Capitulo 5 ( 1° parte)

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La semana que siguió al baile de los Spencer fue muy diferente para los Dudley, ya que estos estaban acostumbrados a recibir invitaciones a casi todos los eventos que se celebraban durante la temporada desde que Trevor alcanzó la edad para casarse. Aunque solo tenía el título de barón su fortuna era muy abultada (gracias a que tanto su abuelo como su padre habían sido hombres con una gran visión para las inversiones y los negocios, capacidad que Trevor también había heredado) cosa que unida a su juventud y atractivo, hacía que fuera uno de los solteros más codiciados. Sin embargo, ni lady Dudley ni Trevor solían disfrutar mucho de esos eventos, así que eran pocas las invitaciones que acababan siendo aceptadas,

sin embargo, durante esa semana lady Dudley acepto más de las habituales. Aparte de las que considero que no podía rechazar y a las que naturalmente acudió en compañía de Trevor, esta semana también acudió a un par de reuniones musicales, donde las jóvenes mostraban sus talentos, y a algunas reuniones de damas, las cuales se reunían normalmente para recaudar donativos para alguna causa humanitaria (a estas últimas no solía asistir, no por tacañería, sino porque normalmente hacía muchos donativos sin necesidad de que se los pidieran).


El motivo por el cual la baronesa había cambiado sus costumbres no fue otro que su interés por conocer más a la señorita Thompson, ya que pensó que quizás coincidirían en alguno de los eventos y así podría saciar su curiosidad sin que resultará demasiado evidente su interés.


Aunque la semana de lady Dudley fue algo más ajetreada de lo acostumbrado, la semana de Trevor fue como solían ser siempre, pues era un hombre de costumbres. Solía levantarse temprano, y tras un café le gustaba salir a cabalgar un rato por Rotten Row, pero siempre antes de que se llenara de gente. Tras el paseo a caballo se adecentaba y bajaba para desayunar con su madre, momento en que lady Dudley le comentaba los planes del día y si tenían algún compromiso, tras lo que se dedicaba a leer los periódicos del día. Luego solía ocuparse de sus negocios, unas veces saliendo a reunirse con sus socios, otras veces visitando las instalaciones de futuras inversiones o en las que ya participaba etc. Otras veces se encerraba en su despacho analizando posibles inversiones o mejoras en las que ya tenía. Por lo general él ponía la mayor parte económica y los demás socios eran los que gestionaban el funcionamiento, no obstante aun así se implicaba mucho y le gustaba estar informado de todo. Por las tardes le gustaba ir un rato a practicar esgrima, tras lo cual se pasaba un rato por el club, para afianzar relaciones con los demás caballeros. Y luego, tras cenar con su madre, le dedicaba un par de horas a unas de sus pasiones, tocar el piano. Bueno y ese solía ser el día a día de Trevor los meses que vivían en Londres, salvo, claro está, los días que tenían que asistir a un evento o a alguna de sus citas amorosas.


Tras una semana asistiendo a eventos y viendo que nunca coincidía con lady Carrington y la señorita Thompson, lady Dudley decidió mandarles una nota invitándolas a una merienda, privada e informal, para el día siguiente. Sabía que tarde o temprano coincidirían, pero considero que una merienda sería ideal para poder charlar tranquilas, así que sin más dilación se dispuso a escribir la invitación.


«La Baronesa Dudley saluda a la Vizcondesa viuda Carrington y la Srta. Thompson, y solicita el placer de su compañía para tomar el té mañana a las cuatro.


Grace Dudley, baronesa Dudley».


ARRIESGARSE A AMAR  ( Borrador Sin Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora