Mientras Lady Dudley estaba en casa de Lady Carrington, Trevor se dirigía al club para ver si coincidía con Lord Stanford y empezaba a acercarse más a él con la escusa de proponerle un negocio. Tras mucho pensar en que negocio podía proponerle al final decidió hablarle de un proyecto que tenía en mente desde hacía un tiempo, el cual , según sus cálculos, podría dar muchos beneficios a largo plazo , aunque era un proyecto de grandes dimensiones que necesitaba una gran cantidad de capital, por lo que se necesitaba varios inversores.
Aunque Trevor no estaba seguro de que Stanford fuera el hombre que necesitaban para el tema de la subasta, sabía de buena tinta que pese a su fama de libertino y hedonista, en cuestiones de dinero y negocios era un hombre serio y centrado, prueba de ello era que pese a ser un hombre de placeres, su fortuna no solo no había menguado sino que había crecido considerablemente con el paso de los años.
Una vez en el club Trevor no tardó en divisar a Stanford, el cual estaba cómodamente sentado en uno de los elegantes sillones del fondo de la sala, disfrutando de una copa mientras leía el periódico, cosa que a Trevor le venía muy bien, pues estando solo y en la zona más apartada, le facilitaba acercarse a hablar con el tranquilamente, así que tras saludar brevemente a los demás caballeros con los que se cruzó, se dirigió directamente hacia donde estaba Stanford.—Buenas tardes Stanford ¿ Le importa si le hago compañía?
Lord Stanford bajo el periódico y miro a Trevor , con una ceja levantada y extrañado por la petición.
—Buenas tardes Dudley, siéntese si lo desea— dijo Stanford, tras lo que dio un sorbo a su copa y siguió con la lectura del periódico.
Trevor tomo asiento y le hizo un gesto a uno de los camareros, para que se acercara.
—¿ En que puedo ayudarle milord?— dijo el camarero al acercarse..
—¿ Stanford, le apetece una copa?— pregunto Trevor antes de hacer el pedido.
—Claro que si, yo nunca rechazo una copa— dijo Stanford , bajando el periódico solo el tiempo necesario para contestar.
— Tráigale una copa, de lo mismo que está tomando, a lord Stanford y una copa de coñac para mi.
—Enseguida milord.—contesto el camarero, el cual apenas tardó un minuto en traerles las copas.
—¿ Alguna noticia interesante?— Pregunto Trevor, intentando romper el hielo.
Stanford que empezaba a estar un poco arto de interrupciones, suspiro y puso los ojos en blanco, tras lo que decidió cerrar el periódico y contestar.
—Supongo que nada que no viniera en el periódico que ha leído usted está mañana— contesto Stanford mientras doblaba el periódico y lo ponía sobre la mesa auxiliar— Doy por hecho que se ha sentado aquí para algo más que comentar las últimas noticias del periódico, así que ¿ Que tal si vamos al grano?.
— Creo que será lo mejor, sobretodo después de mi patético intento de ir sacando el tema poco a poco y de una manera casual— dijo Trevor después de reír.
—Sinceramente Dudley, juego con ventaja.En mi juventud fui muy amigo de tu padre y en ese sentido eres igual que el, lo suyo nunca fue andarse por las ramas y la incomodidad lo delataba— dijo sonriendo y cogiendo la copa para dar un trago.—Por cierto, espero que no te moleste que si te tuteo
Aunque Trevor sabía que ese punto era una desventaja, no pudo evitar sentirse orgulloso, como cada vez que alguien le decía que se parecía en algo a su padre.
—No se preocupe, no me molesta en absoluto.Y ahora lo mejor es que vaya directo al asunto. Quiero proponerle un negocio.
—¿Que clase de negocio?
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ARRIESGARSE A AMAR ( Borrador Sin Corregir)
RomanceAVISO IMPORTANTE: ESTA HISTORIA NO ES EROTICA (AUNQUE AL PRINCIPIO PUEDA PARECERLO) SOLO TIENE DOS ESCENAS SEXUALES POR EXIGENCIA DE LA TRAMA Y NO SE UTILIZA LENGUAJE MALSONANTE. Esta es la historia de Trevor y Phoebe, dos personas en apariencia...