Era inicio de semana y Dean había llegado muy temprano a trabajar, encerrándose en su oficina. Cuando escuchó a Catarina llegar, la llamó y le dijo que nada ni nadie lo interrumpieran, insistiendo en "nadie". Ella solo lo había mirado con cara seria y asintió marchándose de su oficina dejando que viera lo en desacuerdo que estaba.
Una hora después, escuchó a Castiel llegar a la oficina y no pudo evitar rechinar los dientes cuando, al acercarse a la puerta, comenzó a escuchar que su amigo hablaba con Catarina sobre su fin de semana.
—...Hans fue tan tonto, llevarme a ese resort solo para mostrarme que en una de las habitaciones tenía una temática de superhéroes que a él le fascinaba. Pasamos un fin de semana bastante relajado en ese lugar...
Dean casi se atraganta con la forma en que Castiel hablaba, era como si quisiera que todo el edificio supiera que ahora estaba saliendo con el idiota de Hans, cuando él debería guardar las formas y comportarse como el gerente general de una de las empresas más renombradas del país. Volvió a pegar la oreja y necesitó apretar los puños en señal de frustración cuando se dio cuenta de que seguían hablando de Hans.
—Hans me parece un chico maravilloso, me alegro mucho de que al fin estén saliendo, era obvio que estaba interesado en usted, señor Novak.
—Sí, es un chico maravilloso que sabe lo que quiere, eso me queda muy en claro, Catarina. Hoy me ha dicho que vamos a ir por la tarde a...
Dean no soportó más y salió de su oficina haciendo mucho ruido y se quedó parado frente a Castiel y a Catarina que en ese momento tenía la mano en su pecho, al parecer se había asustado con la manera brusca que tuvo al salir de oficina.
—Castiel, hoy tenemos que revisar sobre los clientes del norte. Quieren un informa detallado sobre...
—¿Hoy? No era eso para la otra semana...
—Hoy, porque mañana tenemos que ver sobre... sobre la maderera internacional. Sí, y recuerda que ellos no son de los que esperan, además, está por confirmarnos si mañana tendremos una cita previa para ultimar detalles.
Un silencio que a Dean le pareció incómodo hubo entre los tres. En esa área solo estaban ellos ya que los demás empleados que trabajaban directamente con la gerencia estaban un piso más abajo, aun a veces se dejaba oír el movimiento del trabajo que subía por la escalera de escape que no tenía puerta. A él no le importó que su intervención se viera y sintiera más a intromisión, había trabajo, así es que la diversión con Hans, a su criterio, debía esperar.
Debía esperar por mil años de ser posible.
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Castiel miró a Dean y su escusa ridícula sobre el trabajo en exceso que debían hacer ese día y el siguiente se le antojaba una ridiculez. Lo más seguro era que le traería trabajo extra de la nada, y eso hizo que su corazón diera un brinco de satisfacción. Miró a Catarina. Ella se dio cuenta lo extraño de su comportamiento, no le quedaba dura de ello, así es que no queriendo exponer más a Dean, decidió seguirle el juego a ver a dónde llegaba.
—Sí, bueno, en ese caso, tendré que llamar a Hans...
—Lo puede hacer Catarina —lo cortó Dean y luego mirando a su secretaria añadió—: llámelo y dígale que Cas, no puede ir con él a cenar, lo más probable en toda la semana.
Castiel alzó una ceja ante semejante declaración, pero si Dean se dio cuenta de su reacción no dio señal de nada y se dio media vuelta a su oficina. Antes de entrar, volteó y lo quedó mirando con el ceño fruncido.
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El vacío que llenas
FanfictionJack está a la cabeza del nuevo orden y el libre albedrío una regla básica para que los humanos sean libres de sus destinos. Él decide dar lo mejor a Castiel para que sea feliz, ¿pero eso será lo correcto? ¿Castiel, al fin podrá tener lo que tanto a...