Kara es una fotógrafa de vocación y Lena es la programadora en sistemas de LCorp. Ambas se conocen en una fiesta. Y sin saber la identidad de la otra, tienen un encuentro explosivo.
Tiempo después, ambas reciben la noticia de que Lillian Luthor y El...
No puedo creer que me haga esto una vez más. Jack no podía hacerme esto. En todo el mes lo había visto dos veces y en esas veces, una de ellas fue para acompañarlo a un evento benéfico. Ya no sé si tengo un prometido o simplemente es alguien que viene y de va. Porque sí, se iba para Tokio a un evento de su empresa. El trabajo, siempre el trabajo.
Me quedé de pie viendo cómo hacia su maleta.
—No me mires así, Lena. Tengo que ir.
—¿Y qué hay de mí? —Le pregunté y me miró con seriedad.
—¡Pues ven conmigo! —Dijo y me crucé de brazos.
—¿Para qué, Jack? ¿Para qué quieres que vaya contigo? Si de todas formas vas a ignorarme.
Terminó de cerrar la maleta y me observó.
—No tengo tiempo para niñerías, debo trabajar. Tú haz lo que quieras.
Comenzó a retirarse y me quedé totalmente anonadada. Se fue sin decirme siquiera adiós. ¿En serio me hacía esto? ¡Estaba harta! ¡Realmente harta! Me senté en el sillón de la sala, inundada por el silencio.
—Es un imbécil... Debería estar comprometido con su trabajo en vez de conmigo.
Mi celular sonó y realmente tenía la esperanza de que fuera él dándome un mensaje de aliento. Me sorprendió ver qué era mamá.
Lillian: Mañana quiero una cena de madre e hija, tengo algo que contarte.
Suspiré y decidí contestarle.
Lena: Sí, claro. Me vendrá bien verte, te extraño.
Mamá nunca fue muy amorosa pero desde que está en una relación con Eliza Danvers, lo era. Y realmente estaba feliz por ella ya que se merecía felicidad tras la muerte de papá y Lex en ese accidente.
Lillian: Qué te sucede? Te noto mal.
Tomé aire y me dediqué a escribirle.
Lena: No es nada, solo que Jack se volvió a ir y creí que pasaríamos el fin de semana juntos. Ahora estoy sola en casa.
No soy de contarle mis cosas a mamá pero estaba molesta y tenía que desahogarme. Me recosté en el sillón y sentí que me contestaba.
Lillian: Y desde cuándo dependes de tu prometido para divertirte? Llama a Andrea y sal, no te quedes adentro.
Sí, tenía razón. ¿Por qué voy a quedarme aquí? ¡No señor!
Lena: Tienes razón. Voy a llamarla. Nos vemos mañana, mamá. Gracias.
Salí del chat con ella y fui al de Andrea.
Lena: Qué haces? Estoy sola y quiero salir. Jack se fue otra vez.
Vi que observó el mensaje y comenzó a responder.
Andrea: Otra vez? Ah, no! Vístete, nos vamos de fiesta. Paso por ti en media hora.
Me puse de pie y fui a buscar algo qué ponerme. Jack se podía ir al carajo.
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