Cap 23 "Aun te.. amo"

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Claro, la piscina, el lugar donde podríamos ir cada vez que quisiéramos relajarnos, el lugar que me mostró cuando teníamos 12 años.. nuestro lugar. Y es que ¿dónde más podría estar sino?.

Estoy algo nerviosa, no lo voy a negar.. incluso hice algo muy inteligente, corrí con tacones por los pasillos cerámicos del castillo. Y si, soy consiente que eso no es lo más cuidadoso que puede haber.

Encontré la pintura que cubría la puerta, era solo un paisaje.. era solo una pintura más, de la que nadie podía sospechar.. más que una pintura, parecía un tapiz, que colgaba y que era lo suficientemente largo para cubrir la pequeña abertura que daba inicio a el pasillo con gradas.. camine hasta llegar a la pared, puse mi huella, la cual fue aceptada.. camine por aquel pasillo corto y angosto hasta llegar a la puerta, a esa puerta.

Luego lo vi, estaba sentado de espaldas hacia mi, ya no andaba el disfraz de griego, solo llevaba una camiseta y unos jeans. Tenía sus zapatillas a un lado junto a su celular.. esto hizo que me hiciera una pregunta ¿Por qué no me cambié antes de venir?

En mis nervios y ansiedad, tal parece que mi inteligencia no dio lugar y solo hice lo primero que se me vino a la cabeza.. buscarlo

No tenía planeado que decir o que hacer.. literalmente solo me vine, no había inventado escusa alguna para estar aquí, así que tratándose mi orgullo, quite mis tacones, me acerque a él, me senté junto a él y metí mis pies en el agua de la piscina.. junto a él.

El estaba consiente de mi presencia, y no desde ahora, pues digamos que por muy distraído que el Sesos de Alga sea, estoy segura que escucho mis pisadas.

Estuvimos así unos momentos, ambos en silencio.. pero un silencio cómodo, un silencio lleno de paz

Luego de un rato, conmigo mirándolo de reojo, el hablo sin mirarme

— Deberías sacar los pies ya, es tarde y el agua está fría, podrías conseguir un resfriado — Sinceramente no me esperaba eso

— Mm tu también ¿no crees?

— ¿Y quién dice que no quiero un resfriado? — aunque no me miraba pude notar su sonrisa torcida

— ¿Por qué quieres un resfriado? — le pregunte curiosa

— Evitaría el ir a citas, reuniones y cosas así por un par de días.. serian como vacaciones — el río, mientras que yo no negare que su respuesta me sorprendió un poco

— ¿Tan malo te es hacer eso? Creí que lo disfrutabas – dije

— ¿Crees que disfruto el hecho de que muchas chicas me miren como si fuera la cosa más maravillosa del mundo? Incluso siento que me acosan — <<Así que eso es lo que de verdad sientes>> pensé

— Oh — respondí. No sabía cómo dar una respuesta a eso

— ¿Qué? ¿No me crees?

— No es eso..

— ¿Y entonces?

— Solo creí que..

— ¿Qué creíste, Annabeth?

— No se.. tal ves que esto era enserio una oportunidad para ti

— ¿Qué quieres decir con oportunidad?

— Una oportunidad.. para conocer a alguien — dije como si fuera obvio. Aunque por dentro eso hacía una presión en mi pecho

— ¿Conocer a alguien? — pregunto con una sonrisa que persistía salir a flote

— Si — dije viéndolo algo acusatoriamente

— ¿Cómo a quien? — y su sonrisa salió a la luz, esa sonrisa torcida que me provocaba ganas de tocar esos labios.. pero que a la vez me daba a entender de que el ya estaba jugando

¿Duquesa o Reina? [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora