Kara es una fotógrafa de vocación y Lena es la programadora en sistemas de LCorp. Ambas se conocen en una fiesta. Y sin saber la identidad de la otra, tienen un encuentro explosivo.
Tiempo después, ambas reciben la noticia de que Lillian Luthor y El...
Desperté con el aroma de un delicioso desayuno y sonreí, más por la patada que recibí en mi vientre que por la alegría de saber que Kara estaba haciendo el desayuno.
—Sí, mamá está haciendo tu favorito. ¿Quieres ir a ver a mamá, Lori?
Otra patada me dió la respuesta afirmativa y me reí.
Estoy de ocho meses y medio de embarazo, mi vientre es enorme y estoy de permiso de maternidad desde hace varios días. Kara había trabajado doble horario la semana pasada para adelantar sesiones de fotos y así estará conmigo durante el permiso de maternidad. Aún no olvido la felicidad que tenía Kara cuando la doctora confirmo que era una niña. Llamo a todos y cada uno debe nuestros familiares y les contó. Cuando llamó a sus padres, estos se pusieron a llorar de la emoción y yo llore por la felicidad del momento.
Cuando me senté en la cama, tuve que darme un momento para agarrarme la cabeza y que se me pasara el mareo que me dió.
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Escuché las garras en el piso, indicando corrida y cuando me quise dar cuenta, Gandalf estaba en la habitación.
—Hola, mi amor. —Dije, dándole una caricia y él olfateando—. Solo es un mareo, estoy bien.
Se apoyó en la cama para quedar más alto y así darme uno de sus besos en la cara, lo cuál me hizo reír. Y luego apoyó su mentón sobre mi pierna, junto al vientre. Siempre hace eso como si sintiera a Lori.
—Aquí esta Gandalf, Lori... —Dije dándole caricias a mi vientre—. Mira como vino a verte...
Y como es costumbre, ella pateó y él movía su cola contento. Cuando comenzó a hacer esto yo estaba con Alura en Smallville y las dos quedamos fascinadas viendo la clara comunicación que había entre los dos y supe que tendrían una relación muy estrecha.
Escuché los pasos y Gandalf, en vez de irse, saltó a la cama y se acomodó a mi lado. Me senté en la cama y él se acomodó más contra mí. Para cuándo Kara entró con el desayuno, sonrió al ver lo que él hacía.
—¿Oh, ya despertaste a mami?
—Me encontró despierta.—Le dije y dejó la bandeja sobre la mesa de noche para luego acercarse y darme un beso—. Buen día, mi amor.
—Buen día, mi vida. —Dijo y luego se acercó al vientre—. Buen día, princesa.
Fue automático, Lori comenzó a moverse y patear al escuchar a Kara. Gandalf movía la cola y recibía una caricia de la mano de Kara.
—¿Estás cuidando a la hermanita y a mami, verdad?
Él se enderezó y dió un ladrido orgulloso. Sonreí y Lori se movió.
—A Lori le gusta Gandalf.
Dije y Kara asintió, dándole unas caricias a nuestro perrhijo.
