Capítulo 29

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James se incorporó de su lugar apenas escuchó su nombre, no iba a negar que se había llevado un buen susto pues la habitación estaba en completo silencio.

—¿Estás despierto? —preguntó Mustaine en un susurro.

—Ajá —James desvió la mirada hacia un punto aleatorio, en un intento de pasar desapercibido por Dave.

—Genial. Tengo que vomitar. —avisó Mustaine, para luego dirigirse lo más rápido que pudo al cuarto de baño.

Hetfield lo observó irse sin más; volvió a recostarse con la esperanza de finalmente conciliar el sueño, pero a los pocos minutos la preocupación lo invadió. Podía escuchar el ruido de las arcadas provenientes del cuarto de baño, que al encontrarse tan cerca producían un sonido limpio.

Suspiró pesadamente antes de ir a socorrer a su amigo. Dio dos golpecitos en la puerta y esperó la respuesta de Mustaine.

—Dave, ¿estás bien? —al no recibir respuesta alguna, James giró la perilla tímidamente y asomó su cabeza por la rendija. Su corazón se aceleró al ver a Mustaine en el interior de la pequeña habitación.

Mustaine lo miraba desde el suelo; permanecía sentado con la espalda recargada en la pared mientras que su cabeza estaba levemente inclinada hacia abajo, y sus manos yacían sobre su estómago.

Sus miradas se encontraron por unos instantes. Mustaine procesaba lo sucedido luego de haber expulsado todo el alcohol de su sistema. Las palabras del doctor vinieron a su mente como un reproche por parte de su cuerpo; definitivamente debía dejar de tomar en exceso o terminaría en el hospital nuevamente.

Dave hizo una seña indicándole a James que tomara asiento, este así lo hizo. Ambos se encontraban frente a frente, pero ninguno se atrevía a esbozar palabra alguna.

La tensión entre ellos no había desaparecido del todo; necesitaban volver a sentirse cercanos, necesitaban sentir esa confianza tan grande el uno del otro, simplemente querían volver a tener una relación amistosa, eso era suficiente para ellos.

El tiempo parecía avanzar muy rápido, carecían de la noción de las horas, mientras que el sol comenzaba a hacerse presente, manifestándose en el cielo como un bonito amanecer.

—James... —habló Dave, rompiendo así el largo silencio que se había formado.

—¿Ah?

—Tengo sueño. —los ojos de Dave se cerraban lentamente mientras James lo miraba atento. Sin duda Mustaine podía tener actitudes muy al azar.

—Puedes dormir en mi habitación si quieres. No creo poder dormir a estas alturas. —James se encogió de hombros.

—Gracias... —Dave observó todo a su alrededor, los efectos del alcohol comenzaban a esfumarse de su sistema—. Pero, ¿dónde está tu habitación?

—Vamos —James se puso de pie y luego de percatarse de que Dave lo seguía, comenzó a caminar hasta la puerta de la habitación, cerciorándose de que sus amigos continuaran dormidos.

Una vez en el pasillo buscó el número de su cuarto, esperaba no haber olvidado las llaves dentro de la habitación, de lo contrario tendría que esperar a que recepción resolviera su problema. Su semblante se relajó cuando sintió el frio metal dentro de su bolsillo.

Al entrar, Mustaine observó sus alrededores buscando orientarse. Su corazón se aceleró al sentir el toque en su hombro; se giró rápidamente para encontrarse con James.

—Puedes usar la cama, yo voy a darme un baño —avisó Hetfield. Mustaine asintió varias veces para luego dejarse caer en la suave y cómoda cama, inundando de inmediato sus pulmones con el olor que emanaba el rubio.

Promises ~Hetstaine~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora