Capitulo 14 ( 1° parte)

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Al llegar la noche tal como habían quedado Tom fue a recoger al doctor Graham y Lara subió a la habitación para avisar al señor Higgins, pues considero que este preferiría que lo avisarán antes de que el doctor ya estuviera en casa.

Lara sonrió al entrar en la habitación y encontrarse con aquella bella estampa. Allí sobre la cama estaban Higgins y el pequeño, dos perfectos desconocidos durmiendo plácidamente cogidos de la mano, como si se conocieran de toda la vida o fuera un cariñoso padre y su pequeño. La verdad es que aunque Lara daba por hecho que si aquel hombre era amigo del señor Sheppard tenía que ser buena persona le sorprendía lo atento y cariñoso que estaba siendo con el niño.

Aquel pobre hombre estaba durmiendo tan a gusto que a Lara le daba pena despertarlo, pero sabía que el señor Higgins se lo agradecería, así que tras un par de minutos observándolos en silencio se acercó a Higgins.

—Señor Higgins despierte —dijo Lara bajito mientras le tocaba el hombro.

—¿Eh? ¿Qué ocurre? ¿El niño? —dijo Higgins incorporándose de golpe aún medio dormido.

—Tranquilo no ocurre nada. He venido a avisarle de que pronto llegará el doctor Graham. Tom a ido a recogerlo y no tardarán en estar aquí.

—¿Vienen los hombres malos? —pregunto el pequeño aferrándose a la mano de Higgins.

—No. Tú sigue durmiendo que todo está bien. Yo tengo que levantarme porque va a venir el doctor Graham a curarte las heridas para que te pongas bueno pronto. No te preocupes que no me voy de la habitación.

Comadreja se había despertado cuando Higgins se incorporó de golpe y se asustó al oír que decían que alguien iba a venir. Lo cierto es que el niño se sentía seguro y protegido junto a él y no le hizo ninguna gracia que este le soltara la mano así que en vez de intentar seguir durmiendo se quedó con los ojos bien abiertos observando como Higgins se acercaba a la jofaina y empezaba a lavarse la cara.

—Bueno hombrecito vamos a ver qué tal está ese pañal y te pongo limpito —dijo Lara acercándose al niño.

—No. Vete —contesto Comadreja muy serio y mirándola fijamente.

—Pórtate bien y haz caso a Lara. Deja que te cambie y nada de morder eh, que nos conocemos —dijo Higgins mientras observaba en el espejo su incipiente barba y la camisa arrugada.

Esa frase fue suficiente para que el niño se dejara hacer, aunque a desganada y con el ceño fruncido.

—Bueno esto ya está, ahora vamos a ponerte un pañal limpio.

—No quiero. Yo soy grande —empezó a protestar de nuevo.

—Claro que eres grande, pero hay que ponértelo porque no te puedes levantar de la cama.

—Si puedo. Los pañales son para los bebés.

—No, no puedes levantarte hasta que no estés bueno. Además, los bebés llevan pañal todo el día y los hombres solo cuando están enfermos y no se pueden levantar de la cama.

—Mentira. Los hombres no llevan pañal.

—¿Cómo que no? Pues claro que los llevan. Al señor Higgins también se los pongo cuando está enfermo y se tiene que quedar en cama. Pregúntaselo si no me crees.

Higgins que estaba atento a la conversación se giró de golpe al escuchar a Lara y pasó su mirada de uno a otro con una ceja levantada y los labios apretados para aguantar la risa al verles la cara. Lara lo miraba haciendo gestos con la cara mientras levantaba los hombros, lo que Higgins interpretó como un intento de disculpa a la vez que una insistencia para que le diera la razón y Comadreja lo miraba sorprendido con las cejas levantadas y la boca medio abierta.

ARRIESGARSE A AMAR  ( Borrador Sin Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora