Capítulo 8

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Nota de la autora:

Antes de comenzar, quiero pedir disculpas porque metí dedo y casi actualizo pero estaba escribiendo. Quise guardar el progreso y por reírme di publicar. Ya se van a dar cuenta por qué.

Laureen

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*Eliza Pov.*

Salimos de la casa hacia el pueblo a comprar unas cosas y Lillian me observó mientras yo conducía.

—¿Qué tan segura estás? —Me preguntó y sonreí.

—Segura un 90% de que tengo razón.

—Estoy perdida. —Dijo Alex y se inclinó hacia delante, apoyándose en el respaldo de cada asiento—. ¿De qué hablan? Digo, si se puede saber.

—De tu hermana y mi hija. Y la clara química que hay entre ellas.

Alex largó una risita y la miré por un instante. Me miró divertida y suspiré.

—¿Ya sucede algo entre ellas verdad?

Dije y Lillian me miró.

—¿Ya? —Dijo y se giró de costado—. Habla, muchacha.

Se hizo el silencio y estiré mi mano para tomar mi bolso por una menta y noté que no lo tenía.

—No me corresponde decir nada, Lillian. Creo que la deben hacerlo. No sé en qué quedaron.

—Pero sí sucede algo... —Comencé a dar la vuelta y las dos me miraron—. ¿Por qué das la vuelta?

—Olvidé mi bolso. —Dije y agradecí que estuviéramos cerca.

Lillian continuó hablando con Alex, diciendo que prefería ver a Lena sonriendo gracias a Kara que llorando por el idiota de Jack. Estábamos llegando a la cabaña cuando Alex contó que Lena lo mandó al diablo luego de que él se burlara de Kara por su intersexualidad y de mi relación con Lillian.

—Quédense, ya vengo.

Dije y no ingresé el auto hasta la puerta, así sería más fácil de irnos. Fui caminando despacio hasta la casa y abrí la puerta al darme cuenta que estaba cerrada. Quizás las chicas se fueron al lago. Abrí la puerta y comencé a buscar mi bolso. Estaba en la mesa de la cocina. Fui a tomarlo cuando escuché el primer gemido y abrí los ojos como platos. En especial porque le siguió uno que reconocí era de Kara, nombrando a Lena sin parar. Soporté la Risa y tomé mis cosas para irme. Para cuando llegué a la casa estaba riéndome por el claro movimiento de la cama contra la pared. Cerré la puerta y fui hasta el auto do de me subí y no dudé en arrancar.

—¿De qué te ríes? —Me preguntó Lillian.

Sonreí y la miré por un momento.

—Kara y Lena se llevan... Muuuy bien, cariño. —Dije riéndome—. No te preocupes, Jack está superado.

—Oh, no me digas que estaban...

Me preguntó Lillian y no contesté, por lo que Alex comenzó a reír sin parar.

—Del 1 al 10... ¿Qué tan intenso era?

Me preguntó Alex riéndose y trate de contestar mirando adelante.

—Un 8... —Dije y Lillian tomó aire, riéndose por lo que la miré—. Y déjame decirte, cariño... Que tu hija... Tenía a la mía gritando.

Lillian levantó una ceja y se mostró orgullosa. Estiré mi mano y tomé la suya con cariño.

Llegamos al pueblo y lo primero que hizo Alex fue pedirnos parar en la farmacia. Salió de ahí llorando de risa y se metió dentro del auto. Solo que de sentó conmigo ya que Lillian fue a comprar algo en una tienda y la iríamos a buscar.

Mi hermanastra - Supercorp AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora