Phoebe suspiro aliviada cuando por fin llegaron a casa y pudo deshacerse de los quince kilos de ropa, los zapatos, que le habían destrozado los pies y el maldito corsé. Ella estaba acostumbrada a llevar corsé, pero por amor de Dios, no creía necesario apretarlo hasta el punto de apenas dejar espacio para respirar.
Cuando ya solo le quedaba puesta la camisa y los pololos despidió a la doncella, quería lavarse y refrescarse un poco antes de ponerse el camisón y quitarse el peinado para cepillarse el pelo, cosa que le gustaba hacer en privado. Una vez término todo el proceso estaba tan sumamente agotada física y mentalmente que en cuanto su cabeza tocó la almohada se quedó profundamente dormida.
A la mañana siguiente cuando la doncella entro para despertarla Phoebe tenía la sensación de que solamente habían pasado diez minutos desde que se acostó.
—Buenos días, señorita Thompson —saludo la doncella mientras descorría las cortinas
—Eh, buenos días Sally ¿Qué hora es? —pregunto medio dormida mientras entrecerraba los ojos y parpadeaba deslumbrada por la luz.
—Son las nueve señorita. Lady Carrington ha ordenado que la despierte y le informe de que debe arreglarse para salir de paseo. Con su permiso voy a por la bandeja del desayuno señorita.
En cuanto Sally salió por la puerta Phoebe se levantó a hacer sus necesidades, si, sus necesidades, porque por muy fina, dama, o noble que se fuera, toda persona tenía momentos totalmente carentes de glamour. Una vez aliviada se lavó un poco en la jofaina y se acomodó otra vez en la cama esperando a que Sally subiera con el desayuno, aunque no tuvo que esperar nada, ya que la doncella, que por lo visto tenía un sexto sentido para calcular los tiempos, llego justo cuando ella terminó de acomodarse.
—Con su permiso señorita iré preparando todo lo necesario mientras usted disfruta de su desayuno —dijo tras entregarle la bandeja —¿Ha pensado usted que vestido desea ponerse?.
—Gracias Sally. La verdad es que no tengo preferencia por ningún vestido, elige tú el que creas más conveniente.
Lo cierto es que a Phoebe no le atraía ninguno de los vestidos así que tanto le daba uno que otro. Naturalmente, se los pondría todos sin rechistar, ya que sabía que su madrina había gastado una gran suma en ellos y estaba sumamente agradecida, pero tenía claro que sí se daba el caso de tener que comprar algo más (cosa que dudaba) haría valer su opinión.
Aproximadamente, una hora y media después, Phoebe ya estaba preparada y se dirigió hacia el salón donde la esperaba su madrina.
—Buenos días, madrina.
—Buenos días, querida, si ya estás preparada nos espera el carruaje para acercarnos a
Rotten Row.
—¿El carruaje? Pensaba que íbamos a pasear.
—Si querida estás en lo cierto, sin embargo, Rotten Row queda un poco lejos para mí así que nos acercaremos en carruaje y allí pasearemos.
—Madrina, disculpe mi ignorancia, pero no entiendo por qué tenemos que ir hasta allí para dar un simple paseo.
—Oh querida, no se trata de un simple paseo más bien es una parte esencial de tu presentación, aparte de los actos a los que asistamos debemos pasear para darte a conocer y que los caballeros te vean. La costumbre es que por la mañana demos paseos a pie por Rotten Row y por las tardes haremos el circuito por Hyde Park con el coche descubierto.
—¿Entonces quiere decir que se trata más de una exhibición que de un disfrute personal?
—Mmmm nunca me lo había planteado de esa manera, sin embargo, lo cierto es que ahora que lo mencionas... —mencionó pensativa — Definitivamente esa es la definición exacta.
—¿De verdad cree que es necesario? Si le soy sincera no me siento cómoda exhibiéndose de una manera tan obvia.
—¡Bah, tonterías querida!. Cariño no tienes de que preocuparte —continuo, cogiéndole la mano mientras le daba ligeros golpecitos en el dorso, al observar su cara de preocupación—Ven sentémonos.
Sé que para ti todo esto es nuevo y debes de sentirte abrumada, yo también tuve un debut y sé lo intimidante que puede ser para una joven. Te aseguro que es algo totalmente normal y cuando lleguemos observarás que todas las jovencitas hacen lo mismo, bueno no solo las jovencitas, también verás que está lleno de caballeros solteros. Sabes que uno de mis sueños era tener una hija y vivir con ella la aventura de su debut, sueño que estoy viviendo contigo y me hace tremendamente feliz, pero en el poco tiempo que llevamos juntas te he cogido mucho cariño y jamás antepondré mis deseos a los tuyos. Demos ese paseo y si después decides que te sientes muy incómoda y no quieres repetir no lo haremos más. Sinceramente, creo que te gustará.
—Está bien madrina daremos ese paseo— y siguiendo un impulso abrazo a Lady Carrington y le dio un sincero beso en la mejilla— Yo también le he cogido mucho cariño madrina y no sabe cuánto le agradezco lo cariñosa y generosa que está siendo conmigo.
—Calla niña, vas a conseguir que me emocione y no nos hemos puesto tan bellas para acabar paseando con los ojos rojos e hinchados. Venga salgamos ya o cuando lleguemos ya no quedará nadie.
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ARRIESGARSE A AMAR ( Borrador Sin Corregir)
RomansAVISO IMPORTANTE: ESTA HISTORIA NO ES EROTICA (AUNQUE AL PRINCIPIO PUEDA PARECERLO) SOLO TIENE DOS ESCENAS SEXUALES POR EXIGENCIA DE LA TRAMA Y NO SE UTILIZA LENGUAJE MALSONANTE. Esta es la historia de Trevor y Phoebe, dos personas en apariencia...