Capitulo 11

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Phoebe llevaba todo el día nerviosa, bueno lo cierto es que estaba nerviosa desde que recibieron la nota de lady Dudley invitándolas a la ópera. El día anterior Phoebe se había pasado horas probándose todos los vestidos que tenía de fiesta, mientras lady Carrington veía como uno tras otro los iba descartando, cosa que le resultó extraño, pues normalmente Phoebe dejaba que fuera la doncella la que eligiera el vestido.

—¿Por qué no vuelves a probarte el azul? —Había comentado lady Carrington al observar que tras probarse todos los vestidos Phoebe se dejó caer sobre la silla, suspirando y con cara de decepción —Es un vestido precioso y el color te favorece mucho.

—Está bien, volveré a probármelo —había contestado Phoebe desganada.

Lo cierto es que el vestido tenía un corte muy bonito y un precioso tono azul, pero le sobraban lazos y sobre todo le sobraban las flores de tul azul cosidas en la parte frontal de la falda blanca, pero aun así, al final había decidido que sería el que se pondría, aunque se quedó un poco desanimada, ya que,
aunque no era demasiado presumida, el día de la ópera quería sentirse guapa, y con tanto adorno se veía fatal ¿Qué pensaría de ella una mujer tan elegante como lady Dudley? Y sobre todo ¿Qué pensaría lord Dudley si la volvía a ver llena de lazos y adornos?.

Phoebe era muy consciente de cómo había sido su primer encuentro con lord Dudley, sabía que era un libertino sin respeto por la institución matrimonial y que no debía dejarse deslumbrar por sus encantos, pero aparte de su gran atractivo, en casa de lady Dudley había descubierto que lord Dudley también tenía otras facetas que habían hecho que se sintiera muy a gusto en su compañía, eso sin contar con el gran detalle que había tenido al regalarle el libro. Tenía ganas de volver a verlo y agradecerle el detalle del libro, y también reconocía, que aunque no buscaba conquistarlo, quería que la viera elegante y que él también disfrutara de su compañía.

Tras el almuerzo lady Carrington le recomendó a Phoebe que subiera a su alcoba a intentar dormir un poco hasta la hora de empezar a arreglarse para la ópera. Una vez Phoebe abandono el comedor lady Carrington tiró de la campanilla para que viniera la doncella.

—¿Me llamaba ,milady?

—Si Elisa, dime ¿Ya ha llegado el vestido de la señorita Thompson?

—Si milady, el vestido llegó a primera hora de la mañana.

—Bien. Esperemos que le guste a Phoebe —mencionó lady Carrington tras soltar un suspiro —Recuerda que hoy tiene que empezar a arreglarse con suficiente tiempo como para poder cambiar de vestido o de peinado si fuera necesario. Creo que esta noche es especial para Phoebe así que deja que sea ella la que decida como quiere exactamente el peinado y todo lo demás.

—Como usted ordene, milady.

—Eso es todo Elisa. Yo también voy a retirarme un rato a mi alcoba. Ah, y recuerda venir a avisarme antes de enseñarle el vestido, quiero ver su reacción al ponérselo.

—No se preocupe milady, estoy segura de que a la señorita Thompson le encantará el vestido.

El día anterior, tras presenciar como Phoebe descartaba todos los vestidos, lady Carrington decidió coger el vestido azul y mandárselo a la modista para qué le quitará todos los adornos que ella le había mandado poner. Sabía que con tan poco tiempo de margen la modista se tendría que tirar toda la noche para quitarlos, pues la tela era muy delicada y había que hacerlo con mucho cuidado para que no quedarán marcas, por eso junto al vestido había mandado una nota explicando la situación y ofreciéndose a pagar lo que fuera necesario para que el vestido estuviera listo a tiempo. Para lady Carrington había sido evidente ver que para Phoebe está era una ocasión especial y que no le gustaban los vestidos tan llamativos y adornados, pero era una joven tan agradecida y educada que estaba segura de que no le diría nada por no ofenderla.

ARRIESGARSE A AMAR  ( Borrador Sin Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora