Capitulo 4 ( 2° parte)

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Rotten Row estaba en la parte sur de Hyde Park, junto a la orilla del Serpentine.

Una vez allí Phoebe vio que lady Carrington tenía razón, aquello estaba lleno de gente. Rotten Row era un largo paseo, con suelo de césped, por donde paseaba la gente a pie, y una ancha pista central, de grava y mantillo, para la gente que iba a caballo. Había tanta gente que pensó que allí estaba la mitad de la alta sociedad. Jovencitas paseando con sus madres, jovencitas en grupos de dos o tres seguidas por sus correspondientes carabinas, jóvenes, jóvenes en grupo, matrimonios, caballeros y alguna dama a caballo.


—Madrina, tenía usted razón, aquí debe de estar la mitad de las debutantes de Londres.


—Querida ya te dije que este era el sitio preferido para los paseos matutinos.¡Oh, mira querida! Lady Morgan y lady Parker.


—¿Siempre van juntas? Creo que desde que llegué a Londres nunca las he visto separadas.


—Ni las verás querida. Siempre han sido unas hermanas inseparables. Fíjate hasta que punto estaban unidas que no solo se negaron a debutar por separado, y eso que lady Morgan es tres años mayor, incluso habían pactado entre ellas que solo aceptarían casarse si los pretendientes de las dos eran hermanos o amigos íntimos y aceptaban celebrar las dos bodas juntas.


—¿Y al final lo consiguieron?


—Sí. Al final lo consiguieron, pero te aseguro que no les resultó tarea fácil. Recuerdo que necesitaron varias temporadas y tanto ellas como yo ya éramos consideradas solteronas, aunque te aseguro que las tres tuvimos algún que otro pretendiente, no obstante al final nuestra paciencia fue recompensada, aunque yo tuve que esperar más años, pero te aseguro que valió la pena


Y es que lady y lord Carrington se casaron por amor a diferencia de lady Morgan y lady Parker que fueron matrimonios de conveniencia, aunque, todo hay que decirlo, muy beneficioso para todas las partes, pues ellas podían estar siempre juntas, que era lo que querían, y sus respectivos esposos estaban encantados de que estuvieran entretenidas y no los molestarán constantemente con tonterías de mujeres.


—Ahora que lo menciona, nunca me ha contado nada de cómo fue su debut y como conoció al vizconde —dijo Phoebe, pues sentía mucha curiosidad por conocer la historia de su madrina.


—No te preocupes querida, si quieres en otro momento estaré encantada de contarte mi historia y te hablaré de mi querido Herbert. Ahora acerquémonos a saludar a lady Morgan y lady Parker.


Tras saludar a las hermanas y tener una breve conversación en las que estás, naturalmente, pusieron al día a lady Carrington y Phoebe de un par de cotilleos recién salidos del horno, siguieron con su paseó. Mientras paseaban iban saludando, con un ligero movimiento de cabeza a las damas y los caballeros que Phoebe había conocido en la fiesta de los Spencer y estos les correspondían de la misma manera, las damas con un ligero movimiento de cabeza y los caballeros igual aunque añadiendo un pequeño toque a sus sobreros. Todos menos lord Stanford el cual no solo no devolvió el saludo, sino que encima les giró la cara descaradamente tras fulminar con una mirada a lady Carrington, ante lo que Phoebe se sintió incómoda, pero viendo que su madrina hizo como que no se había dado cuenta ella prefirió no hacer ningún comentario.


La verdad es que al final Phoebe disfruto del paseo y el desfile de vestidos, sombrillas y elegantes caballeros, así que por la tarde hicieron el circuito de Hyde Park en carruaje abierto, del cual también disfrutó.


Al finalizar la semana, Phoebe ya no disfrutaba tanto de los paseos, más bien empezaba a estar hasta las narices y es que la única diferencia entre un día y otro fue los vestidos que llevaba. Todos los días eran desayunar, ponerse el vestido de mañana, paseo matutino, llegar a casa y disfrutar de un tentempié, un pequeño descanso, ponerse el vestido de tarde y paseo en carruaje, llegar a casa y un pequeño descanso, vestirse para la cena, cenar y un poco de lectura y a dormir hasta la mañana siguiente donde se repetía todo otra vez. Phoebe había estrenado más vestidos en esa semana de los que solía estrenar en más de un año, ya que según su madrina repetir vestido en una semana era imperdonable, salvo el que usaba para la cena, ese si pudo ponérselo más de una vez, pero solo porque estaban ellas dos solas.


Un día Phoebe le propuso a su madrina cambiar de ruta e ir a otro de los sitios interesantes que había en Londres y tenía ganas de ver, pero la respuesta de lady Carrington fue.


—Ya abra tiempo para que visitemos todo lo que quieras querida. Ahora lo importante es que la gente te vea y te conozca. No llegamos a tiempo para poder hacer la presentación ante la reina y tu debut ha sido a mitad de temporada, así que lo más importante es recuperar el tiempo perdido mientras esperamos que nos lleguen invitaciones.


Durante esa semana las invitaciones brillaron por su ausencia y es que lady Carrington no era una dama muy popular. Aunque era una dama con una reputación intachable y bien considerada, las personas más solicitadas para asistir a los eventos eran las familias de solteros con título y fortuna, las familias de jóvenes debutantes con abultadas dotes o las familias más influyentes y lady Carrington no cumplía ninguno de esos tres requisitos, pues aunque era la vizcondesa viuda y el actual vizconde era un hombre muy influyente, todo el mundo sabía de la mala relación que está tenía con el hijo de su difunto esposo.























































































































































ARRIESGARSE A AMAR  ( Borrador Sin Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora