True Love

29

Narra Seoyeon

—¡Park Jimin!.. Detente— le digo al sentir besos en mi cuello.

Pero él pare ignorar mis llamados

—Amor... Habló en serio, tenemos muchas que hacer.

—Los bebés siguen durmiendo y Hee también quiere seguir durmiendo ¿Verdad princesita? — dice mientras susurra en mi barriga.

Al parecer todo lo que Park Jimin quiere se le cumple. Primero dijo que quería estar conmigo y acá estamos, lo segundo fue que quería hijos y bueno para muestra tenemos dos y uno en camino. Dijo que este tenía que ser la niña y pues le salió. Dice que va a ser su linda princesita. 

—Jimin-ssi., en serio, tengo que terminar de arreglar las últimas cosas del cumpleaños de los gemelos.

—Tú descansa si, estas últimas semanas han sido duras y el doctor dejo muy claro que no debes excederte.

—¿Podemos desayunar acá con los pequeños?

—Lo que la reina pide, la reina tiene— dice susurrando en mi oído. —Ya vengo — se levanta de la con tan solo un pantalón de algodón.

A pesar de los tres años que tengo con él, aún altera mis sentidos y creo que con el tiempo aumenta más. Esos tatuajes aún me matan, aunque me sepa cada trazo de memoria, amo repetirlos uno y otra vez.

—En que tanto piensas niña pervertida, te vas a romper el labio.

Caigo en cuenta que mientras pensaba eso me estoy mordiendo el labio.

—Ahh— dice mientras se acuesta nuevamente en la cama y da besitos por toda mi cara.

—En ti, en lo sexy que eres— digo dándole un beso.

—¿Y es que soy muy guapo?— pregunta alzando su ceja.

—Guapo es poco, pero ve por los niños, hay mucho que hacer.

Él se levanta y va en búsqueda de los gemelos. Como pasa el tiempo hace tres años que estamos junto. Y hoy es el cumple de nuestros pequeños. Y en pocos meses tendremos a esta pequeña con nosotros.

Por el pasillo escucho unos pequeños ruidos y sé de quienes se tratan, ellos entran corriendo mientras huyen de su padre.

No pierden esa costumbre de intentar subirse a la cama ayudándose mutuamente. Al ver que su padre se acerca gritan y van hacia mi lado para que los ayude a subir. Los ayudo y me los como a besos al tenerlos cerca.

—¿Quiénes cumple hoy?— les pregunto.

—Nosotos— dicen alzando sus brazos.

Yo río mientras asiento y les doy más besos.

Nos quedamos un rato en la cama los cuatro comiendo.

Joon y Hyun a veces ponen su boquita en mi barriga y llaman a su nita como ellos suelen llamarla. Lo que más nos dio risa a mí y a Jimin es que ponen su oreja esperando una respuesta, cosa que claramente no pasaría.

Lo intentaron nuevamente y lo que recibieron a cambio fue una patada. Ambos se sorprendieron incluso nosotros, hasta el momento no lo había hecho.