22.- Planes, Aliados y Venganzas

22 1 0
                                    

NARRADOR

Meses atrás

La seguridad del hospital lanzó a la calle sin cuidado a Joaquín y le prohibieron la entrada, les gritó un par de groserías mientras se acomodaba la ropa, pronto me las pagarán pensó.

Caminó hasta el auto que había alquilado y manejó hasta la casa de sus padres, durante el camino comenzó a idear un plan, no tendría piedad con nadie, merecían sufrir.

Sus padres y hermanas se alegraron al verlo, habían pasado años de su última visita, para ser exactos desde que se casó con Emma, varias cosas habían cambiado, se sorprendió y alegró al ver qué su hermana menor estaba embarazada.

Aseguró que sería el tío consentidor y favorito, su familia no evitó preguntarle por su esposa e hijos, rápidamente cambio el semblante, parecía triste y decaído, les contó una retorcida versión de la historia, dónde el era una víctima y no el verdugo.

En su versión, Emma lo había engañado asegurándole que los mellizos eran de él, por eso se habían casado, mencionó que todos este tiempo se burló de él y que nunca lo había amado, dijo que no valoró lo que hacía por ella, era una muy mala mujer.

- Siempre lo dije, nunca me gustó para ti, mi hijo es un buen hombre que merece una buena mujer - comentó su madre.

- Debes divorciarte - aseguró su padre.

Informó que ya lo había hecho, según él no soportaba un minuto más de humillaciones y malos tratos, un par de lágrimas corrieron por sus mejillas, sus hermanas se acercaron a consolarlo, al parecer Joaquín se había equivocado de profesión.

En lugar de haber estudiado administración de empresas, debió inscribirse a la carrera de actualización, se le daba muy bien el drama, esa tarde se la paso con su familia y escuchó las novedades.

- El funeral de Amelia y Javier fue todo n espectáculo, Esther se volvió loca, una ambulancia vino por ella y fue necesario sedarla, la internaron en un psiquiátrico, todos hablaron por días de lo ocurrido - contó una de sus hermanas.

- ¿Sabes en cuál? - preguntó interesado Joaquín.

Necesitaba aliados, personas de confianza que lo ayudaran a ejecutar su plan, luego de que su hermana le diera el nombre, busco la dirección en internet y decidió hacerle una visita a su querida suegra.

Al día siguiente se levantó muy temprano, desayuno algo liviano y manejó por casi dos horas a su destinó, supo que había llegado, al leer en letrero: "Bienvenidos al psiquiátrico, paz mental", sonrió, vaya que tenían sentido de humor.

Se estacionó y bajó del auto, ingresó a las intenciones, localizó la recepción y se acercó, saludó amablemente a la señorita que estaba detrás del mostrador.

- ¡Buenos días!, ¿En qué puedo ayudarlo? - preguntó coqueta.

Joaquín era consiente de su atractivo y no dudaba en usarlo para su beneficio.

- He venido a visitar a mí suegra, mí esposa falleció y vine a darle la triste noticia - explicó y se secó las lágrimas que había derramado.

La recepcionista s conmovió e informó sólo a los familiares directos se les permitía la entrada, pero dada la situación haría una excepción, tecleo el nombre de Esther y la base de datos arrojó el número de habitación, tenían un problema estaba en aislación.

Joaquín volvió hacer uso de sus encantos y logró convencerla para que lo dejará verla un par de minutos, la recepcionista llamó a un enfermero que era su amigo y le indicó que lo llevara la habitación de Esther, caminaron por un par de pasillos.

Al llegar, el enfermero mencionó que hablarían por rendija dónde pasaban la comida, Esther estaba aislada por ser una paciente peligrosa, anteriormente había atacado personal de la institución e intentó escapar.

Joaquín aceptó y pidió un poco de privacidad, golpeó un par de veces la puerta sin obtener respuesta, siguió intentando hasta que escuchó que abrían la rendija.

- ¿Qué quieres y quién eres? - preguntó una molesta Esther.

Vestía con un pants blanco que le quedaba bastante grande, tenía el cabello alborotado y la vista pérdida.

- Hace años me vendiste a tu hija, ¿Lo recuerdas?.

Esther lo observó con detenimiento.

- A la única que vendí fue a la inútil de Emma - mencionó la mujer - Así que debes ser Joaquín.

- Respuesta correcta, querida suegra - respondió sonriente - Necesito de tú ayuda.

- Por si no lo has notado, estoy encerrada en este lugar de mierda - golpeó la puerta.

- No te preocupes, te sacaré de aquí y podrás vengarte de los que te han dañado - aseguró Joaquín.

Esther aceptó, el enfermero regresó e indicó que debía irse, Joaquín le prometió que pronto regresaría.

Los siguientes meses se dedicó a planear la fuga de Esther, mandó a vigilar a Emma, se enteró que había retomado su relación con el inútil de Santiago y jugaban a la familia feliz, encabronando destruyó su habitación.

Necesitaba iniciar su venganza, está vez no cometería errores, ni dejaría cabos sueltos, todos pagarían por interferir en su vida y quitarle lo que le pertenecía.

Actualidad

Joaquín llevaba meses planeando el escapé perfecto y estaba a un paso de conseguir su objetivo.

Para lograrlo se involucró sexualmente con la recepcionista, al igual que él, disfrutaba del sexo rudo y así ganó su confianza, prometió ayudarlo e incluyó a su amigo en el plan.

Todo estaba listo, ella se ocuparía de las cámaras y el enfermero de sacar a Esther por la puerta trasera, Joaquín estaría esperándola, habían acordado sedarla para evitar llamar la atención.

El cambio de guardia llegó, el enfermero fue hasta la habitación, Esther se acercó de inmediato y le inyectó el sedante, la colocó en una silla de ruedas, llegaron hasta el punto indicado y la acomodó en el auto de Joaquín.

Él manejó hasta la casa abandonada de Javier y Amelia, siempre guardaban una llave en la maceta, cargó a Esther y la recostó en una de las habitaciones, el lugar era perfecto para ocultarse, estaba llenó de polvo y telarañas.

Se acomodó en un sillón de la sala a esperar, mientras afirmaba detalles, no pasó mucho tiempo cuándo escucho pasos, centró su vista en el pasillo y se encontró a su mejor aliada.

- ¡Bienvenida! - saludó sonriente.

- ¡De nuevo libre! - gritó Esther.

Joaquín se levantó de su asiento y se acercó a ella, sus miradas se encontraron y el deseó destello en sus ojos, apesar de la diferencia de edades, Esther era una mujer que mantenía unas curvas de infarto.

Terminaron con la distancia que los separaba y se besaron apasionadamente, ambos estaban ardiendo, se desnudaron con rapidez y exploraron sus cuerpos, Esther se puso de rodillas para hacerle una oral, Joaquín tomó su cabeza con ambas manos para marcar el ritmo, no quería terminar en su boca, la giró para ponerla en cuatro y la penetró con brusquedad.

Esther no de dejaba de gemir excitada y cada vez le pedía más, esa tarde la pasaron satisfaciendo sus necesidades, hasta quedarse dormidos, mañana darían inicio a la venganza.

Yuritzin PM

Unidos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora