Kara es una fotógrafa de vocación y Lena es la programadora en sistemas de LCorp. Ambas se conocen en una fiesta. Y sin saber la identidad de la otra, tienen un encuentro explosivo.
Tiempo después, ambas reciben la noticia de que Lillian Luthor y El...
Desperté y me pareció extraño que Lena no estuviera aquí. Pero teniendo en cuenta que sentía risas abajo, decidí que era mejor levantarme. Eran las 9 así que no era tarde. Me lavé los dientes, me di una ducha rápida, me cambié y seque el pelo y bajé. Cuando lo hice me pareció extraño que no hubiera nadie dentro. Y cuando salí miré sorprendida para ver a Lena en un vestido de flores precioso.
Ella fue la primera en notarme, apoyó su mano en la cintura y me miró sexy, cosa que me hizo morder el labio.
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—¡Wow! —Dije al verla y se rió—. Estás... Hermosísima, mi amor.
Me guiñó un ojo y mi madre estaba a su lado y la abrazó por los hombros.
—Había comprado este vestido hace un tiempo y jamás lo usé pero algo me dijo que a Lena le quedaría hermoso y adiviné. —Dijo y se rió al ver que no dejaba de mirar a Lena de arriba abajo con los ojos entrecerrados—. Definitivamente, no me equivoqué.
Mi madre se alejó de Lena y comenzó a acercarse. Mi padre y Barry estaban de pie con una taza de café y para variar, mi abuela Nyssa estaba fumando, sentada en una silla. Una vez que mi madre estaba cerca, me tomó de las manos.
—Tenemos algo que decirte. —Dijo y todos estaban sonriendo—. Hoy hace 26 años atrás, fue el mejor momento de mi vida.
Fruncí el entrecejo sin entender, mi padre se acercó con su taza de café y me miró con una sonrisa de costado.
—Feliz cumpleaños, Kara.
Abrí la boca sorprendida y los miré a ambos comenzando a sonreír.
—¿Hoy es mi cumpleaños?
Mi madre me asintió y tuve un momento precioso, ella y mi padre se acercaron para darme un beso en cada mejilla. Eso me pareció muy lindo por lo que les di un abrazo. Me encantaba saber que es mi cumpleaños.
—Gracias, me gusta saber que es mi cumpleaños.
—Pues, tenemos un regalo para ti. —Diji mi padre.
Se alejó para acercarse a tomar una caja de regalo y me la entregó. La tomé con una sonrisa y comencé a desenvolver. Cuando la abrí miré sonriendo que era un lente de cámara profesional.
—¿Un lente? —Pregunté y mi madre rió.
—Mira mejor...
Fruncí el entrecejo y lo tomé, fue cuando me di cuenta que era una taza térmica para tomar café.
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