4.- Te Quiero, ¿Me Quieres?

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EMMA

El tiempo pasaba y me negaba a separarme de Santi, era increíble las sensaciones que despertaba estar entre sus brazos, verlo besar a Emi dolió y aunque quisiera no puedo reclamarle, no somos nada.

Me inquietaba e intrigaba saber si le interesaba mí gemela, pero también temía a su respuesta, ¿cómo fue que llegue a esto?, ¿en que momento pasó?, Ahora sé que estoy enamorada de él y no me gusta verlo cerca de Emily.

Pero debo asumir las consecuencias de mis actos, en su momento creí que era lo mejor, ahora no soporto ver a mí hermana tener siempre su compañía y atención, ambas estamos interesadas en el mismo chico.

- ¿Estás más tranquila? - preguntó, su voz me alejó de mis pensamientos.

Levanté la vista y me encontré con su rostro preocupado, intenté alejarme para hablar, pero no me lo permitió.

- Quiero pedirte una disculpa, lo que pasó en la cafetería fue un error, tú hermana se lanzó sobre mí y me tomó por sorpresa - explicó nervioso.

- No tienes porqué darme explicaciones, nosotros no somos nada y eres libre de besarte o salir con quién quieras - comenté y triste agaché la mirada.

Intentando ocultar las lágrimas traicioneras que abandonaron mis ojos, él lo notó y me levantó con cuidado el rostro.

- Emma no llores, no me gusta verte así, perdoname por lastimarte sin querer - me besó tiernamente las mejillas.

Dejó de abrazarme y una horrible sensación de abandonó me invadió, comenzó a buscar en su mochila, luego centro su atención en mí.

- Sé que no somos nada, pero espero que eso cambie a partir de hoy, Emma yo te quiero, ¿Tú me quieres, quieres ser mí novia? - pregunto sonrojado.

Me extendió un pequeño ramo de flores de papel y una charola con dos cupcakes, uno tenía escrito la palabra NO el otro SI, abrí los ojos sorprendida y emocionada, jamás me imaginé que esto pudiera pasarme, me observaba atento.

Pasaron una segundos, lo ví moverse Incómodo por la espera, le besé fugazmente los labios y tomé el cupcake con la palabra SI, me envolvió emocionado en un abrazo y me llenó el rostro de besos, feliz comencé a reí.

- ¡¿Qué está pasando aquí?! - preguntó Emi molesta.

Nos quedamos estáticos al escucharla, comencé a temblar de miedo y nervios, Santi le respondió.

- Emma aceptó ser mí novia.

Todo pasó tan rápido que no pude reaccionar, la furia invadió a Emi, me tomó del cabello y jaló con fuerza, se acercó hablarme al oído.

- Escúchame bien pequeña inútil, espero que termines de inmediato con esta farsa o iré a contarle de inmediato a mamá.

- ¡Déjala Emily!, ¡Le estás haciendo daño! - gritó Santiago desesperado.

Adolorida y asustada comencé a llorar, si ella le contaba su retorcida verdad a mamá estaría en serios problemas, aflojó su agarre y Santi corrió abrazarme, Emi comenzó a romper mis regalos, terminó por arrojarme los restos a la cara.

- Nos vemos en casa hermanita - dijo entre dientes.

En cuánto la perdí de vista, me separé de él, caí en el pasto y me abracé las rodillas, escondí mi rostro en ellas para llorar.

- ¿Emma, que acaba de pasar? - preguntó preocupado -

No podía responder, me avergonzaba contarle que mí gemela me maltrataba y no hacía nada para de tenerla, Santi intentó consolarme.

- ¡Basta, no puedo! - grité frustrada.

- No entiendo, ¿A qué te refieres? - preguntó.

-Lo siento Santi, te quiero pero no puedo seguir con esto - expliqué con tristeza.

Tomé mis cosas y huí de la escuela, corriendo llegué hasta el parque, los recuerdos comenzaron a invadirme, volví a llorar, el corazón me dolía y la impotencia se apoderaba de mí, odiaba que ellas siempre decidieran mi vida, odiaba ser tan débil y sumisa.

Regresé a casa antes de que las clases terminarán, no quería encontrarlo, me encerré en mí habitación a la espera de que explotará la bomba, pero nada pasó, mamá me ignoro y mí gemela me busco para "hablar".

En realidad quería saber que había pasado con Santiago, a pesar de notar mis ojos rojos e hinchados mis sentimientos no le importaron, le confirmé que lo había rechazado y me alejaría de él.

- Más te vale cumplir y no meterte con lo que es mío, ¿no querrás hacer enojar a mamá o sí? - me amenazó y sonriente salió de la habitación.

Llevaba años tratando de entenderlas, ¿Por qué no me querían? ¿Qué de malo había hecho para que me odiarán?, Nunca obtenía las respuestas, agotada mentalmente me deje caer en la cama y pronto el sueño me venció.

Papá me busco para que bajará cenar, al verme se preocupó de inmediato quiso saber lo que me pasaba, pero me negué hablar del tema y le pedí tiempo para contarle la verdad, se acomodó juntó a mí y me abrazó, me besó repetidamente la frente y me recordó cuánto me quería.

Regresé a la escuela al siguiente día, aunque no sabía cómo enfrentar lo problemas, Santiago intentó acercarse y me dediqué a evadirlo, Emily estaba pendiente de mis acciones, sabía que si cometía el más mínimo error ella me lo haría pagar de la peor manera, era cobarde y le tenía miedo.

Las vacaciones decembrina estaban muy cerca, papá planeaba pasar unos días en casa de los abuelos y estaba más que feliz por ir a verlos los extrañaba, ellas se negaban a pasar las fiestas en un pueblo.

- ¿Puede acompañarnos mí novio? - preguntó Emi.

Papá y yo la observamos sorprendidos, mamá nos dedicó una mirada de satisfacción.

- ¿Novio, cuál novio?, ¿Por qué no estaba enterado? - preguntó papá molesto.

- Calma papi, me lo pidió hace unos días y esperaba el momento indicado para contarte - explicó Emi melosa, sabía bien como manipularlo.

- Antes de invitarlo a pasar las fiestas, deberías traerlo casa para conocerlo, tal vez podías invitarlo a cenar - intervino mamá.

Emi acepto de inmediato y juntas se pusieron hacer planes.

- ¿Tú lo sabías, lo conoces? - me preguntó papá.

Negué de inmediato, aunque sospechaba quién era su novio, ellas informaron que al día siguiente, conoceríamos al misterioso novio de mí gemela.

Por la mañana mamá me recordó la cena y que no llegará tarde, pues según ella debía estar presentable, puse los ojos en blanco y confirme que estaría a tiempo.

- Emma espero que te comportes y no nos hagas pasar vergüenzas - me advirtió.

En la escuela el habiente era tenso, Santiago dejo de insistir y buscarme, desde hace varios días se dedicaba a ignorarme, tampoco volvió al parque y cada vez era más unido a Emi.

Toda esta situación era dificil y dolorosa, a diario me recordaba que era lo mejor para ambos o al menos es lo que quería creer.

Al llegar a casa, encontré a mamá dando órdenes a Rosita (la señora que nos ayudaba en la casa) sobre los preparativos de la cena, quería que todo fuera perfecto, decidí ir a mí habitación y esperar a que llegara el momento de conocerlo.

Yuritzin PM

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