que poseía le llamaban la atención.
Tomó la caja con ambas manos y se encaminó a su cama para poder revisarla mejor; quitó la tapa sin cuidado alguno y se encontró con las camisetas que le había regalado su compañera de equipo algunos meses antes, quizá ya hacía un año, no lo sabía.
Sacó las camisetas negras de la caja y de inmediato el aroma a tela nueva invadió sus fosas nasales, le gustaba el olor que emanaban las camisetas recién compradas, aunque esas no eran nuevas.
Desdobló una de ellas y la observó detalladamente, el estampado que llevaba ésta era de Black Sabbath, una de sus bandas favoritas; James la extendió para poder verla con más claridad. Recordaba muy bien el día que la vio por primera vez, y ya que lo pensaba con un poco más de madurez, había sido demasiado grosero con Beth, la chica que estaba locamente enamorada de él. Mentiría si dijera que la recordaba bien, pues no lo hacía, apenas y lograba recordar su nombre.
Después de unos segundos en que su mirada se perdió en la nada, el sonido de la puerta principal lo trajo de vuelta a la realidad; ya que recordaba, Cliff había salido hacía varias horas y no les había dicho a donde iba.
Una pequeña sonrisa de dibujó en su rostro al imaginarse a lo que podría haber salido su amigo; rápidamente dejó la caja con las camisetas de lado y se encaminó hasta la planta baja. Bajó torpemente las escaleras estando a punto de irse de bruces a medio camino, se incorporó de inmediato mientras contenía la risa. Una vez llegó al pie de la escalera se asomó tímidamente hacía el comedor encontrándose con Cliff, Lars y Kirk, no percatándose de la presencia de la chica a un lado de Cliff.
Esos últimos días, James se había dedicado a observar al bajista, ciertamente había estado pasando mucho tiempo con Jesse, a fin de cuentas, no había estado tan equivocado, enserio se llevaban realmente bien esos dos, quizá demasiado bien.
Una risa se escapó de los labios de James una vez que se encontró con la mirada divertida de Lars; al parecer ambos se habían percatado de la cercanía de esos dos.
—Trajimos de comer. —dijo Cliff entre risas. El bajista abrazaba a Jesse por la cintura apegándola más a su cuerpo.
—Bien... —Lars miraba a su amigo con notoria diversión, luchaba mentalmente para no reírse a carcajadas frente a ellos, ni siquiera estaba consciente de lo que le causaba tanta gracia, simplemente lo hacía y ya—. Ejem... les recuerdo que hoy tenemos el último ensayo antes de irnos a Los Ángeles.
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Promises ~Hetstaine~
FanfictionY cuando caminamos por la calle El viento canta nuestros nombres en canciones rebeldes Los sonidos de la noche deberían ponernos ansiosos Pero es demasiado tarde cuando el miedo se ha ido Te encontraré en la próxima vida, te lo prometo donde podemo...