Kara es una fotógrafa de vocación y Lena es la programadora en sistemas de LCorp. Ambas se conocen en una fiesta. Y sin saber la identidad de la otra, tienen un encuentro explosivo.
Tiempo después, ambas reciben la noticia de que Lillian Luthor y El...
La preparación para la boda era un caos. Y como querían algo sencillo, no se molestaron en cena de ensayo pero sí en una despedida. Andrea y Lena se llevaron a Lillian junto a Regina. Emma, Alex, Sam y yo nos llevamos a mamá. La llevamos a tomar unas bebidas. Queríamos llevarla a un club de stripper pero nos lo prohibió. Así que terminamos en un local que había para tomar bebidas y bailar. Mientras Alex, Sam y Emma tomaron hasta emborracharse, yo me encargué de ser quién manejaba así que solo tomé coca cola. Cuando llegamos al hotel, me encontré con la imagen de Lena arrastrando a Andrea mientras yo sostenía a Emma. Lena me vio y negó con la cabeza riéndose. Le hice un gesto con los hombros y me miró con pena.
—Me quedaré con ella esta noche. —Me dijo en un susurro y le asentí.
—No te preocupes, yo me quedaré con ella. ¿Necesitas algo?
Lena había dejado sus cosas en mi habitación ya que estaría conmigo pero esto cambiaba un poco las cosas para esta noche y quizás necesitaba algo.
—Alcánzame algo para dormir.
Le asentí y llevé a Emma dentro. La tiré sobre la cama y se veía destrozada. Suspiré y fui a la maleta de Lena, la abrí y justo en ese momento apareció. Le acerqué un pantalón y ella se acercó a tomar una remera. La acompañé hasta la puerta y me miró con una sonrisa.
—Mañana ayudaré a mamá así que te veré en la boda. Tengo mi vestido en su habitación.
—Está bien, te veré ahí. —Le dije y la acerqué, tomándola de la cintura—. ¿Puedo darte un beso de buenas noches?
Asintió y me acerqué a dárselo. Fue un beso tierno, cargado de dulzura. Luego apoyé mi rostro en el suyo y acaricié su mejilla con mis dedos.
—Descansa, cariño. —Me dijo y le sonreí.
—Descansa, cariño. —Le respondí y le di otro beso.
Se retiró dándome una guiñada y se fue. Cerré la puerta y Emma me miraba desde la cama.
—Tú... estás... perdida... por esa mujer...
—No tienes idea cuánto. —Le dije y le señalé la cama—. Ya duérmete.
Y sin más, nos dedicamos a dormir. Teníamos mucho que preparar para el día siguiente. Mientras las chicas se encargaron de ayudar a mamá y Lillian, yo me encargué de organizar los invitados y sacarles fotos individuales. Ni mamá ni Lillian querían hacer entrada. Así que antes de ingresar los invitados saqué una foto al local donde sería la fiesta, el cual tenía un estilo rústico muy bonito y que amé fotografiar.
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Lentamente, los invitados fueron entrando y les saludé, además de sacar su foto correspondiente que luego se enviaría por correo. Emma apareció y le sonreí, sacándole una foto.
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