Narra Artemisa
-Su Majestad, el Rey Enrique de Inglaterra.-
El Rey Carlos de Francia se paró.
-Su Majestad.- dijo cuando entramos.- Venga a sentarse conmigo. Por favor.- le indico la silla frente a él y Hal se sentó.- Me gusta sentir el sol en mí piel pero no demasiado. Demasiado es muy peligroso.
Hubo un silencio incomodo cuando Hal no respondió y se limito a observarlo con seriedad.
-Esta conversación que vamos a tener ya la han tenido muchas veces antes y la tendrán muchas veces nuevamente en los siglos venideros entre hombres vanidosos y hombres razonables. Yo esperaría que usted y yo seamos hombres razonables.- todo aquello lo dijo con voz lenta y cautelosa, buscando las palabras perfectas para no causar otra guerra.- Desde luego yo he viajado hasta aquí para ofrecerle mí rendición.- soltó por fin.
-¿Quiere algo de mí a cambio?- preguntó Hal.
-No.- sonrió y miro a su izquierda.- Aunque, sin embargo, tengo para usted una proposición. ¿Usted acepta la mano de mí hija, Catherine, en matrimonio?
Y justo al lado de William, con el cuerpo cubierto de barro seco, sentí como el alma se me caía a los pies. William me miró de reojo y yo solo pude ignorarlo y mantener mí mirada expectante sobre Hal.
-Es muy extraño, pero los grandes movimientos de la historia con frecuencia encuentran sus orígenes en las pequeñeses familiares. Y en formas que no me atrevo a mencionar, mí relación con mí hijo y la suya con su padre son las cosas que nos han traído aquí este día. Somos líderes de tierras y personas y aún así es la familia la que nos mueve. La familia nos consume.- sonrió sin gracia alguna.
Hal lo observo por unos segundos hasta que se digno a responder antes de que mí corazón sufriera un colapso nervioso.
-Voy a negar su propuesta, Rey Carlos.- creo que no fui la única que se sorprendió, ya que el Rey de Francia pestañeo un par de veces como si no pudiera creerlo y la princesa Catherine frunció el ceño con disgusto y confusión mezcladas.- Yo ya estoy comprometido.- se levantó y camino a la salida no sin antes tomar mí mano para salir juntos, detenerse junto al umbral y decir:- La mitad de su oro será exportado a Inglaterra, además de varias provisiones como alimentos y armas. En su consejo incluirá a un Lord inglés de alto rango enviado por mí y cuando muera ya veremos que pasará. Gracias por recibirme.
~•~
-Me pregunto quién será su prometida, mí Rey.- Hal río y me acorraló contra la pared del camerino del barco.
-Cuando lleguemos a Inglaterra nos daré una semana para descansar y luego iremos a Italia para invitar presencialmente a tu padre y hermanos a nuestra boda.- acarició mí mejilla con la punta de su nariz y sonreí.- Cuando volvamos te daré una sola semana para organizar la boda, solo para convertirte en mí esposa lo más rápido posible.- reí mientras trataba de ocultar mí sorpresa.
-Primero debes pedirle mí mano a mí padre y esperar hasta que él te la de.- sonreí.
-No es verdad. ¿Recuerdas la carta de aquella vez, carta que no quise mostrarte?- levantó una ceja y sonrió, divertido.
-No me jodas, Hal.- reímos y él me beso.
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ℳ𝓎 ℒ𝒶𝒹𝓎 || ℛℯ𝓎 ℰ𝓃𝓇𝒾𝓆𝓊ℯ 𝒱
Fanfiction"Me basto verla para descubrir que, en estos años, no la había olvidado un solo momento, que estaba tan enamorado de ella como el primer día." •Mario Vargas Llosa || Travesuras de la niña mala.