Kara es una fotógrafa de vocación y Lena es la programadora en sistemas de LCorp. Ambas se conocen en una fiesta. Y sin saber la identidad de la otra, tienen un encuentro explosivo.
Tiempo después, ambas reciben la noticia de que Lillian Luthor y El...
La mudanza era mañana. El apartamento estaba dado vuelta, nuestras cosas en cajas y nos quedaríamos con mamá y Lillian por la noche. Luego se quedaría con ellas mientras Alex, Sam y Emma me ayudaban con la mudanza. Habíamos visto tantas casas que creí tener pesadillas con ellas pero finalmente habíamos hecho contrato con el banco para comprar una casa a dos cuadras de la casa de Sam y Alex. Era una casa de dos pisos y un patio precioso.
Lena estaba con un vestido cómodo, sentada y mirando su celular. Tomé el mío y le saqué una foto de su vientre mientras tenía a Gandalf apoyado sobre mis piernas. Lena lo notó porque me miró.
—¿Me sacaste una foto?
Le asentí y le di mi celular mientras yo me acercaba a darle un beso al vientre. Saber que debajo de su piel está creciendo un bebé es maravilloso. Y mi intuición me dice a gritos que es una niña.
—Me gustó la foto, la voy a subir a mi Instagram. —Dijo Lena.
Mientras ella hacia eso, yo seguí dando besos al vientre con una sonrisa.
—Eso es demasiado adorable. —Dijo la voz de Lillian.
Sonreí y me avergoncé mientras Lena daba una caricia a mi pelo.
—Es así todo el día... —Dijo Lena y supe que me estaba señalando—. Tengo la sospecha de que alguien va a ser la consentida de mamá.
—Por supuesto que sí... —Dije dando besos donde sabía que estaba—. Le daré muchos besos y le sacaré muchas fotos para mostrarle a todo el mundo que mi hija es hermosa. ¿Porque eres una niña, verdad? ¿Eres la niña de mamá?
Lena y Lillian se reían cuando lo sentí, un movimiento bajo mi mano. Levanté la mirada a Lena y estaba sonriendo emocionada.
—¿Se movió? —Pregunté y movió la cabeza en un gesto afirmativo—. Se movió... Te moviste...
Era la primera vez que sentía al bebé moverse. Lena hacía un tiempo que lo sentía pero era la primera vez para mí. Hizo que se sintiera real y comencé a llorar, pensando en todas esas personas que dejan niños abandonados en orfanatos. ¿Cómo alguien puede abandonar algo tan tierno y hermoso? Estaba emocionada y me sentía feliz. Mi niña, mi bebé... Se movió para mí, para que la sintiera. Sí, sería mi consentida. Definitivamente.
Me enderece y miré a Lena que estaba sonriendo. Me recosté entre sus brazos, dejando una mano sobre su vientre y me apoyé contra su hombro. Ella aprovechó para mostrar la foto que subió.
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—¿Quién diría que ustedes terminarían así? —Comentó Lillian y la miré—. Creo que ese día en la cabaña donde descubrieron quienes eran... Ni en mis más locos pensamientos hubiera imaginado que años después estarían casadas y esperando un bebé.
—Yo me imaginé esto y más cuando Lena aceptó estar conmigo.
