Capítulo 30

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El silencio parecía ser el único habitante de esa habitación oscura. Los sonidos de la noche resonaban por todo el lugar como si de un tormento se tratara; los jóvenes músicos podían escuchar sus respiraciones en medio el inmenso mutismo. El sueño que momentos antes había estado a punto de apoderarse de James se desvaneció de manera tan abrupta que había desatado la molestia y la frustración por parte del cantante. El ambiente era poco favorable. Debido al mes del año en que se encontraban —enero, para ser concretos— el frío era notable. La frazada que cubría al pelirrojo se corrió lentamente de su cuerpo, acción de la cual se encargó James, pero sin llegar a descubrirlo completamente. Ante los ojos del rubio permaneció el fogoso y brillante cabello anaranjado de Mustaine, el olor al shampoo que Hetfield había comprado días antes en el supermercado penetraba en sus fosas nasales, seguramente Dave habría tomado una ducha horas antes y el olor permanecía. No le molestaba, de hecho, le agradaba.

Aun con la calidez que le había proporcionado la manta sobre su cuerpo, Hetfield no había olvidado la razón de su insomnio. La voz de Dave había sido casi tan clara como el agua. James giró lentamente para encontrarse con Mustaine, sorprendiéndose al ver que éste ya se encontraba durmiendo. Lo confirmó gracias a la nula atención que presentó Dave luego del suave, pero notorio, rose en su mejilla. Un suspiro de alivio salió de su boca antes de volver a recostarse; aún estaba cansado, pero no lograba conciliar el sueño, un bostezo fue seguido de otro mientras comenzaba a sucumbir a la fatiga.

Cerca de las seis de la madrugada sus ojos se abrieron abruptamente, su mirada fue a parar en el reloj de su muñeca, percatándose así de que solo habían pasado diez minutos desde que el sueño lo venció. Estuvo dormitando hasta que el sol comenzó a hacerse presente, llenando la habitación tenuemente con sus rayos de luz. Miró a Dave, éste continuaba dormido, casi como si no lo hubiera hecho en días. Si no se equivocaba, el pelirrojo había estado durmiendo toda la tarde del día anterior, esto causó una sensación nada frecuente en James durante esos últimos meses: estaba preocupado por Dave Mustaine. ¿Qué le había pasado durante el tiempo en que no existió el contacto entre ellos? Su mente daba vueltas en el mismo pensamiento, no podía dejar las cosas así, no después de notar que el pelirrojo se encontraba mal. Desde la noche anterior se había percatado de que algo andaba mal con Dave, pero no se había detenido a analizarlo; tenía razones para preocuparse, dejando de lado todo lo que había sucedido entre ellos podían afirmar que su amistad no se había desecho.

Con mano temblorosa retiró uno de los mechones de cabello anaranjado del rostro de Dave; el ceño fruncido de éste al percatarse fugazmente del tacto inquietó a James por un momento breve. Al notar que Mustaine no se despertaría continuó con su pequeño análisis.

Dave llevaba puesta una camiseta de manga corta, por lo que a James le fue fácil notar las pequeñas marcas en sus brazos, de las cuales desconocía el origen, pero sospechaba de que se trataba. Pasó las yemas de sus dedos por la parte interna del codo izquierdo de Mustaine, sintiendo las diminutas cicatrices que arruinaban la blanca y suave piel del pelirrojo.

No quería parecer un entrometido, pues lo que sea que Dave consumiera no era asunto suyo, pero comenzaba a creer que eso lo estaba descomponiendo por dentro o algo parecido. Seguramente James no sería el mejor ejemplo para dictaminar un regaño acerca del tema, pues incluso él pasaba sus días de "fama" rodeado de alcohol y drogas, pero valía la pena intentarlo ¿no?

Su corazón se aceleró al notar que los ojos de Mustaine comenzaban a abrirse, el pelirrojo se removió con inquietud girando en dirección a James, inmediatamente percatándose de la expresión de terror en el rostro de éste.

Sus miradas se encontraron, siendo la confusión lo que llenaba los intensos ojos de Dave.

—¿Ya amaneció? —preguntó Dave, desorientado aún por la luz solar y considerablemente adormilado. Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de James, por un momento la expresión de Mustaine le había parecido lo más bello y perfecto que hubiera visto nunca.

Promises ~Hetstaine~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora